Como otras tradiciones chinas, no se sabe con exactitud en qué momento surgió la «Fiesta de la Primavera», pero se estima que se celebra desde la dinastía Han, hace dos mil años. En sus festejos predomina el color rojo que simboliza felicidad, pasión y alegría para el pueblo chino.

 La «Fiesta de la Primavera» o Nochevieja es considerada la
celebración anual más importante en la nación china. 

  
La Carpa es el más representativo
de los peces de la suerte.
  

Las fiestas tradicionales de China están imbuidas de una gran riqueza cultural y dotadas de una larga historia.
Entre ellas, la «Fiesta de la Primavera» o «Año Nuevo Lunar» es una de las celebraciones tradicionales más antiguas e importantes de todas las que tienen lugar en ese inmenso país, porque corresponde al primer día del año del calendario chino.
Desde la antigüedad, China viene utilizando el calendario lunar para calcular el transcurrir del año, de los meses, de los días y las relaciones entre esos períodos, así como el orden del tiempo. Según los registros históricos de hace más de cuatro mil años, durante la dinastía Xia (2200-1750 a.n.e.), los antepasados de la nación china crearon y llevaron a la práctica dicho calendario.
Como otras tradiciones chinas, no se sabe con exactitud en qué momento surgió la «Fiesta de la Primavera», pero se estima que se celebra desde la dinastía Han, hace dos mil años.
Estos festejos anuncian la llegada de la estación en la que nacen las fl ores, comienza un nuevo ciclo de siembra y cosecha, y, con tal motivo, la naturaleza despierta y se renueva.
Por ser un país esencialmente agrícola en sus orígenes, el período de labranza marcaba descanso y trabajo. Situado entre la cosecha de otoño y la siembra de primavera, el invierno era el de mayor tiempo libre para los campesinos y el más apropiado para festejar una buena cosecha, adorar a los dioses y a los antepasados e implorar buena suerte y riqueza para el próximo año. Así tuvo su origen la «Fiesta de la Primavera».
Para la nación china, el color rojo simboliza felicidad, pasión y alegría. Por eso, durante los festejos, las calles parecen un mar rojo. La gente lleva ropa y adornos de ese tono, cuelgan faroles rojos en las casas y se exhiben estampas que representan escenas festivas. Las familias se ocupan de hacer compras, limpiar la vivienda, cantar y bailar. De esta forma se crea un ambiente festivo y un entorno agradable.
La víspera de la «Fiesta de la Primavera» o Nochevieja (último día del calendario lunar) es considerada la conmemoración más importante de todas las que se celebran en el año. Esa noche, los miembros de la familia que viven o trabajan lejos regresan a casa para reunirse y disfrutar de la deliciosa «cena de la víspera», cuando se preparan deliciosos platillos especiales.
Con ocasión de recordar esta tradición durante todo el mes de febrero de 2008, la Casa Museo de Asia (Oficina del Historiador) propició que la comunidad tuviera participación en esos festejos como parte de las iniciativas culturales encaminadas a dar a conocer lo que se hace en China por esas fechas.
Ubicada en una antigua edificación de finales del siglo XVII, dicha institución alegró sus salones con faroles rojos y la colocación del carácter FU, que significa fortuna y suerte.
Como dispone una costumbre típica, en las puertas fueron colocadas estampas del Año Nuevo que simbolizan el deseo de expulsar los malos espíritus y esperar atraer riquezas al hogar, así como los pareados verticales escritos en papel rojo. Pegadas en las ventanas, se pusieron figuras recortadas que añaden un toque singular de esperanza y belleza.
Tras recorrer las distintas salas y recibir las explicaciones relacionadas con esta tradicional fiesta, alumnos de distintas aulas museos del Centro Histórico disfrutaron de un documental que los acercó aún más a una de las celebraciones de mayor antigüedad y dinamismo del pueblo chino.

Yanósik Hernández Zamora
Especialista de la Casa de Asia

Tomado de Opus Habana, Vol. XI, no. 2, Breviario.

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