Erigida sobre una colina, la ciudad italiana de Asís fue el objeto de la exposición del fotógrafo italiano Alfredo Cannatello, inaugurada el 7 de enero en el Convento de San Francisco de Asís.
Callejuelas, recovecos, edificios... la ciudad en pleno fue captada en las cincuenta fotos que conforman la muestra de Cannatello.
Asís es una pequeña ciudad italiana que no ha crecido mucho más allá de sus murallas medievales, famosa por ser la cuna de san Francisco, aquel sacerdote cristiano que predicara el amor y la solidaridad en tiempos difíciles y que fundara, en el siglo XIII, la orden que lleva su nombre.
El arte también da fama a Asís, y mucha. Giotto, aquel pintor que en pleno Medioevo estaba ya anunciando el Renacimiento con sus formidables dibujos de masas y telas, dejó muchos de sus frescos en algunas de las iglesias de Asís, especialmente en la de San Francisco. Pero es la misma ciudad, su arquitectura y su urbanización medievales, la que constituye de conjunto un verdadero paraíso artístico.
Esa Asís que se conserva sobre la suave colina en que se yergue, es el objeto de la exposición fotográfica del italiano Alfredo Cannatello, que fue inaugurada el 7 de enero en el Convento de San Francisco de Asís. Curiosa coincidencia, ¿verdad? Pues es acertada la selección del lugar por el artista y por el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, quien contaba en las palabras de apertura de la muestra cómo quedó encantado con las imágenes de la ciudad desde la primera vez que Cannatello le mostró la carpeta en que guardaba las delicadas cartulinas ya impresas.
Callejuelas, recovecos, edificios en sus fachadas y en sus interiores, murallas, esculturas, la ciudad en pleno, todo eso puede ser visto en las cincuenta fotos que expone el artista italiano. La casa en que naciera san Francisco y las estatuas de sus padres, las iglesias, las escaleras de piedra que tipifican las calles de la ciudad, todo eso, en su valor artístico intrínseco, puede ser visto en las imágenes.
El observador puede admirar y deleitarse con el arte de Cannatello, quien patentiza ser un maestro en la composición, y en el manejo de la luz y del color, lo mismo en fotos diurnas que nocturnas. El fotógrafo ha sabido pulsar el obturador de su cámara con sabiduría artística y encuadrar su mirada en los lugares justos para ofrecer una imagen que nos deja, intencionadamente, un efecto sobre nuestra sensibilidad. La exposición constituye, desde luego, un paseo por la ciudad de Asís, privilegio que no se halla al alcance de todos; pero es en realidad una visita desde la mirada del artista, cuyo lente no se ha limitado a atrapar lugares y entornos, sino que ha sabido crear otra realidad, la del arte, que nos descubre y precisa el encanto majestuoso e íntimo a la vez, de la urbe y sus rincones.
Alfredo Cannatello es lombardo de nacimiento, pero demuestra que se ha enamorado de la Umbría, región donde se halla enclavada la ciudad de Asís. Trabajó muchos años como fotógrafo de publicidad y de modas, pero en los años 80 creó su propio estudio para la experimentación creadora. Ha sido director de fotografía, de documentales y de cortometrajes, y ha hecho varias exposiciones personales muy renombradas en Italia.
El arte también da fama a Asís, y mucha. Giotto, aquel pintor que en pleno Medioevo estaba ya anunciando el Renacimiento con sus formidables dibujos de masas y telas, dejó muchos de sus frescos en algunas de las iglesias de Asís, especialmente en la de San Francisco. Pero es la misma ciudad, su arquitectura y su urbanización medievales, la que constituye de conjunto un verdadero paraíso artístico.
Esa Asís que se conserva sobre la suave colina en que se yergue, es el objeto de la exposición fotográfica del italiano Alfredo Cannatello, que fue inaugurada el 7 de enero en el Convento de San Francisco de Asís. Curiosa coincidencia, ¿verdad? Pues es acertada la selección del lugar por el artista y por el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, quien contaba en las palabras de apertura de la muestra cómo quedó encantado con las imágenes de la ciudad desde la primera vez que Cannatello le mostró la carpeta en que guardaba las delicadas cartulinas ya impresas.
Callejuelas, recovecos, edificios en sus fachadas y en sus interiores, murallas, esculturas, la ciudad en pleno, todo eso puede ser visto en las cincuenta fotos que expone el artista italiano. La casa en que naciera san Francisco y las estatuas de sus padres, las iglesias, las escaleras de piedra que tipifican las calles de la ciudad, todo eso, en su valor artístico intrínseco, puede ser visto en las imágenes.
El observador puede admirar y deleitarse con el arte de Cannatello, quien patentiza ser un maestro en la composición, y en el manejo de la luz y del color, lo mismo en fotos diurnas que nocturnas. El fotógrafo ha sabido pulsar el obturador de su cámara con sabiduría artística y encuadrar su mirada en los lugares justos para ofrecer una imagen que nos deja, intencionadamente, un efecto sobre nuestra sensibilidad. La exposición constituye, desde luego, un paseo por la ciudad de Asís, privilegio que no se halla al alcance de todos; pero es en realidad una visita desde la mirada del artista, cuyo lente no se ha limitado a atrapar lugares y entornos, sino que ha sabido crear otra realidad, la del arte, que nos descubre y precisa el encanto majestuoso e íntimo a la vez, de la urbe y sus rincones.
Alfredo Cannatello es lombardo de nacimiento, pero demuestra que se ha enamorado de la Umbría, región donde se halla enclavada la ciudad de Asís. Trabajó muchos años como fotógrafo de publicidad y de modas, pero en los años 80 creó su propio estudio para la experimentación creadora. Ha sido director de fotografía, de documentales y de cortometrajes, y ha hecho varias exposiciones personales muy renombradas en Italia.