En la galería de arte del Instituto Cubano del Libro, antiguo Palacio del Segundo Cabo, el pintor y diseñador Eladio Rivadulla, exhibió en 2002 varias de sus obras bajo el título «Exposición retrospectiva».
Durante su fecunda e ininterrumpida trayectoria artística, este creador ha obtenido 56 premios en pintura, dibujo, diseño gráfico y diseño editorial.
Al hacer referencia a la historia de la publicidad, el cartelismo y el diseño gráfico en Cuba, necesariamente hay que nombrar a Eladio Rivadulla Martínez (Ciudad de la Habana, 1923), quien es considerado uno de los exponentes fundamentales del tránsito de la gráfica de la República a la de la Revolución.
Testimonio de ello fue la «Exposición Retrospectiva» que, en homenaje al XXV aniversario de la editorial Letras Cubanas, realizó el artista en la galería de arte del Palacio del Segundo Cabo, sede del Instituto Cubano del Libro.
Conformada por carteles, pinturas al óleo, retratos de patriotas y mártires, grabados y cubiertas de libros, la muestra constituyó una especie de recorrido a través de la obra de este creador que define el diseño y las artes plásticas «como vías de comunicación idóneas para transmi- tir sentimientos, emociones, pasiones, utopías, creencias; como un factor de contribución a la superación ética y espiritual del ser humano y a su distracción saludable».
Al dejar inaugurada la exhibición, Pablo Pacheco, director del Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, declaró: «Largo y fructífero ha sido el quehacer artístico de este maestro que (...) ha dejado su huella perdurable en la publicidad, el cartelismo, las revistas, la pintura, la serigrafía, la ilustración y el diseño de libros de casi todas las editoriales cubanas».
Rivadulla fue precursor en Cuba del empleo de la serigrafía en carteles cinematográficos, oficio que desempeñó durante 25 años para distribuidoras de filmes producidos en América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia, y cuyo manejo técnico lo situó entre la vanguardia del ámbito gráfico habanero. Más de tres mil 500 carteles comerciales, políticos y cinematográficos surgieron de su imaginación. Entre ellos destaca el que diseñara e imprimiera en la madrugada del primero de enero de 1959, y que marca el inicio de la grá-fica de la Revolución cubana.
Como ilustrador colaboró en publicaciones periódicas, entre las que se hallan El Mundo, Carteles y Bohemia. Al fundarse en 1967 el Instituto Cubano del Libro, donde laboró hasta su jubilación en 1992, diseñó e ilustró textos para editoriales como Letras Cubanas, Pueblo y Educación, Gente Nueva, y Orbe.
Años antes había desempeñado este mismo trabajo para las editoriales Cultural S.A., Cenit y Lex. También realizó ilustraciones científicas para publicaciones y congresos de medicina, y diseñó sellos de correos por concurso.
A pesar del escaso tiempo que le dejaban sus ocupaciones como diseñador y serígrafo, siempre encontró espacio para dedicarlo a la pintura. Entre las varias exposiciones en que ha mostrado sus telas, vale recordar aquella en la que por vez primera expusiera con el Grupo de los 5, y que hizo expresar a la crítica de arte Loló de la Torriente: «Rivadulla vuelca toda su energía en sus fondos llenos de textura y color, su obra nos aturde pero la admiramos, nos sorprende pero la comprendemos».
Durante su fecunda e ininterrumpida trayectoria artística, este creador ha obtenido 56 premios en pintura, dibujo, diseño gráfico y diseño editorial. Entre ellos, varios primeros lugares de pintura en los salones nacionales celebrados en el Círculo de Bellas Artes: V Salón de Otoño, 1963; Salón Nacional de Pintura al agua, 1964, y XLVII Salón Nacional, 1966.
Otros primeros premios en su haber son: diseño de cubiertas de libros, en los salones XII y XIV de la Propaganda Gráfica 26 de julio, en 1979 y 1981; premio único de cartel MINSAP-MINCULT, en 1981, y el especial de la UPEC ese mismo año.
En 1998 resultó ganador del Premio Nacional de Diseño Raúl Martínez.
Testimonio de ello fue la «Exposición Retrospectiva» que, en homenaje al XXV aniversario de la editorial Letras Cubanas, realizó el artista en la galería de arte del Palacio del Segundo Cabo, sede del Instituto Cubano del Libro.
Conformada por carteles, pinturas al óleo, retratos de patriotas y mártires, grabados y cubiertas de libros, la muestra constituyó una especie de recorrido a través de la obra de este creador que define el diseño y las artes plásticas «como vías de comunicación idóneas para transmi- tir sentimientos, emociones, pasiones, utopías, creencias; como un factor de contribución a la superación ética y espiritual del ser humano y a su distracción saludable».
Al dejar inaugurada la exhibición, Pablo Pacheco, director del Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, declaró: «Largo y fructífero ha sido el quehacer artístico de este maestro que (...) ha dejado su huella perdurable en la publicidad, el cartelismo, las revistas, la pintura, la serigrafía, la ilustración y el diseño de libros de casi todas las editoriales cubanas».
Rivadulla fue precursor en Cuba del empleo de la serigrafía en carteles cinematográficos, oficio que desempeñó durante 25 años para distribuidoras de filmes producidos en América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia, y cuyo manejo técnico lo situó entre la vanguardia del ámbito gráfico habanero. Más de tres mil 500 carteles comerciales, políticos y cinematográficos surgieron de su imaginación. Entre ellos destaca el que diseñara e imprimiera en la madrugada del primero de enero de 1959, y que marca el inicio de la grá-fica de la Revolución cubana.
Como ilustrador colaboró en publicaciones periódicas, entre las que se hallan El Mundo, Carteles y Bohemia. Al fundarse en 1967 el Instituto Cubano del Libro, donde laboró hasta su jubilación en 1992, diseñó e ilustró textos para editoriales como Letras Cubanas, Pueblo y Educación, Gente Nueva, y Orbe.
Años antes había desempeñado este mismo trabajo para las editoriales Cultural S.A., Cenit y Lex. También realizó ilustraciones científicas para publicaciones y congresos de medicina, y diseñó sellos de correos por concurso.
A pesar del escaso tiempo que le dejaban sus ocupaciones como diseñador y serígrafo, siempre encontró espacio para dedicarlo a la pintura. Entre las varias exposiciones en que ha mostrado sus telas, vale recordar aquella en la que por vez primera expusiera con el Grupo de los 5, y que hizo expresar a la crítica de arte Loló de la Torriente: «Rivadulla vuelca toda su energía en sus fondos llenos de textura y color, su obra nos aturde pero la admiramos, nos sorprende pero la comprendemos».
Durante su fecunda e ininterrumpida trayectoria artística, este creador ha obtenido 56 premios en pintura, dibujo, diseño gráfico y diseño editorial. Entre ellos, varios primeros lugares de pintura en los salones nacionales celebrados en el Círculo de Bellas Artes: V Salón de Otoño, 1963; Salón Nacional de Pintura al agua, 1964, y XLVII Salón Nacional, 1966.
Otros primeros premios en su haber son: diseño de cubiertas de libros, en los salones XII y XIV de la Propaganda Gráfica 26 de julio, en 1979 y 1981; premio único de cartel MINSAP-MINCULT, en 1981, y el especial de la UPEC ese mismo año.
En 1998 resultó ganador del Premio Nacional de Diseño Raúl Martínez.
Karín Morejón Nellar
Opus Habana
Opus Habana
Tomado de Opus Habana, Vol. VI, No. 2, 2002. Breviario.