Pulsando la realidad en su constante devenir, ha logrado involucrar su cosmo-insularidad desde los espacios de discusión social propiciados por la plástica y la gráfica de su generación.

 

Como continuación de los debates en torno al origen y creación de la enseña nacional cubana, una vez publicada en La Revolución de Cuba (15 de febrero de 1873) la carta aclaratoria de Cirilo Villaverde sobre la autoría de Narciso López, ese mismo periódico tuvo a bien reproducir esta otra carta, de Manuel Anastasio Aguilera, quien fuera el encargado de entregar la bandera de La Demajagua enviada por Carlos Manuel de Céspedes a su esposa Ana de Quesada, exilada en Nueva York.

Publicado en el periódico Patria, el 10 de octubre de 1898, cuando se cumplía el 30 aniversario del Grito de La Demajagua, este artículo —con el título de «La bandera de Yara»— fue escrito para la ocasión por Fernando Figueredo Socarrás, quien fuera secretario privado de Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo cuando este era Presidente de la República en Armas, primer gobierno independiente cubano.

Unas fueron desplegadas en batallas memorables; otras ondearon en actos cívicos trascendentales o presidieron asociaciones patrióticas en el exterior. Al amparo del símbolo de la nación cubana, como celeste velo, fueron creadas las colecciones del Museo de la Ciudad de La Habana.