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La III Semana de la Cultura Británica trajo a la Habana un regalo muy especial: un concierto de la violinista británica Ruth Palmer junto a la Camerata Romeu. El escenario escogido fue la Basílica Menor de San Francisco de Asis, que este año arriba a su 20 aniversario como sala de conciertos y museo de arte sacro.

Al concierto asistió Timothy Cole, embajador de Reino Unido en Cuba, y otros representantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba.

Uno de los momentos más esperados de la III Semana de la Cultura Británica en La Habana fue el concierto ofrecido por la Camerata Romeu junto a la violinista Ruth Palmer. En sus palabras de presentación, la maestra Zenaida Romeu expresó sentirse muy feliz y honrada de estar acompañada por la joven británica, quien es considerada «la violinista más distinguida de su generación». Ganadora del premio BRIT de música clásica en 2007, uno de los mayores galardones de su tipo en Reino Unido, esta joven sorprende por su interpretación de clásicos como J.S. Bach. Con una ejecución impecable, las melodías de Ruth no salen de sus manos, sino de su alma. Durante el concierto, fue evidente la fuerte conexión lograda entre esta violinista y la Camerata.

¿Cómo surgió la idea de hacer un concierto entre la Camerata Romeu y Ruth Palmer?
   Ruth Palmer: La sugerencia vino de parte de Rhys Patrick , segundo secretario  de la embajada británica en La Habana. Él sabía cuán fantástica es la Camerata Romeu, y que podría funcionar muy bien que nosotras hiciéramos un concierto juntas en La Habana, durante la Semana de la Cultura Británica. Yo estoy muy feliz  de que esa idea se haya convertido en realidad, porque ha sido una experiencia increíble. Trabajar con Zenaida es muy gratificante; han sido jornadas de mucho aprendizaje. Las muchachas de la Camerata también son muy especiales. Me han acogido como una más de sus integrantes, y en el escenario, la comunicación es excelente. Aquí me siento como en casa.   

Para usted, Zenaida, y también hágase eco de las muchachas de la Camerata, ¿cómo ha sido la experiencia de trabajar con una joven, pero muy talentosa intérprete?
   En realidad, fue una sorpresa la llegada de Ruth a nosotros; un verdadero regalo. Ha sido una experiencia de lujo trabajar con una violinista de su talla. Además de ser una gran conocedora de su instrumento y de la música, en general, ha sido muy generosa por brindarnos sus valiosos conocimientos, sus ideas, sus conceptos musicales. Las muchachas de la Camerata los han aceptado como un regalo.
Ellas se han identificado con sus puntos de vista y sugerencias, han tratado de atrapar en poco tiempo todos los conocimientos que Ruth ha compartido con ellas, no solo en los ensayos, sino también en clases magistrales que tuvo la gentileza de impartir durante dos días en el Lyceum Mozartiano de La Habana. Así que es un regalo para todos; nos hemos sentido muy halagados de que ella sea una persona tan abierta, tan sencilla y tan gran artista. 
Ella domina perfectamente el sonido, como material en el cual se traducen las emociones que están escritas en una partitura, con todas sus mixturas sonoras. Por tanto tiene una gran cultura de sonido que denota su alto conocimiento del violín —que yo creo que ya es parte de su vida—, de la música, y de la vida misma. Porque también son conocimientos de la vida general, no solo de la música. Una artista de la talla de Ruth es también una mujer culta. Y sus conceptos son muy válidos, realmente sorprendentes. Ella toca con mucha pasión, con mucho nervio, con mucho conocimiento, con una entrega absoluta y total. Y eso, realmente ha impactado en las jóvenes muchachas que la tienen como un alter ego, como algo que quisieran alcanzar. Así que para todas ha sido una sorpresa muy grande, una posibilidad que nos ha dado la embajada británica, un gran goce estético, y un gran acercamiento, entonces, por esta experiencia, a la cultura de nuestros países.

Leyendo un poco el currículum de Ruth, destaca, además de sus presentaciones como violinista, su versatilidad, que la ha llevado incluso a desdoblarse como actriz. ¿Es la música la gran inspiradora de toda esa versatilidad?
   Yo he participado en varios documentales sobre música clásica, entre ellos un filme sobre Stradivarius, En busca del Mesías. Además, formo parte de las organizaciones Music for All y Allianz Musical Insurance. Pero lo principal para mi es tocar la música. Si no te comunicas con la gente desde el escenario, realmente no estás haciendo música, o no estás creando música. La mayor comunicación con las personas es en directo, a través del escenario.

¿Por qué escogieron el escenario de la Basílica Menor de San Francisco de Asis para hacer el concierto?
  
Zenaida Romeu: Primeramente, porque es la sede de la Camerata. Pero también, porque la Basílica es un lugar que une históricamente a las naciones cubana y británica. Durante la ocupación de La Habana por los ingleses, en 1762, este templo fue convertido en una iglesia anglicana y acogió los servicios religiosos de las tropas británicas. Este es, por tanto, uno de los lugares que en La Habana simbolizan la unión e historia en común de las culturas cubana y británica.

 

Celia María González
Opus Habana

 
Imagen superior: Concierto ofrecido el sábado 18 de octubre, en la Basílica Menor de San Francisco de Asís, como parte de la III Semana de la Cultura Británica en La Habana. Sobre estas líneas: la violinista británica Ruth Palmer (izquierda) y Zenaida Romeu (derecha).