«Una aventura para crecer» es el título de una exposición retrospectiva que será inaugurada hoy  viernes 18 como parte de las actividades del Taller Infantil de Fotografía Patrimonial que sesiona regularmente en la Casa Simón Bolívar bajo la dirección de experimentados fotógrafos cubanos. Más de 50 imágenes, de unos 40 alumnos del taller provenientes de las escuelas del Centro Histórico, trazarán los logros de esa experiencia educativo-comunitaria fundada en 2005 en la Casa José de la Luz y Caballero. Según el catálogo, estos niños «participan en la intensa vida cultural que se gesta en la parte antigua de la ciudad y dejan una memoria fotográfica singular».
 Con la colocación de una ofrenda floral al pie de su estatua y la inauguración de una nueva sala museológica en la Casa Museo Simón Bolívar, se evocó este jueves 17 de diciembre en el Centro Histórico el 179 aniversario de la muerte del Libertador. El acto estuvo presidido por el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, y el embajador de Venezuela, Ronald Blanco La Cruz. La nueva sala reúne piezas pertenecientes a la colección de la institución que atesora armas, documentos, condecoraciones, óleos de batallas famosas y una completa iconografía de Bolívar que se ubica ahora en un lugar más accesible al público interesado.
 La exposición «Sacrificio» abrió sus puertas este 17 de diciembre en la galería de la Fototeca de Cuba con una propuesta visual muy acorde con las celebraciones religiosas a San Lázaro-Babalú Ayé que reúnen en los últimos días de diciembre a miles de fieles alrededor del santuario ubicado en El Rincón, en las afueras de la ciudad. Obras de 27 exponentes de la fotografía cubana contemporánea documentan escenas de la peregrinación de practicantes y devotos que, según la especialista Mabel Llevat, «ha llegado a convertirse en una modalidad dentro de la fotografía como registro de todo ese interesante universo simbólico y objetual».
 La exposición «la emoción del espíritu y del color», muestra antológica de la pintora mexicana Cordelia Urueta (1908-1995) se exhibe por estos días en una de las galerías de la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez. Considerada por la crítica como «la gran dama del arte abstracto de México», Urueta unió a su depurado arte una personalidad singular que bebió de lo más selecto de la plástica de ese país como Diego Rivera, Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, Frida Kalho y otros. En esta oportunidad, se nos presentan obras que transitan por seis décadas gracias al apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.