Otra de las propuestas culturales de la Casa de México en su aniversario es la exposición colectiva «Art-Mortem. La muerte en el arte contemporáneo cubano», inaugurada el 2 de noviembre. Con la curaduría de las especialistas Daineris Peña y Kirenia Rodríguez, la muestra presenta obras de 19 artistas cubanos que van desde la escultura, el dibujo, la pintura, la fotografía y la intervención visual con el inframundo como denominador común de su creatividad.
 Como ya es tradicional, la Casa de México celebró este 2 de noviembre el Día de Muertos, dedicado especialmente al 50 aniversario del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y al 21 de la Casa. Por eso el pintoresco altar estuvo consagrado a dos directores imprescindibles del cine latinoamericano de todos los tiempos: el mexicano Roberto Gavaldón (1909-1986) y el cubano Tomás Gutiérrez Alea, Titón, (1928-1996). Las fotos de ambos cineastas, sus comidas predilectas, así como imágenes de sus principales películas, Macario (1959) y La muerte de un burócrata (1966), matizaron el retablo.
 A partir de este viernes en la Casa Oswaldo Guayasamín está a disposición del público la exposición «Los ángeles de hoy» de Dagoberto G. Jaquinet (Esmeralda, Camagüey, 1942) que, bajo la curaduría de Mercedes Martínez Fernández, incluye diez piezas correspondientes a las series G y San Isidro. En esta ocasión, Jaquinet prosigue el tratamiento de temas sociales de la actualidad cubana, referidos especialmente a los jóvenes, con obras realizadas en acrílico, carboncillo y pastel seco. Abierta hasta el venidero 6 de diciembre, «Ángeles de hoy» da continuidad a las muestras «Ángeles con planetas nuevos» (2008) y «Revelaciones» (2009).
 En el Museo de la Orfebrería quedó inaugurada hoy viernes la exposición «La ciudad en las manos», atractiva propuesta que reúne a un grupo de creadores de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), cultores de la manifestación de misceláneas que dirige Omar Luciano Suárez Fagundo. La muestra se regodea en la visualidad iconográfica de La Habana colonial —el Templete, la Catedral, el Morro y la Giraldilla— a propósito del aniversario 490 de la ciudad, cuya singularidad radica en los materiales utilizados para su confección: piedra, fibras vegetales, hueso, pétalos de flores, madera y metal.