Cuando este domingo 19 de octubre sea consagrada la Sacra Catedral Ortodoxa Nuestra Señora de Kazán en La Habana Vieja, la capital cubana se convertirá en centro focal de las «Jornadas de Rusia en Latinoamérica».

Situado en la Avenida del Puerto, entre las calles Sol y Santa Clara, este  templo de resonancias bizantinas y con cinco cúpulas doradas en forma de bulbos, ratifica la tradición cosmopolita inherente a esa zona de la antigua ciudad intramuros.

 
Con sus cinco cúpulas doradas, la Santa Catedral Ortodoxa Nuestra Señora de Kazán  se encuentra situada en la Avenida del Puerto, entre las calles Sol y Santa Clara. A partir de un proyecto presentado por las autoridades eclesiales rusas, los especialistas y obreros de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana ejecutaron la obra, realizada con materiales tradicionales como el ladrillo y el hormigón por su facilidad para moldear las formas curvadas de las bóvedas que caracterizan esa arquitectura sacra de origen bizantino.

Cuando este domingo 19 de octubre sea consagrada la Sacra Catedral Ortodoxa Nuestra Señora de Kazán en La Habana Vieja, la capital cubana se convertirá en centro focal de las «Jornadas de Rusia en Latinoamérica».
Dicha ceremonia será oficiada por Su Eminencia Kiril, titular de Relaciones Eclesiásticas Internacionales del Patriarcado de Moscú y metropolita de Smolensks y Kaliningrad, quien manifestó el miércoles durante una rueda de prensa en la sede de la Agencia Novosti, en Moscú: «Esta catedral fue concebida como un monumento a la amistad ruso-cubana, como expresión de gratitud a nuestro pueblo y su enorme contribución a que Cuba se conservara como un Estado soberano, a su defensa y al desarrollo de su potencial económico».
Situado en la Avenida del Puerto, entre las calles Sol y Santa Clara, este  templo de resonancias bizantinas ocupa un área de mil 200 metros frente por frente a la bahía habanera, y su singular arquitectura —con cinco cúpulas doradas en forma de bulbos— ratifica la tradición cosmopolita inherente a esa zona de la antigua ciudad intramuros.
Acordado con las autoridades eclesiales rusas, el proyecto lo ejecutaron especialistas y obreros de la Oficina del Historiador de la Ciudad,  liderada por Eusebio Leal Spengler, que valora esa iniciativa como «una contribución a nuestra idea de que el Centro Histórico constituya un recinto de encuentro, paz y mezcla armónica de diferentes culturas y religiones».
Por ser erigido en honor a la Virgen de Kazán, este precioso icono se destaca inmediatamente en el iconostasio, elaborado para el templo habanero por artífices del Complejo Monástico de la Santísima Trinidad y San Sergio, donde es probable que viviera el más grande iconógrafo de Rusia: Andréi Rubliov (¿1360? – ¿1430?).
Asimismo, otros maestros rusos viajaron a la capital cubana para efectuar el montaje y doradura de las cúpulas, las cuales fueron realizadas en la fábrica ZIL.
Como parte del programa dominical dedicado a estrechar los lazos espirituales entre ambas naciones, el Convento de San Francisco de Asís acogerá la exposición «Rusia ortodoxa, Rusia contemporánea». Momentos después, en su sala de conciertos debutará el famoso Coro del Monasterio Sretensky, el cual se presentará una sola vez en cada capital o ciudad de los demás países escogidos: San José (Costa Rica), Caracas (Venezuela), Río de Janeiro, Sao Paulo y Brasilia (Brasil), Buenos Aires y Mar de Plata (Argentina), Santiago de Chile y Asunción (Paraguay).
Las «Jornadas de Rusia en Latinoamérica» se prolongarán por un mes y priorizan el contenido cultural a través de la espiritualidad religiosa, aunque también contemplan intercambios en la esfera económica y comercial. Uno de sus principales objetivos es «conformar una visión positiva sobre la reunificación de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Ortodoxa Rusa en el exterior».
Ambas ramas estuvieron escindidas desde 1927 hasta el 17 de mayo de 2007, cuando Su Santidad Alexis II, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y el ya fallecido metropolitano Laurus, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, con sede en Nueva York, rubricaron el solemne pacto en presencia del entonces presidente Vladimir Putin.
«Guardo en mi alma la esperanza de que estas jornadas de la cultura espiritual rusa en Latinoamérica contribuyan a la unión de nuestros compatriotas en dicha región, así como al estrechamiento de sus lazos espirituales con la Patria histórica», expresa el saludo a los participantes de Su Santidad Alexis II.

 
El iconostasio fue elaborado especialmente para el templo habanero por artífices del Complejo Monástico de la Santísima Trinidad y San Sergio, donde es probable que viviera el más grande iconógrafo de Rusia: Andréi Rubliov (¿1360? – ¿1430?).

Al referirse a la presencia de la iglesia ortodoxa rusa en América Central y América del Sur, el metropolita Kiril expresó en la ya mencionada conferencia de prensa que, mientras «una parte del mundo civilizado anda por el camino de la secularización y la exclusión de los valores espirituales en la vida cotidiana, en nuestro país y en los de Latinoamérica se puede observar un panorama contrario».
«Aquí, en Rusia somos testigos del anhelo de la gente por buscar apoyo en los valores cristianos como base de sus motivaciones, incluidas las sociales. A su vez, en Latinoamérica continúa siendo centro la influencia cristiana en la vida de la gente», aseveró.
En ese sentido, valoró la correspondencia entre el número de templos del Patriarcado de Moscú en América Latina y las necesidades espirituales de la diáspora rusa, para lo cual puso ejemplos de sus visitas a Brasil y Argentina, donde —en este último caso, en Misiones— existe presencia rusa y ucraniana desde principios del siglo XX, antes de la sacudida revolucionaria en 1917.
Luego de afirmar que «tras la reunificación con la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, se ha despejado la cuestión sobre la construcción de nuevos templos en los países latinoamericanos», Kiril enfatizó: «Los canales de influencia recíproca, específicamente culturales y espirituales, deben desempeñar un importante papel en el establecimiento de la paz, la estabilidad y la solidaridad». 
Capaz de acoger en su interior un gran número de fieles, la Sacra Catedral Ortodoxa Nuestra Señora de Kazán en La Habana Vieja afianza la presencia de esa gran comunidad o iglesia vinculada al cristianismo, cuyo credo es compartido por una decena de miles de personas en Cuba, según cálculos estimados.
En su mayoría son ciudadanos rusos y de otras nacionalidades eslavas residentes en la Isla, así como descendientes de familias mixtas que se conformaron durante 30 años de relaciones amistosas entre Cuba y la desaparecida Unión Soviética, incluidos muchos cubanos que cursaron estudios en sus otrora repúblicas.
Hace apenas unos cuatro años, en la parte trasera del Convento de San Francisco de Asís —también en el Centro Histórico— se erigió la Catedral Ortodoxa Griega de San Nicolás de Mira, consagrada el domingo 25 de enero de 2004 por Su Toda Santidad Bartolomeo, Patriarca Ecuménico, en presencia del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro.

Argel Calcines
Editor general de Opus Habana

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