Argel Calcines Pedreira, Editor general de la revista Opus Habana, dejó inaugurada la exposición y además leyó las palabras escritas por él para el Catálogo de la exposición. A su lado, Ileana Mulet.

En reciprocidad a la fidelidad demostrada por Ileana Mulet hacia la ciudad, la exposición «Habana mía» devino homenaje conclusivo de los festejos por el 490 aniversario de la fundación de San Cristóbal de La Habana, y el 40 cumpleaños del Museo de Arte Colonial, además de resultar momento ideal para la presentación del número 269/270 de la revista Universidad de La Habana que en la portada y contraportada reproduce dos cuadros y publica cinco poemas de la pintora.
Instalada en la Sala transitoria del Museo de Arte Colonial, durante la inauguración que fue realizada en el patio de la institución, el diseñador Ismael de la Caridad presentó un espectacular desfile de batas cubanas protagonizado por seis alumnas del Instituto Superior de Arte y además modelos de la Casa de la moda cubana La Maison. Este creador también comparte la autoría con Ileana de la instalación que da nombre a la muestra.

Batas cubanas de Ismael de la Caridad lucieron seis modelos de la Casa de la moda cubana La Maison que, fundada el 15 de abril de 1982, tiene el propósito de aglutinar a los diseñadores de vestuario más destacados en la Isla y así promover las tendencias de la moda con la impronta cubana.

Teniendo como centro focal dicha instalación, «Habana mía» incluye diez óleos sobre tela, la mayoría  de gran formato sobre La Habana, realizados todos durante los últimos dos años. Según Ileana, «Es quizás una de la muestras más sentidas realizadas en los últimos tiempos, que  retoma el tema citadino dándole la fuerza expresiva de una mujer  enamorada de los parajes de la Habana. Tal vez sin proponérmelo programo un recorrido por los parajes más notorios de la ciudad: el Morro, el mar intenso,  calles y casas cargados de lirismo…»
Al declararla abierta ante el numeroso público que acudió, Argel Calcines, Editor general de Opus Habana, consideró que «no pudo haber mejor manera de poner punto final a los festejos del 490 aniversario que este encuentro con Ileana, una artista imprescindible al abordar el tema de La Habana y los imaginarios urbanos en la plástica cubana contemporánea», expresó.
Durante la presentación del nuevo número de la revista Universidad de La Habana, su Editor-jefe, Miguel G. Valdés Pérez significó que ésta se realiza como parte de la muestra personal de Ileana Mulet a la vez que precisó que  la edición está dedicada íntegramente al Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, histórico espacio donde en 1728 se fundara la Casa de Altos Estudios.
«Desde las riberas del mundo académico, la presencia de una artista de la plástica como ella en una publicación científica es también un doble triunfo. Puesto que es un argumento que impugna la visión limítrofe y arcaica de las llamadas “dos culturas” y que secunda el criterio de la UNESCO acerca de la obligada integración humanista que el conocimiento científico contemporáneo demanda, además, por el que apuesta, la educación superior cubana», agregó.

La obra de Ileana Mulet Bahía con cielo claro es la portada del número 269/270 de la revista Universidad de La Habana, en tanto, Aguas le sirve de contraportada. En las páginas finales de la publicación aparecen los poemas de la pintora: «También mi portal», «Pasión», «No tardes», «Poética» y «Tristeza».

Para finalizar la apertura oficial de la exposición, Ileana Mulet entregó a la directora del Museo de Arte Colonial, Margarita Suárez, un cuadro-diploma confeccionado por la pintora a nombre de todos los artistas que han sido acogidos durante estas cuatro décadas en los espacios expositivos de tan prestigiada institución, ubicada en la Plaza de la Catedral.

Reconocida por sus paisajes urbanos cuyo tema principal es La Habana colonial, la cual evoca con torres, tejados, columnas, medios puntos y escaleras…, hace casi 25 años, en 1985, Ileana Mulet exhibió en este Museo una de sus primeras exposiciones personales: «Ciudades, días y noches».
 

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Todos los días, al caminar rumbo a la sede de Opus Habana, yo miraba a través de los ventanales del hostal de Tejadillo para reconocer en sus paredes la misma ciudad que desandaban mis pasos, sólo que imaginada por Ileana Mulet.
Si la mañana no era lo suficientemente alegre, me bastaba entrar como un turista extraviado y contemplar aquellos lienzos bañados de azules, ocres y sienas: entonces, se entusiasmaba mi espíritu y me proponía hacer muchos números más de nuestra revista de la Oficina del Historiador.
Cuando Opus Habana era apenas un proyecto editorial incipiente, en su segundo volumen —ya suman 12, que recogen  37 números en total—, la artista nos regaló una portada que reinventaba a la ciudad. Tocada por imágenes volanderas a lo Chagall, ella se regocijaba de andar perdida por una Habana extraña, reconocible siempre por sus muros… Decía «pintar sitios maravillosos por los que nunca he pasado».
Desde entonces —1998— hasta la fecha, sin desmayo, la pintora nos ha recordado con su arte que  La Habana es nombre de mujer. Al igual que la india legendaria, pudiera decir que su ser es el propio paisaje. Hija también de Habaguanex, Ileana Mulet es la ciudad, y la ciudad es Ileana Mulet.
Basta que ella abra sus brazos para que exclamemos: ¡Habana mía!, y partamos inmediatamente en su búsqueda, no importa en qué lugar ignoto de sus cuadros esté… Ahora, después de tanto tiempo, cuando se cumple el 490 Aniversario.



(Palabras al Catálogo de la exposición «Habana mía», inaugurada el 15 de diciembre en el Museo de Arte Colonial.)