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Del 21 al 24 de marzo, sesionaron las VIII Jornadas Técnicas de Arquitectura Vernácula que, auspiciadas por la Oficina del Historiador de La Habana y la Fundación Diego de Sagredo de España, conmemoraron los 500 años de la fundación de Baracoa, Villa Primada de Cuba.

El encuentro sesionó en la Sala de Conferencias del otrora Palacio del Conde Cañongo sito en San Ignacio 356 entre Muralla y Teniente Rey, Plaza Vieja.

A conmemorar los 500 años de la fundación de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, Villa Primada de Cuba, estuvieron dedicadas las VIII Jornadas Técnicas de Arquitectura Vernácula, que del 21 al 24 de marzo tuvieron lugar en el Centro Histórico.

Durante la ceremonia de inauguración el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, entregó a su homólogo de Baracoa, Alejandro Hartmann, una placa conmemorativa por los 500 años de la Villa Primada de Cuba. En la foto aparecen, además, Daniel Taboada, titular
de la Cátedra de Arquitectura Vernácula (izquierda), y Javier de Cárdenas, presidente de la Fundación Diego de Sagredo y actual Marqués de Prado Ameno (derecha).

Con la intervención del Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, el lunes 21 quedó  inaugurado el encuentro en la galería de la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, en presencia —entre otros— de Javier de Cárdenas, presidente de la Fundación Diego de Sagredo y actual Marqués de Prado Ameno, y Daniel Taboada, titular de la Cátedra de Arquitectura Vernácula.
Oficializó el inicio de la cita, la entrega de los premios y menciones a los ganadores del Concurso de fotografía, literatura y comunicación 2010, cuyas instantáneas laureadas se exhiben en la mencionada galería. Asimismo se dieron a conocer las bases de la próxima edición para que autores nacionales o extranjeros radicados en Cuba, participen con obras cuyo tema será cualquier aspecto particular o general vinculado a la arquitectura vernácula cubana y sus materiales. Se concursa en los géneros de ensayo, crónica, reportaje, testimonio, investigación histórica o artículo de prensa escrita, radial o televisiva.
Culminó esta jornada con un tributo de recordación a dos Miembros Distinguidos de la Cátedra, fallecidos en 2010. Una ofrenda floral fue colocada ante las tarjas a los arquitectos Fernando López Castañeda y Eliana Cárdenas Sánchez.
Durante tres días sesionó el encuentro teórico en la sala de conferencias del Palacio del Conde Cañongo (San Ignacio No. 356 entre Muralla y Teniente Rey, Plaza Vieja). Allí profesionales de España, Guatemala y Cuba reflexionaron no sólo sobre temas relacionados con lo vernáculo en sus múltiples manifestaciones, sino también acerca de la crítica situación en Haití, que con los problemas heredados del último terremoto, la temporada ciclónica de 2010 y la epidemia del cólera, enfrenta inexorablemente la pérdida de su arquitectura vernácula, especialmente los valiosos exponentes de la tipología del Girgerbread Hause.
En sesiones matutinas y vespertinas, se desarrolló el programa científico en el que destacaron las conferencias: Antigua, Señera Ciudad Regional; Baracoa. Villa Primada; Arquitectura vernácula: la ventilación, estrategia y necesidad; Cárdenas, urbe del XIX cubano. Un patrimonio en peligro; Los elementos en la arquitectura tradicional en la zona de los valles Riaza-Duratón, Segovia, y Tranvías de La Habana.
Las comunicaciones en tanto, versaron entre otros temas, sobre las chapas de metal galvanizado en la arquitectura guantanamera; el embarrado o embarro como tecnología de construcción con tierra en Cuba; el portal habanero, vernáculo por derecho propio, ¿arquitectura o urbanismo?; el corredor santiaguero, el valor vernáculo del centro histórico de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, así como sobre la Iglesia de Bejucal, arquitectura vernácula religiosa a proteger.
Como se hace habitual en cada edición de este encuentro, fueron abiertas dos exposiciones del fotográfo Julio Larramendi, una dedicada a Baracoa, expuesta en la galería El Santo Ángel, y otra al paisaje cubano, en la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente. Asimismo en la galería del  Palacio del Conde Cañongo, puede apreciarse «Ars aedificarum», de Alexis Rodríguez y Rodolfo Zamora.
En la ceremonia de clausura, se hizo entrega de diploma y medalla acreditativos a nuevos miembros de la Cátedra de Arquitectura Vernácula, Gonzálo de Cárdenas, y se convocó a las IX Jornadas de 2012.
La Oficina del Historiador de La Habana y la Fundación Diego de Sagredo de España, auspician estas Jornadas Técnicas, con el propósito de apoyar la promoción, difusión, investigación y salvaguarda de la arquitectura vernácula cubana en especial, y de la arquitectura vernácula del Caribe, de las Américas del Norte, Central y del Sur, y del mundo en general.
Para Daniel Taboada, titular de la Cátedra de Arquitectura Vernácula, «las VIII Jornadas, han tenido el significado especial de que aquí estamos, existimos. Ya hemos celebrado ocho encuentros y las solicitudes de participar sobrepasan las posibilidades de admisión y el interés mayor está en las provincias, que tienen un espacio para proyectar sus valores e inquietudes».
Resaltó la buena acogida recibida entre los estudiantes lo que consideró muy importante porque «ellos son el futuro». En cuanto a los concursos de Fotografía y de Literatura y Comunicación, Taboada consideró que «demuestran el interés general por el tema y contribuyen a enriquecer la bibliografía especializada, es un material valioso para la promoción entre la población y la juventud que descubre nuevos intereses».
Al comentar sobre la posibilidad de aplicar la filosofía de la arquitectura vernácula a la arquitectura hecha por profesionales, resaltó que la sabiduría de la arquitectura vernácula, es perfectamente aplicable a la más ortodoxa arquitectura contemporánea.
«La arquitectura mejor de todos los tiempos en Cuba, siempre ha retomado conceptos vernáculos, como el patio, los materiales usados, la protección contra sol y la lluvia, los techos inclinados, la persiana francesa, la ventilación cruzada entre otros. Varias ciudades y paisajes culturales cubanos incluidos por UNESCO en la Lista del Patrimonio Mundial, como Viñales o Camagüey, son típicos ejemplos de arquitectura vernácula. De aplicar los conceptos de la arquitectura vernácula tendríamos mejor diseño y mayor funcionalidad y economía de recursos, especialmente de electricidad», concluyó.

Karín Morejón Nellar
Opus Habana