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Durante tres días se desarrolló el programa científico que promovió interesantes debates entre los asistentes, profesionales de España, México, Canadá, Jamaica y Cuba.
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En la ceremonia que dio inicio a esta quinta edición de las Jornadas, hablaron el arquitecto Daniel Taboada Espiniella, titular de la Cátedra Gonzalo de Cárdenas; Javier de Cárdenas, presidente de la Fundación Diego de Sagredo y actual Marqués de Prado Ameno, así como María Buajasán, directora de Arquitectura Patrimonial, de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Tras las intervenciones, se premió a los ganadores de los concursos de fotografía y literatura 2007, convocados por la Cátedra y fue abierta una exposición con las instantáneas enviadas por los participantes en el certamen.
Las conferencias Puebla y su arquitectura regional persistente, y Patrimonio del Caribe en peligro a cargo de Yolanda Ríos e Isabel Rigor, respectivamente, resultaron un atráctivo preámbulo para el intercambio teórico que versó, entre otras temáticas, sobre materiales de construcción, exponentes constructivos, conjuntos, urbanismo, y patrimonio intangible. Durante tres días se desarrolló el programa científico que promovió interesantes debates entre los asistentes, profesionales de España, México, Canadá, Jamaica y Cuba.
Lograr que la arquitectura vernácula y sus valores tradicionales sean reconocidos y que la sociedad tome conciencia de ellos, son propósitos de la Cátedra que, promovida por la Fundación Diego de Sagredo y adjunta a la Dirección de Arquitectura Patrimonial de la Oficina del Historiador, pretende –también– apoyar la promoción, difusión, investigación y salvaguarda de la arquitectura vernácula del mundo y, en especial, de la cubana. Prestigiosos arquitectos, historiadores, antropólogos, arqueólogos y otros intelectuales, en calidad de miembros distinguidos y correspondientes, conforman sus filas. El arquitecto español Gonzalo de Cárdenas y Rodríguez (1904-1954) se desempeñó como Subdirector General de Regiones Devastadas, creando y organizando la estructura administrativa para la reconstrucción de España tras la guerra civil. Autor de numerosos edificios civiles y religiosos, fue –además– profesor de Composición de la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde se dedicó al estudio profundo de la arquitectura popular.
Su abuelo paterno, Ramón de Cárdenas y Padilla, nacido en La Habana, era descendiente directo de Nicolás de Cárdenas y Castellón, Alcalde Ordinario de la Villa de San Cristóbal de La Habana y Primer Marqués de Prado Ameno (1753-1799), vinculado a los Calvo de la Puerta y al Patronato y Casa de la Obra Pía.
Redacción Opus Habana