Los campos del arte y de las producciones experimentales son especialmente prolíferos para la confluencia de utopías múltiples, para el exorcismo y la catarsis.En esta ocasión, el ámbito expositivo que propone Factoría Habana se regodea en el quehacer reciente de cuatro creadores graduados del Instituto Superior de Arte (ISA), que han tenido un llamativo protagonismo durante la última década.

Estas piezas, que transitan por la instalación, la escultura y el environment, no sólo constituyen correlatos sub-utópicos y expectantes de determinados fragmentos de la realidad, sino que convierten el escenario de exposición en una dialógica zona heterotópica.

La trasgresión de construcciones de-limitantes, tanto físicas como culturales, es una tentación perpetua en la sensibilidad contemporánea. Las fronteras difusas y lo intangible subyacen en nuestras prácticas de manera tan sutil como recurrente. Estos lugares míticos y reales— en los que ocurre cierto desplazamiento del canon social y se prefiguran como espacios alternativos para la realización— fueron definidos con el concepto de heterotopía, por Michel Foucault en 1967.

Los campos del arte y de las producciones experimentales son especialmente prolíferos para la confluencia de utopías múltiples, para el exorcismo y la catarsis. En esta ocasión, el ámbito expositivo que propone Factoría Habana, se regodea en el quehacer reciente de cuatro creadores graduados del Instituto Superior de Arte (ISA),que han tenido un llamativo protagonismo durante la última década. Son artistas de individualidades bien definidas pero que comparten una misma sensibilidad generacional en la que predomina, como conducto de lo conceptual, la exploración de las posibilidades semióticas de los objetos y los elementos visuales plásticamente connotativos, así como un sospechoso dominio de la techné, para proponer discursos cada vez más alejados de narraciones localistas.

Duvier del Dago. De la serie Castillos en el Aire (2010). Video-instalación.

Estas piezas, que transitan por la instalación, la escultura y el environment, no sólo constituyen correlatos sub-utópicos y expectantes de determinados fragmentos de la realidad, sino que convierten el escenario de exposición en una dialógica zona heterotópica: la ciudad virtual, minuciosamente tejida por Duvier del Dago; la provocativa tentación hacia otros estados posibles, desde reminiscencias ¿infantiles?, de José Emilo Fuentes (JEFF); la sugerencia potenciada en la propuesta de Wilfredo Prieto; el insólito emplazamiento de un ready made subvertido, de Humberto Díaz; y la percepción crítica de Frency sobre sus coetáneos, ilustran diferentes contextos reales y subjetivos de manera hiperbólica y escenográfica.

José Emilio Fuentes(JEFF). Danger (2010). Instalación.

Asimismo, el complejo proceso de gestión e instalación de cada pieza –abierto al público para permitirle ser un espectador más activo de la concreción del hecho artístico– y el camino denodado de la curaduría, han conformado una muestra que pretende mirar con toda intención hacia la propia naturaleza del arte, con la primigenia y aparentemente ingenua voluntad de contemplarla y apenas asistir a sus provocaciones de realización alternativa.

Onedys Calvo
Curadora