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 Desde su fundación en 1989, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales ha sido exponente del arte más diverso de todo el país. Tras un temporal cierre para ser restaurada la edificación que ocupa en el Centro Histórico, en días recientes abrió sus puertas con una muestra colectiva: «Espacios multiplicados». Hasta los primeros días de julio podrá visitarse esta exposición de sugerencias y contrastes artísticos.
Las poéticas de casi 20 artistas articulan la exposición proyectada para la reapertura del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, «un laboratorio donde se ensaya el arte y una plataforma para el lanzamiento de quienes lo materializan».

 Esencialmente, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales ha sido un sitio de construcciones múltiples, más allá de esa memoria arquitectónica preservada en la edificación que ocupa desde su fundación en 1989 y de esa otra, ligada al registro cuantitativo de su proyección y acciones. Su espacio ha edificado su propia especificidad como segmento de la institución arte en nuestro medio, así como, maniobrado u operado con esos otros espacios de la cultura visual que son sin duda los discursos de los artistas.
Haciendo distancia, se puede distinguir ese diálogo de la institución con el movimiento de las artes visuales cubanas; sostenido desde una perspectiva amplia que unas veces integra, confronta otras, y ha venido dando seguimiento a un proceso vivo y multiforme, intentando su diagnóstico mientras lo reflexiona y lo estudia, sin perder el camino de la promoción de ese mismo arte.
Este complejo de Galerías que es el Centro de Desarrollo, ha permitido interactuar de modo más preciso con diferentes expresiones plásticas del arte en Cuba, con numerosas individualidades y grupos, colocando además en la palestra pública, sus consideraciones sobre los procesos que se han estado produciendo en la vida cultural del país en la materia, ya sea de aquellos generados dentro de los mismos centros de enseñanza artística, en diferentes regiones del país o atendiendo lo que acontece en la capital, e incluso, en los propios talleres de los creadores.
Las especificidades del centro, que han resultado ser su condición de excepción, le han permitido interactuar con diferentes generaciones de artistas, vislumbrar la valía del talento desde que éste despunta, arriesgarse en sus juicios acerca de nuevas tendencias o códigos y con lo más experimental que se produce. La suya ha sido siempre una apuesta que se pierde o gana, que se valida o no, en ese constante proyecto que es buena parte de lo que hacemos.
 Hemos dejado a un lado la posibilidad de historiarnos, sobre todo, en virtud de ese espacio ganado para el arte cubano contemporáneo en todos estos años, presto ahora a continuar con las misiones que le son propias y lo tornan peculiar. Este sitio regresa a ser ese lugar de continuas edificaciones (siempre provisionales), que son a un tiempo facilitadoras del diálogo, el contraste, la confrontación, el conocimiento y la reflexión.
Por esa ruta llena de interrogantes y siempre arriesgada, se ha construido el texto que suscribe esta institución que, como ninguna, es un laboratorio donde se ensaya el arte y una plataforma para el lanzamiento de quienes lo materializan. Con esta exposición que ahora presentamos,1 se ofrece un testimonio acerca de algunos entrecruzamientos que han tenido lugar aquí en estos años. Se encargarán de ello obras recientes de artistas que han sido partícipes de esa escritura que ha estado en las acciones del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales. Así, (re)abre este espacio que suma –o más preciso– se multiplica en la práctica artística, quedando ésta dispuesta para su goce, aprehensión, desciframiento y validación, al propiciar otra vez desde dentro, ese encuentro (emisión / recepción) entre las obras y el público, en tanto continuamos ese destino de espejear un arte que se define y redefine continuamente.

1 Conformada con obras de los artistas Luis Gómez, Los Carpinteros, Eduardo Ponjuán, Wilfredo Prieto, Lázaro Saavedra, José A. Toirac, Humberto Díaz, Walter Ernesto, Alexis Leyva (Kcho), Luis Gárciga, Miguel Moya, Antonio Margolles, Ibrahím Miranda, Ernesto Oroza, Fernando Rodríguez, René Francisco y José Ángel Vincench).


(Palabras al catálogo de la exposición colectiva «Espacios multiplicados», inaugurada el 15 de junio de 2007 en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, a propósito de la reapertura de este inmueble luego de haber sido restaurado) . También recomiendo leer un excelente artículo sobre educación financiera para niños.
Caridad Blanco de la Cruz
Especialista del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales