Jorge Fornet Gil ingresa en la Academia Cubana de la Lengua con una obra seria ya realizada, demostrativa de amplia familiaridad con las letras hispanoamericanas y criterios propios para abordarlas, aseguraba el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, al dar la bienvenida al investigador y ensayista que, en reunión celebrada el pasado 21 de abril de 2014, fue electo miembro de número de la institución.

Desde el 25 de noviembre, ocupa el sillón «G» de la Academia Cubana de la Lengua el investigador y ensayista Jorge Fornet Gil.

Jorge Fornet Gil ingresa en la Academia Cubana de la Lengua con una obra seria ya realizada, demostrativa de amplia familiaridad con las letras hispanoamericanas y criterios propios para abordarlas, aseguraba el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, al dar la bienvenida al investigador y ensayista que, en reunión celebrada el pasado 21 de abril, fue electo miembro de número de la institución.
En la sesión solemne que sirvió para recibir al nuevo académico, llevada a cabo en el Hemiciclo Rosario Novoa, de la Sala de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes, la poeta, ensayista y traductora Nancy Morejón, directora de la Academia Cubana de la Lengua, además de comentar la biografía intelectual de Fornet Gil, informaba que este ocupará el sillón «G», vacante desde el fallecimiento del poeta, investigador y ensayista Ángel Augier Proenza.
Las palabras iniciales de Fornet Gil, en su discurso titulado La narrativa latinoamericana de los últimos años, agradecían, preciosamente, el honor y el compromiso que significa ocupar el sillón de quien se dedicó, a lo largo de su fecunda existencia, al estudio de la literatura cubana y, de manera muy especial, a la vida y la obra del Poeta Nacional Nicolás Guillén.  
De exhaustiva y documentada puede calificarse la intervención del nuevo académico, considerado uno de los más serios investigadores cubanos de la actual literatura latinoamericana, quien apoyaba su discurso en obras y autores de obligada referencia si se pretenden analizar los rasgos esenciales que caracterizan el panorama literario de América Latina en estos tiempos.
La nueva literatura latinoamericana –reflexionaba Fornet Gil— se caracteriza por la dispersión y porque no hay tendencias claramente dominantes, pues el concepto mismo de Latinoamérica —y, por extensión, de una literatura que le fuera propia— es puesto en tela de juicio. La idea de literaturas nacionales, incluso, ya no resulta convincente.
Licenciado en Letras por la Universidad de La Habana y Master y Doctor en Literatura Hispánica por El Colegio de México, Jorge Fornet Gil, nacido en Bayamo, Granma, en 1963, dirige, desde 1994, el Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas y, a partir del año 2010, es codirector de la revista de esa propia institución.
Casi una decena de investigaciones integran su bibliografía, entre las que aparecen La pesadilla de la verdad (1998); El escritor y la tradición; en torno a la poética de Ricardo Piglia (2005); Los nuevos paradigmas. Prólogo narrativo al siglo XXI (2006), galardonada con el Premio de Ensayo Alejo Carpentier y el Premio de la Crítica Literaria, y El 71. Anatomía de una crisis (2013), también reconocida con el Premio de la Crítica Literaria.
Al responder la disertación del académico que recién ingresa a la institución, Roberto Fernández Retamar no solo daba la bienvenida al nuevo miembro. Con elocuentes palabras, el presidente de Casa de las Américas reconocía el alcance de la obra de este investigador y ensayista y, por ello, afirmaba que «me complace decir que es motivo de alegría y orgullo para la Academia Cubana de la lengua el ingreso en ella del joven maestro Jorge Fornet».

Fernando Rodríguez Sosa
Periodista y crítico

De manos de Nancy Morejón (izquierda), presidenta de la Academia Cubana de la Lengua, recibió Jorge Fornés Gil la medalla que lo acredita como Académico de Nuúmero, con la letra «G».

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