Tras haber destinado seis años de sus vidas al estudio de una extensa y consagrada carrera que les aportara los conocimientos y las herramientas precisas para contribuir a la preservación del patrimonio nacional, estudiantes del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana tuvieron este miércoles 11 de julio su acto de graduación. En el Aula Magna de ese histórico edificio, la ceremonia coincidió con el 218 aniversario del natalicio del insigne pensador y pedagogo José de la Luz y Caballero, cuya impronta debe constituir una verdadera inspiración para cada cubano y, en especial, para aquellos que se incorporan a la vida profesional.

Tras haber destinado seis años de sus vidas al estudio de una extensa y consagrada carrera que les aportara los conocimientos y las herramientas precisas para contribuir a la preservación del patrimonio nacional, estudiantes del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana tuvieron este miércoles 11 de julio su acto de graduación.
En el Aula Magna de ese histórico edificio, la ceremonia coincidió con el 218 aniversario del natalicio del insigne pensador y pedagogo José de la Luz y Caballero, cuya impronta debe constituir una verdadera inspiración para cada cubano y, en especial, para aquellos que se incorporan a la vida profesional.

El acto estuvo presidido por la Doctora Norma Barrios, Vicerrectora docente de la Universidad de La Habana; el Doctor Eusebio Leal Spengler, Maestro Mayor del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana y el Doctor Félix Julio Alfonso, vicerrector de dicho centro educacional.
Las palabras iniciales estuvieron a cargo de Israel Corrales Vázquez, mejor graduado del presente curso, quien en nombre de sus compañeros aseguró sentirse orgulloso de haber estudiado en tan prestigioso Colegio.



«Es nuestro deber llevar cada enseñanza en el corazón y ponerlas en práctica, especialmente aquellas que no se enseñan en un libro, sino desde la experiencia. Nuestros profesores nos brindaron más de lo que en una cátedra se puede enseñar y por lo que estaremos eternamente agradecidos: por los valores, por la excelencia y el ejemplo de profesionales que hoy queremos ser», afirmó.
El emotivo encuentro también contó con el discurso del Historiador de la Ciudad, Doctor Eusebio Leal Spengler, quien convidó a los nuevos profesionales a reflexionar que «el bien supremo que hoy reciben no es precisamente el pergamino que lo avala, sino la posesión real de esa lámpara que nos permitirá, por el camino arduo de la vida, marchar con la certeza de que conocemos nuestro destino».


Sus palabras constituyeron una última clase magistral, en la que el también rector del Colegio universitario recordó que «la memoria no es constatable con un hecho material; la memoria es la expresión de un recuerdo, la expresión de cosas que hemos vivido. Así es la historia: la acumulación de acontecimientos vividos que se convierten en derroteros, en enseñanzas, en métodos para la vida, sin lo cual andaríamos por ella virtualmente ciegos (…) Eso buscamos: tener un sentido para nuestras vidas. Si la vida no tiene sentido perderíamos el tiempo, perderíamos por completo la posibilidad de creer que la vida es útil para algo. Hay que tener motivaciones, anclajes, hay que tener virtudes que se hacen cívicas en la medida en que son compartidas por una comunidad humana, en este caso la de nuestra Patria, Cuba; la de nuestra ciudad, que el próximo año conmemora su 500 aniversario».



El momento fue propicio para rememorar, en el año del 150 aniversario del inicio de las luchas por la independencia de Cuba, a los mártires universitarios que entregaron sus vidas por ese propósito, de los cuales muchos de ellos estudiaron en el mismo sitio donde se erige actualmente el Colegio del que egresan hoy.
La VI graduación en la Licenciatura en Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico Cultural tuvo como premisa rendir homenaje al abogado, profesor e intelectual cubano Francisco González del Valle, quien dedicó su vida al mejoramiento de la enseñanza en nuestro país.


En este sentido, Leal exhortó a los recién graduados a tomar el ejemplo de este ilustre maestro, así como de los mártires universitarios cubanos, para evocar, cada día, ese modelo de hombre capaz de servir a la patria y a la humanidad y auguró: «Todo comienza ahora. Cuando se termina algo es que comienza otra cosa. Ahora hay un nuevo comienzo. Manténganse firmes en esa idea, desafíen todas las tentaciones; no cultiven nunca la mala virtud de la envidia, más bien cultiven la gratitud que es la más hermosa de todas.»

Al culminar el acto de graduación, los recién egresados entregaron un anillo al Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler, como símbolo de los logros alcanzados a lo largo de su vida estudiantil y muestra de agradecimiento por contribuir a la educación de los jóvenes cubanos.

Maria Karla Villar Mora
Habana Radio

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