El viernes 6 de abril el Museo de Arte Colonial, abrirá sus puertas para exhibir la muestra «Yo soy un escultor que pinta», compuesta por una selección de tintas inéditas realizadas por el artista José Delarra entre las décadas de 1990 y 2000. La exposición revela una faceta poco conocida de dicho creador, fallecido en el año 2003, y evidencia su amplio dominio de la técnica del dibujo y la variedad de temáticas que desarrolló durante su vida. Conocido como el escultor del Conjunto Monumentario Ernesto Che Guevara en Santa Clara, Delarra se destacó por crear importantes obras como la escultura de Máximo Gómez, y los monumentos de Federico Engels y José Martí, respectivamente.

La Compañía Irene Rodríguez ya tiene su propia sede en la llamada «Casa Rosada», el edificio que se construyó en 1923 para el Automóvil y Aéreo Club de Cuba (Malecón No. 255 entre Galiano y Blanco) y donde luego radicó el Instituto Cultural-Español desde 1948 hasta 1958. Ahora esta reconocida bailarina y coreógrafa ha fundado aquí los Talleres de Formación Profesional y Vocacional de las Danzas Españolas, una idea que tuvo desde que inició su compañía.

La Oficina del Historiador de Bayamo lanzó un nuevo número del Boletín Acento, correspondiente a marzo de 2018. Está dedicado a la labor e importancia que adquirieron las mujeres bayamesas en la segunda mitad del siglo XIX, luego del inicio de la Guerra de los Diez Años, a través de los testimonios recogidos por el historiador bayamés José  Maceo Verdecia. «Llegada de la guerra, las mujeres reclamaron sus derechos, unas se fueron a los campos de batallas y otras crearon donde parecía no quedaba nada. Se formaron como maestras, poetas, hasta obreras y protagonistas de episodios gloriosos y valientes». Ver Boletín Acento de marzo de 2018.

En la mañana del martes 20 de marzo, miembros de la Cruz Roja de Chipre visitaron el  Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, de la mano de Eusebio Leal Spengler. El Historiador de la Ciudad explicó a los visitantes pormenores de las labores de restauración de La Habana Vieja, que incluyen también la restauración de toda la comunidad que habita en el Centro Histórico: «Nuestra preocupación fundamental ha sido que se pueda reproducir aquí la vida y no que muera en manos del turismo».