Fundada en 2000, la Coral Infantil Cantus Firmus es una extensión del trabajo del Conjunto de Música Antigua Ars Longa, que dirige Teresa Paz, dedicado a los niños del Centro Histórico de la Habana Vieja.
En el coro alto de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís se presentaron por primera vez, hace ya cinco años, interpretando el
Llibre Vermell de Montserrat. Desde entonces, en cada uno de los Festivales de Música Antigua Esteban Salas, que organiza la Oficina del Historiador de la Ciudad, hay una presentación de Cantus Firmus.
Recientemente, como parte del proyecto infantil Pequeñas Huellas, la coral tomó parte en la grabación de un disco con obras del
Códice de Baltasar Martínez Compañón (Trujillo del Perú, ca. 1780).
El pasado sábado 17 de septiembre, esa agrupación se presentó dentro del marco de conciertos de la temporada Septiembre Barroco. Los niños interpretaron –en lenguas autóctonas indígenas– un programa integrado por obras del barroco americano que incluye parte del repertorio de las misiones jesuíticas de Moxos y Chiquitos.
Esta especie de taller de música antigua ha incorporado este año, además del canto coral, clases de flauta de pico y arpa barroca, que imparten la flautista Yulnara Vega y la arpista Anayza Núñez –ambas integrantes de Ars Longa– en sesiones de trabajo que tienen lugar martes, jueves y sábado en el Oratorio de San Felipe Neri (Obrapía y Aguiar). Los niños de Cantus Firmus no son escogidos por sus cualidades artísticas, sino que se han ido incorporando al taller de forma espontánea. Se trata de llevarles, de una manera didáctica, a un resultado artístico que cada día influye en su espiritualidad y en su educación.
Como dijera su directora Teresa Paz: «nuestra propuesta para estos pequeños cantores es ofrecerles una manera de descubrir un universo sonoro diferente y –por qué no– un nuevo modo de jugar».