De «magnífica publicación» calificó hoy Herman van Hooff, director de la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el libro
Una experiencia singular. Valoraciones del modelo de gestión integral de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad presentado esta mañana en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís.
En la ceremonia también habló el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, quien agradeció a la UNESCO lo que denominó «el noble auspicio» para editar este volumen que compendia la labor desarrollada por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) para restaurar el Centro Histórico, y recoge criterios de expertos de la UNESCO sobre este modelo de gestión.
Herman van Hooff felicitó a las autoridades cubanas, a Leal y a su equipo «por los excelentes resultados de su labor» plasmados en este texto y agradeció a todos los que colaboraron en su realización. «Esperamos que les agrade y sirva, además, como vehículo para extender la cooperación internacional, en materia de patrimonio cultural», agregó el diplomático.
Por su parte, Eusebio Leal recordó que el primer libro sobre la obra de La Habana fue
Desafío de una utopía: una estrategia integral para la gestión de salvaguarda de La Habana Vieja, editado en 1999, en tanto, agradeció al representante de la UNESCO «en nombre de los que ya no están, de los venerables precursores, a nombre de la nación... por ese juicio que siempre –dijo– será benévolo porque falta mucho por hacer».
En la presentación hicieron uso de la palabra igualmente Patricia Rodríguez Alomá y Julio Portieles Fleites directores, respectivamente, del Plan Maestro de Revitalización Integral y de Cooperación Internacional, así como Argel Calcines Pedreira, Editor General de la revista
Opus Habana, cuyo equipo tuvo a su cargo la concepción editorial y diseño grafico de
Una experiencia...En el libro que vio hoy la luz, por primera vez especialistas de la UNESCO no sólo han llevado a cabo un análisis global del proyecto reanimador del Centro Histórico de La Habana sino que sugieren posibles formas de aplicabilidad y/o adaptación a diferentes ciudades del Patrimonio Mundial.
«El programa integral de La Habana Vieja, manejado y administrado por la Oficina del Historiador, se puede considerar exitoso y loable», afirma Sylvio Mutal, Consultor Principal Internacional en matera de
Conservación, Desarrollo, Manejo y Gestión de Programas en Ciudades/Centros Históricos.
Según este experto de la UNESCO, la experiencia del programa de rehabilitación de La Habana Vieja «hace pensar en la creación de un Fondo Especial de Ciudades Históricas que podría ser administrado por organismos locales a nivel de ciudad o una agencia especial tipo OHCH».
Y agrega: «Esto podría ser una adaptación de la manera empresarial con la cual opera la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana».
Fernando Carrión, investigador de la Facultad Latinoamericano de Ciencias Sociales (FLACSO)-Ecuador, considera que «más que un caso triunfante o un modelo que pueda ser replicable en otras ciudades, la renovación de La Habana Vieja es una política exitosa que muestra cómo en una situación de alta diversidad es factible encontrar soluciones propias a los propios problemas».
Al considerar al Centro Histórico habanero como «una plataforma de innovación», Carrión asevera: «el proyecto de renovación de La Habana Vieja es uno de los pocos de América Latina que está en correspondencia con el proyecto de desarrollo nacional».
A los informes de ambos expertos de la UNESCO que aparecen en el libro
Una experiencia..., le antecede un resumen de la información sistematizada durante una década (1994-2004) por el Plan Maestro de la OHCH a partir de 1993 cuando el Decreto-ley 143 del Consejo de Estado reconoció a este importante sector de la ciudad como Zona Priorizada para la Conservación.
Con ayuda de decenas de tablas, mapas y gráficos, en el volumen se ofrecen –en español e inglés– datos estadísticos, resultados de varias encuestas e información geográfico-territorial que ayudan a comprender los desafíos de la rehabilitación de La Habana Vieja, la generación de recursos financieros propios y la recuperación socioeconómica y sociocultural de este enclave con alto valor patrimonial.
Aunque desde los años 30 de la centuria pasada ya existía la preocupación por salvaguardar el patrimonio histórico-artístico habanero, tal interés se intensificó en la década de los 80, luego de que en 1982 el Centro Histórico de La Habana y sus sistema de fortificaciones fueron incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Desde 1967, con la refundación del Museo de la Ciudad en el antiguo Palacio de los Capitanes Generales, el actual Historiador de la Ciudad había dado sentido de continuidad al empeño intelectual de Emilio Roig de Leuchsenring por conservar las reliquias del pasado.