El Planetario Astronómico constituye un símbolo de la amistad entre Cuba y Japón, coincidieron en afirmar hoy el embajador nipón en La Habana, Masuo Nishibayashy, y el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, al inaugurar oficialmente la obra civil de esta instalación en la Plaza Vieja del Centro Histórico.
Este moderno centro de cultura y ciencia abrirá sus puertas al público más adelante —y previo anuncio— cuando estén listos los ajustes tecnológicos de gran complejidad que exige el montaje del equipamiento y accesorios de proyección, donado por el país asiático.
Masuo Nishibayashy destacó el significado de que el acto de apertura se realiza exactamente el mismo día en que se cumplen 80 años del establecimiento de relaciones entre los dos países, y anunció la visita a la isla antillana en enero de 2010 del primer cosmonauta japonés, quien incluirá en su periplo varias conferencias magistrales, una de ellas en el Planetario, precisó.
Tras evocar la memoria de una de las primeras animadoras de este proyecto, la fallecida científica y ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Rosa Elena Simeón, Leal Spengler expresó su convencimiento de que la obra servirá también como un llamado de atención al Hombre para salvar la Naturaleza, «cada vez más en peligro luego del fracaso de la recién celebrada Cumbre de Medio Ambiente en Copenhague».
Según se informó, en un futuro cercano, la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad promoverá un sistema de reservas que permitirá a instituciones educacionales, familias y personas interesadas, programar visitas al Planetario Astronómico.
Cuatro siglos después que Galileo enfocara su telescopio al cielo, en el 2009, Año Internacional de la Astronomía, y en conmemoración al 80 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Japón y Cuba, los visitantes del Centro Histórico podrán viajar a las profundidades del Universo gracias a la magia del nuevo Planetario.
El proyecto de un Planetario astronómico comenzó a gestarse en 2004, auspiciado por la Oficina del Historiador de Ciudad de La Habana y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA). Fundamental en este propósito resultó la colaboración que ofreció la Organización de Ayuda Cultural (ODA) de Japón para la compra de un equipo —un telescopio o un planetario— que contribuyera al fomento y estudio de la astronomía en Cuba.
El reto quedaba planteado, pues la aspiración de sus organizadores superaba la mera realización de una sala-teatro-planetario. La pretensión —hoy materializada— fue la conformación de un centro cultural para la ciencia y la tecnología, con los ambiciosos objetivos de poner al alcance de todos —de manera amena y creativa— el caudal de saberes atesorados por la humanidad en materia de Astronomía, Matemáticas, Física, Exobiología… que servirán para extender y reforzar la cultura popular con conceptos tales como el tamaño, la edad, y el origen del Universo, la evolución de las galaxias, las estrellas, y los planetas, así como la dimensión humana en el cosmos, entre otros conocimientos de la ciencia contemporánea.
El discurso espacial del planetario astronómico fue concebido en cuatro niveles: 1) Planta baja que incluye la entrada, Salón del Universo, Teatro Espacial, Pasaje Cósmico y Galería de las Escalas. 2) Segundo nivel: Sala de la Cosmonáutica y de la Técnica Espacial, Snack. 3) Tercer nivel: Sala Estelar, Sala Galáctica, y el Balcón del Sistema Solar. 4) Cuarto nivel: Observatorio (al aire libre).
En estas áreas se presentarán temas variados como el arte espacial; las misiones al espacio —presentes, pasadas y futuras—; medios interactivos, el zoo cósmico, reproducciones e imaginería de disímiles objetos que pueblan el cosmos; vida extraterrestre, ciencia y ficción, las energías en el universo, los grandes hombres y mujeres de la historia de la ciencia y la tecnología, hitos históricos; el AstroInfo como medio de información multivariado, instituciones científicas del mundo, instrumentos…
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En la planta baja y como atracción principal se ubica el Planetario con un impresionante juego de luces, que hace sentir a los visitantes la vastedad del espacio. El domo esférico de 10 metros de diámetro —que representa al Sol— contiene un proyector GOTO G Cuba Custom de fabricación Japonesa, que sirve de pantalla al Teatro Espacial. En su base se ha recreado —con acierto— de forma tridimensional el fenómeno del Big Bang, el cual incluye una serie de sonidos que hacen más espectacular la representación del origen del universo, aun cuando apuntan los científicos que el hecho real ocurrió en un total silencio. Una rampa helicoidal alrededor de la gran esfera da acceso a su interior donde se ubica la sala-planetario con capacidad para 63 personas. Luego de recrearse en la explosiva representación del Big Bang, los visitantes tendrán la opción de avanzar por el Pasaje Cósmico, un dramático sendero en espiral que los conduce a través de 13,7 mil millones años de evolución cósmica. Antes de acceder al entorno del Big Bang, niños y adultos podrán determinar cuántos millones de años avanzarán con cada paso que den por el Pasaje.
En los salones del centro cultural existe un modelo tridimensional a escala del Sistema Solar. Planetas representados con gran realismo, suspendidos del techo del edificio en un momento estático de su danza alrededor del Sol. Otra de sus atracciones lo constituye la Galería de las Escalas, una exhibición dividida en varias columnas que soportan al Teatro Cósmico.
En el Observatorio ubicado un cuarto nivel, un balcón exterior al frente, permite hacer uso de telescopios para ver directamente el disco del sol con ayuda de filtros especiales y en ocasiones hacer observaciones nocturnas de fenómenos astronómicos notables.
Usando la altura media humana como base para la comparación, esta exhibición explorará el inmenso rango de tamaños en el cosmos desde la dimensión del Universo conocido, hasta los componentes más elementales de la materia; desde el tamaño de nuestro planeta hasta el núcleo del átomo más pequeño. A lo largo del trayecto por la galería, varias representaciones introducen a los visitantes, en incrementos dimensionales por potencias de diez, comparando imaginativamente los tamaños relativos de átomos, planetas, estrellas, y galaxias.