Es precisamente la Plaza Vieja un lugar ideal para tal conmemoración, pues la Embajada del país norteño en la Isla contribuyó —desde el primer momento— con el proyecto de devolverle a ese espacio su imagen y funcionalidad de antaño.
En las palabras de inauguración de la exposición, el Historiador de la Ciudad Eusebio Leal Spengler afirmó: «Con intensa satisfacción celebramos la apertura de la Oficina Comercial de la República de Cuba en Yarmouth, Nueva Escocia, en 1903. Ello es el motivo esencial de la exposición que hoy dejamos abierta al público (…).
Luego de establecerse esta primera misión comercial en Yarmouth —que marcó el inicio de los vínculos cubano-canadienses—, los acuerdos se formalizaron y lógicamente se intensificaron.
«Ya en 1945 —precisa en la introducción del catálogo Michael Small, embajador de Canadá — ambos países estaban listos para establecer relaciones diplomáticas más formales (…) Canadá emergió de la Segunda Guerra Mundial notablemente realzada y estaba interesada en establecer misiones diplomáticas en muchos países latinoamericanos Cuba fue el
primer país del Caribe seleccionado por Canadá para establecer una misión diplomática (…)».
Este proyecto para conmemorar el centenario de los nexos bilaterales, se inició en el verano de 2002 cuando la Embajada de Canadá, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Fototeca de Cuba aunaron esfuerzos para organizar la exposición fotográfica.
A partir de entonces se comenzó una labor de investigación para armonizar lógicamente todas las imágenes, e ilustrar así los momentos cardinales de esta relación.
El proyecto —con la intención de mostrar la mayor cantidad de los materiales recopilados en la investigación— incluyó además de la exposición, otros medios informativos, entre ellos, un catálogo, un video, una página Web... Así, se logró que una amplia gama de nexos comerciales, culturales, científicos, deportivos y de cooperación estuvieran presentes en la muestra, que estará expuesta hasta el próximo día 10.
El espectro de información y el sinnúmero de fotos que se obtuvieron en el proceso previo, hizo imposible que todas estuvieran representadas.
Así lo expresan —en el propio catálogo— los organizadores del proyecto: «El presente catálogo recoge sólo una selección de las fotografías que encontramos y un breve resumen de la información recopilada».
No obstante, reconocen el valor de la exposición, cuando afirman: «Es mucho lo que las imágenes pueden decirnos sobre cómo dos pueblos, en un tiempo distante, se han ido aproximando a lo largo de un siglo de amistad y respeto mutuo».