Inspirada en un poema homónimo de Víctor Hugo, esta exposición está integrada por obras nacidas de la apreciación que de la naturaleza hace su bisnieta, Marie Hugo.
{mosimage}Organizada por la Asociación Cuba Cooperación, en coordinación con la Oficina del Historiador y el Museo Nacional de Bellas Artes, la jornada de remembranza a Víctor Hugo se extendió durante una semana.
«Siempre existirán motivos para la hermandad entre los pueblos y quiero hoy estimular lo que siempre nos ha unido: el amor, la amistad, la cultura y, de esta manera, honrar a Víctor Hugo», aseguró Eusebio Leal Spengler en la Casa Oswaldo Guayasamín durante la apertura de la muestra.
El lunes 17 se realizó un acto homenaje en el parque que lleva su nombre en El Vedado (esquina 19 e I), al que lo identifica desde 1935 un busto del insigne escritor francés, colocado allí por Emilio Roig de Leuchsenring y que gracias a un proceso de restauración y limpieza de la piedra recobró su aspecto original.
{mosimage}«Genio de Francia y de las letras universales, defensor incansable de los pobres y los oprimidos de la tierra, a quien, en el cincuentenario de su muerte, ofrendó el pueblo de Cuba este monumento como perenne testimonio de su imperecedera gratitud, por haber sido este prócer, durante las luchas cubanas por la independencia, vocero de nuestros dolores y paladín de nuestras libertades», son las palabras que desde entonces, 1935, se leen en la placa que acompaña al busto y que evidencian la significación de Víctor Hugo en nuestra historia, como referente moral para varias generaciones de cubanos.
Esa misma tarde, en el tercer piso del Claustro Norte del Convento de San Francisco de Asís, quedó abierta la exposición «Víctor Hugo: testigo y actor de su siglo» formada por paneles temáticos sobre la vida y obra del intelectual francés. Estas imágenes, traídas desde la sala de conferencias del Senado de ese país europeo, están acompañadas por fragmentos de su biografía.{mosimage}Como colofón de la jornada, se celebraron durante el martes 18 y el miércoles 19 dos sesiones de conferencias que tuvieron como sede el Museo Nacional de Bellas Artes. Estos encuentros centraron su análisis en la relación de Víctor Hugo con Cuba, así como en su influencia sobre los principales intelectuales cubanos, entre los que se destaca José Martí.
Con la conferencia La rehabilitación de la Habana Vieja, dictada por Patricia Rodríguez –directora del Plan Maestro de Rehabilitación Integral de la Habana Vieja–, los participantes a estas sesiones conocieron los hitos fundamentales de la gesta restauradora que tiene lugar en el Centro Histórico habanero. Como extensión, se realizó una visita a la Casa Fundación Víctor Hugo, sita en la calle O'Reilly 311 entre Aguiar y Habana. Ese inmueble –que posee altos valores arquitectónicos– será rescatado como símbolo de la amistad entre Cuba y Francia, y devendrá espacio dedicado a rendir cabal homenaje al polifacético intelectual francés.