Diversas son las
razones que motivan a algunos individuos a adentrarse en el
terreno de la creación artística. Y diversos
son también los ejemplos de los resultados finales.
Desde hace un tiempo, en varios puntos del país de
manera creativa y hasta espontánea, la realidad visual
se ha enriquecido con un número de obras realizadas
esencialmente con telas. La disposición formal y cromática
de pequeños trozos elegidos da como resultado lo que
popularmente conocemos como parche (
patchwork).
De modo paulatino, las artes visuales del país han
sumado un grupo de tapices y otras formas, que más
allá de las puntadas y la técnica utilizadas,
denotan en algunos casos un nivel de originalidad. Existen
varias personas interesadas en esta línea de trabajo,
quienes a veces poseen cierta dosis de autodidactismo artístico.
Esto último pudiera corroborarse con las participantes
en la muestra «Darle sentido a la vida», quienes
por varios días asistieron a los cursos de parche impartidos
–desde el 2003 hasta este año, en la Casa de
la Obra Pía– por la artesana Adela Rodríguez
Martínez. Por consiguiente, los tapices, cojines, agarraderas,
carteras, manteles y muñecos expuestos en esta institución
desde el 11 de junio han sido creados o recreados por varias
mujeres con intereses por la costura y el gusto artístico.
Aspectos estos muy característicos de las féminas
y de las labores hogareñas, pero con la única
diferencia que esta modalidad manual, lejos de responder a
necesidades directas del hogar, en ocasiones cumple otros
cometidos.
El interés particular que últimamente ha suscitado
el
patchwork responde a motivaciones orientadas hacia
lo estético-artístico. Cuestión corroborada
por la artesana Adela, quien tiene el criterio que desde la
década de 1980 comenzó a hacerse en nuestro
país este tipo de trabajos manuales con una nueva finalidad.
Ella de manera particular es una de esas personas que ha posibilitado
transmitir ideas y experiencias sobre el método de
la creación de los parches. Alrededor de año
y medio imparte esta forma de creación a adultos en
la Casa de la Obra Pía.
Así, los parches más representativos de los
recientes cursos ofrecidos por esta artesana son los que estarán
expuestos hasta el 30 de junio en esa sede. Ocasión
esta para conocer de cerca varios tipos de técnicas
como el vitral, el geométrico, el tradicional, las
cuales en definitiva sirven para componer figuraciones más
agradables o menos estilizadas.Todo depende de quien decida
sentarse por largas horas para agrupar formas, hilos y colores
que satisfagan emociones.Ingenio, pericia e imaginación muchas veces pueden
ser alcanzadas y, al parecer, tales presupuestos están
presentes en esta exposición. Espontaneidad e inocencia
se perciben ante algunas de las obras exhibidas. Sus autores
han dejado brotar el latido artístico para componer
con sentido valioso. Hecho similar al que suelen realizar
los llamados pintores primitivos o
naif.
Con la creación contemporánea de parches, por
parte de autodidactas o maestros de la aguja, los resultados
pueden ser diversos en términos cualitativos. El parche
(artístico) cubano existe... ubicado justamente en
el borde de la emoción.