«Usted ha dedicado la mayor parte de su vida a embellecer la Historia de Cuba. Quienes lo conocemos quedamos deslumbrados por su capacidad creadora. Durante medio siglo ha salvaguardado el patrimonio, la memoria histórica e intelectual de una de las ciudades más hermosas, emocionantes y políticamente significativa: La Habana», expresó la Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador, Magda Resik Aguirre.
El Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, recibió en la mañana de ayer jueves 4 de octubre, en el emblemático Museo de la Ciudad, la Condecoración de la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Gran Oficial, por decreto No. 9039 del 5 de junio del 2012, que concede la presidencia de la República del Paraguay. La distinción fue dada a conocer en Asunción el 13 de septiembre del 2018 y rubricada por Mario Abdo Benítez y Luis Alberto Castiglioni, gran maestre y canciller de la Orden, respectivamente.
En el acta oficial de la condecoración, leída por la Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador, Magda Resik Aguirre, se expone que «dicha honra se otorga a personalidades merecedoras de la gratitud nacional», y se le confiere a este prestigioso intelectual cubano por ser un «importante impulsor del conocimiento histórico de los pueblos de Nuestra América».
«Quiero destacar la formación autodidacta de Eusebio Leal. Para mí es uno de los valores más extraordinarios que puede tener un ser humano», explicó el embajador de la República del Paraguay en Cuba, el Excelentísimo Señor Bernardino Cano Radil, quien comentó además sobre los numerosos méritos y condecoraciones que ha recibido esta prestigiosa figura por su fecunda trayectoria y destacó su aporte imprescindible a las diversas áreas del quehacer intelectual.
«Hay algo muy importante, profesor», puntualizó. «Usted ha dedicado la mayor parte de su vida a embellecer la Historia de Cuba. Quienes lo conocemos quedamos deslumbrados por su capacidad creadora. Durante medio siglo ha salvaguardado el patrimonio, la memoria histórica e intelectual de una de las ciudades más hermosas, emocionantes y políticamente significativa: La Habana».
«En su entrega tenaz y la vehemencia casi fundacional con que ama la capital cubana – continuó Cano Radil – está su huella: pilares, arcos, azulejos, ladrillos y piedras que te recordarán siempre. Se une la extraña unión de intelectual profundo y hacedor, de origen práctico; una especie escasa, más singular aun cuando afirma que la honradez es el símbolo de la verdadera victoria, y que de allí nacen los demás valores, en especial, el patriotismo que nos exige conservar la memoria histórica evitando una especie de amnesia social cultural (…) Cuando hablamos con él nos dice que su mayor honor es ser reconocido como Historiador de la Ciudad de La Habana».
Gracias a la encomiable labor de Leal Spengler, las edificaciones emblemáticas del Centro Histórico habanero han sido remodeladas con un proceso que inició aproximadamente en 1982, cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), nombró a la otrora villa Patrimonio Universal de la Humanidad.
Puede distinguirse un trabajo de excelencia en las disímiles obras ejecutadas con el sello de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH), donde a cada paso surge un encuentro con lo más raigal de nuestras tradiciones.
El motivo de la condecoración – afirmó el Embajador –, está dado por un hecho en particular, al vincularse Leal con el héroe máximo de la República del Paraguay, el mariscal Francisco Solano López.
El Historiador, con su talento y habilidad, guió a un grupo de especialistas en la identificación de retratos y descubrió un dato singular: en Museo de la Ciudad se encontraba un cuadro del general Juan Prim Prats, pero en realidad era Francisco Solano López.
Luego de varias gestiones, Leal Spengler consiguió que el gobierno cubano donara la pintura de 1864 a ese hermano país. Actualmente se encuentra en el salón principal de la Casa presidencial en Asunción, capital de Paraguay.
«Es un motivo de alegría hacer este acto cuando faltan apenas unos pocos días para que nuestra patria conmemore el 150 aniversario del Grito de Yara, como lo conocemos, la proclama de vida del Padre de la Patria y primer presidente de la República en Armas, que era la voluntad del pueblo cubano de alcanzar su emancipación y luchar por ella», expresó Leal.
«Es también el 150 aniversario del acto magno de Céspedes de liberar a sus propios esclavos, los cuales eran ya incompatibles con sus ideas y comenzar un proceso político que el día 20 continuaría con la toma de San Salvador de Bayamo, lo que fue el nacimiento de un movimiento de toda la nación que duró largos años», añadió el también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Ciudades Patrimoniales.
Ese día se entonó por vez primera el Himno Nacional de Cuba, «en su versión primigenia, cantada en las gradas de la hoy Catedral de San Salvador de Bayamo, una de las más antiguas ciudades fundadas por España en América Latina. Me agrada muchísimo que llegue esta distinción a pocos meses de celebrar el aniversario 499 de la ciudad y hacer la proclama por el 500 aniversario, en el lugar en el cual conmemoramos la presencia de La Habana en la costa norte», aseveró.
Para Leal, Paraguay tiene gran importancia en la historia de América: «el significado de ser, de prevalecer y estar. Contra esa voluntad debió enfrentar a lo largo de su historia batallas teóricas de carácter político y batallas inconcebibles para ser libradas por un pequeño pueblo contra adversarios mortales, alentados por el imperio beligerante de aquella época (…)».
El Historiador calificó su visita a Paraguay como emocionante, «por encontrar un estado no solamente productivo y moderno, sino al mismo tiempo, como lo creyeron sus fundadores, armado espiritualmente para ser un pueblo juvenil, que se comprende cuando se piensa en aquella terrible batalla en que se inmoló casi toda la juventud».
«Sin embargo – sentenció – la profecía montada sobre aquella montaña de ruinas en medio de un campo invadido no se cumplió, y la madre patria engendró hijos nuevos que la hicieron grande, como dice el poema escrito en voz guaraní y también en otras lenguas americanas antiguas (…). Recordar en este día al doctor José Gaspar Rodríguez de Francia es obligado. Cuando Martí lo menciona habla de que su enigmática figura aún recorría el continente americano (…). Su monumento en el Parque de la Fraternidad Americana es un acto de justicia. Allí está su retrato junto al de otros precursores y libertadores».
«Estoy acostumbrado por educación a hacer mío el pensamiento del insigne y santo padre Félix Varela, que la patria no le debe a nadie, sino que somos nosotros los que estamos en deuda con ella. Por eso considerándome agraciado por este alto honor, les ruego permítame inclinar siempre mis sentimientos a Cuba, mi madre amantísima, todo honor y toda gloria porque las glorias del mundo caben en un grano de maíz», concluyó Leal.
Elaine Caballero y Yoel Lugones Vázquez
Habana Radio