Semanario Especial Opus Habana : Opus Habana. Semanario Digital.
CLAVES CULTURALES DESDE EL CENTRO HISTÓRICO
Boletin Especial  
 
 Lunes 11 de enero



     

Cierre de lujo Festival Contratenores
Todos son jóvenes, tanto los contratenores como el maestro Leo Brouwer —aunque tenga 77 años—, a la hora de homenajear a Manuel de Falla. Al cumplirse 140 años del natalicio de este gran compositor español, el Teatro Martí fue escenario de uno de los espectáculos más bellos de los últimos tiempos en la música cubana. 



 ...  ampliar en este Semanario

( Leer esta información en: sitio web opushabana )


Frank Ledesma: canto y perfomance como experiencia de vida
Ganador del primer certamen de contratenores de Cuba, que formó parte del Festival Les voix humaines en 2015, Frank Ledesma participó en el concierto de clausura del primer Festival de Contratenores del Mundo que tuvo lugar el domingo 9 de octubre. En el Teatro Martí, el público pudo disfrutar de la obra del compositor español Manuel de Falla, con piezas como Fanfarria para una fiesta, Fantasía baética para piano y las Siete canciones populares españolas para voz y orquesta.



 ...  ampliar en este Semanario

( Leer esta información en: sitio web opushabana )


Xavier Sabata: Un mosaico sonoro en la escena
Como parte del Festival de Contratenores del Mundo tuvo lugar el concierto Con che suavità, el lunes 3 de octubre en el Teatro Martí. El protagonista de la velada fue el contratenor español Xavier Sabata, junto al clavicembalista francés Ronan Khalil y el cellista cubano Alejando Martínez. Entre las obras que el público pudo disfrutar durante la velada estuvo Toccata terza F 2.03 para clavincémbalo de Girolamo Frescobaldi, Adagiati Poppea de Claudio Moteverdi, Amanti, io vi so dire de Benedetto Ferrari y Vivi tiranno de George Friederich Handel.



 ...  ampliar en este Semanario

( Leer esta información en: sitio web opushabana )


Isabel Hernández: «un concepto genuino de programación»
Organizado por la Oficina Leo Brouwer, del 30 de septiembre al sábado 8 de octubre, tuvo lugar El Festival de Contratenores del Mundo. Esta propuesta se convirtió en el primer evento dedicado íntegramente a ese registro de voz. Aprovechando esa coyuntura, Opus Habana conversó —antes de comenzar el Festival— con su directora Isabelle Hernández para conocer detalles acerca de esta edición.



 ...  ampliar en este Semanario

( Leer esta información en: sitio web opushabana )


Segundo certamen de contratenores en Cuba
El segundo certamen de contratenores de Cuba, que formó parte del Festival de Contratenores del Mundo, concluyó el jueves 6 de octubre en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes. Conformaron el jurado los contratenores Artur Stefanowicz (Polonia), Manuel Brás da Costa (Portugal), Riccardo A. Strano (Italia), Ubail Zamora (Cuba) y Daniel Taylor (Canadá), presidente del jurado. El principal galardón fue para el cubano Lesby Bautista, el segundo para el mexicano Gameliel Reynoso y el tercero quedó desierto. Además, Bautista obtuvo el premio al Cubano mejor clasificado, la Canción francesa mejor interpretada y el Premio del público. En la tarde de ese mismo día tuvo lugar el concierto de premiación.



Contratenores en las Cariátides
El Festival Les Voix Humaines, organizado por el maestro Leo Brouwer y su esposa, la musicóloga Isabelle Hernández, tuvo como novedad el primer Certamen de contratenores. Del 5 al 7 de octubre de 2015, en el Centro Hispano-Americano de Cultura, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad, se dio cita el jurado internacional que integraron los contratenores de prestigio mundial Darry Taylor, Sytse Buwalda y Rodrigo Ferreira, además del propio Brouwer. Sobre esta experiencia —al parecer inédita—, conversamos con el contratenor cubano Ubail Zamora quien fue el presidente de este encuentro.
Descargar entrevista en PDF



La músical, el infinito y Leo Brouwer
«Romántico del siglo XXI, lo que equivale a continuar como postmoderno que no escinde sino unifica», se define este hombre de ideas, uno de los pocos artistas cubanos con renombre universal en vida. Aprovechando el caudal acústico de la guitarra, superó los textos filosóficos en el afán de transmitir que todo es movimiento, cambio, proceso... infinitud en forma de la Espiral eterna. Y si alguna vez le fallaran sus manos, no importa, ya él ha conseguido con su música lo más difícil: hacernos creer que el tiempo es una propiedad humana, la dimensión primaria de nuestra sensibilidad.
Descargar entrevista en PDF



Leo Brouwer: conversaciones en tiempo de festival
Uno de esos pocos artistas que tienen la capacidad de convocar a sus homólogos, salvando conflictos intergeneracionales y otros obstáculos igualmente difíciles.
Descargar entrevista en PDF





 
Cierre de lujo Festival Contratenores

«Creo firmemente que iniciativas como estas, ayudan a legitimar, aún más, el papel del contratenor como registro agudo de las voces masculinas con capacidad plena en los diferentes repertorios, desde la música sacra hasta la ópera de todos los tiempos y estilos», aseguró el contratenor Riccardo Angelo Strano.

La Fiesta de los Contratenores del Mundo en La Habana llegó a su fin este domingo 9 de octubre, y me atrevo a afirmar que fue todo un éxito la iniciativa del maestro Leo Brouwer y su staff, reconocida por los eminentes intérpretes de «la voz más aguda del hombre» que asistieron a la cita. Brouwer lo definió como un encuentro «de nuevo tipo, único en su cuerda, el primero», al tiempo que aseguró: «ya los contratenores tienen su festival». 
La velada en el Martí rindió tributo al maestro Manuel de Falla en el aniversario 140 de su natalicio y, por ello, el programa incluyó grandes obras suyas: Fantasía Baética para piano, Canciones de juventud para voz y piano, Soneto a Córdoba para voz y arpa, Psyché para flauta, arpa, violín, viola, cello y voz, Concierto para clave, flauta, oboe, clarinete, violín y cello, y Siete canciones populares españolas para voz y orquesta.
La nómina la integraron intérpretes cubanos de la más alta calidad: los contratenores Lesby Bautista y Frank Ledesma; la pianista Isabel Mesa; la arpista Mayté Rodríguez; la flautista Anabel Gil; el violinista Reynier Guerrero; la violista Yenet Aguillón; el cellista Alejandro Martínez; con la invitación especial del excelente clavicembalista francés Ronan Khalil. Trascendente resultó la participación de la Orquesta de Cámara de La Habana, el Quinteto de Vientos Santa Cecilia y el Quinteto Ventus Habana, todos bajo la batuta del maestro Leo Brouwer.

 
 El contratenor cubano Eduardo Sarmiento junto a la pianista Isabel Mesa.

El joven contratenor Frank Ledesma asumió dos obras estreno en Cuba: Soneto a Córdoba, y las Siete canciones populares españolas de Falla, en versión de Ernest Halffter, de 1951. Ledesma, integrante de la Camerata Vocal Sine Nomine, resultó ganador del premio del primer Certamen de Contratenores Alfred Deller In Memoriam, que formó parte del Festival Les Voix humaines, en 2015. Para Frank, el primer Festival de Contratenores resultó «la oportunidad de poder expresarnos, y beber de la experiencia en los conciertos y clases magistrales de contratenores del mundo entero que tienen una larga y fructífera trayectoria dentro de este tipo de registro vocal en Europa, Canadá y Estados Unidos, entre otros países».

 
 Frank Ledesma mientras interpreta una de las obras de Manuel de Falla.

Una decena de exquisitos conciertos programados, que incluyeron más de 50 estrenos nacionales, se realizaron entre los teatros Karl Marx, Martí y del Museo Nacional de Bellas Artes y constituyeron sin dudas el gran atractivo del evento que contó con la participación del español Xavier Sabata, el polaco Artur Stefanowicz, el canadiense Daniel Taylor, el italiano Riccardo Angelo Strano, el portugués Manuel Brás da Costa, el estadounidense Darryl Taylor, y el brasileño Rodrigo Ferreira. Un amplio espectro de autores y repertorios, desde el barroco —el más abundante para la voz de contratenor— hasta el contemporáneo conformaron el programa de conciertos que arrancó con un homenaje al genio de Salzburgo, Wolfgang Amadeus Mozart en el 260 aniversario de su natalicio.

 
 El contratenor Lesby Bautista, acompañado por la pianista Isabel Mesa.

«Es una ventura para el arte poder contar con la visión y el talento del esteta y mecenas Leo Brouwer en la tarea del desarrollo y reparto de la cultura», afirmó el contratenor brasilero Rodrigo Ferreira.
Por su parte Riccardo Angelo Strano aseguró estar feliz por su participación en el evento: «Creo firmemente que iniciativas como estas, ayudan a legitimar, aún más, el papel del contratenor como registro agudo de las voces masculinas con capacidad plena en los diferentes repertorios, desde la música sacra hasta la ópera de todos los tiempos y estilos».
«Es un honor, un privilegio y una suerte haber participado en este evento único y tan moderno. Digo único porque, que yo conozca, es la primera vez que se organiza un festival dedicado a los contratenores con la voluntad de mostrar y divulgar la variedad de nuestra cuerda», sentenció Xavier Sabata.

Ofelia Sandar Valles
(tomado de Habana Radio)

 
Frank Ledesma: canto y perfomance como experiencia de vida

«Trabajar junto al maestro Leo Brouwer es siempre un honor y un desafío. De hecho, cuando me planteó el proyecto, solo le dije: "Es difícil". Reconoció que era un reto complicado, porque Manuel de Falla no escribió para contratenores, sino para sopranos y mezzo-sopranos», explicó Ledesma.

Ganador del primer certamen de contratenores de Cuba, que formó parte del Festival Les voix humaines en 2015, Frank Ledesma canta como el ruiseñor ilusionado con la idea del amor verdadero. No importa que sea una pieza barroca, un góspel o una habanera, su timbre de falsete y gestualidad impresionan por la emoción que transmiten. Acostumbrado a un amplio repertorio por su pertenencia a la Camerata Vocale Sine Nomine que dirige la maestra Leonor Suárez Dulzaides, ya sea formando parte de ese maravilloso conjunto masculino o cuando actúa en solitario, tal parece que Frank hará brotar una rosa roja sobre el escenario. Y es que «canto como si volviera a revivir una experiencia vivida,  poniendo en carne y hueso mis emociones», confiesa en esta entrevista.

¿Cuánto hay de teatralidad y experiencia vivida en tus interpretaciones?

Me gradué de nivel elemental de piano y nivel medio de canto, pero siempre me interesó el teatro. Cuando terminé noveno grado, me presenté a los exámenes en la Escuela Nacional de Teatro de La Habana. Seguía un instinto natural, pues nunca había leído o asistido a una obra teatral y solamente había visto puestas en escena por la televisión. Aun así fui seleccionado. Pero resultó que le cogí temor a La Habana, al hecho de venir a vivir aquí y estar solo en esta ciudad con apenas 15 años. Decidí regresar a Pinar del Río y allí ingresé en la Escuela de Canto Lírico. Entonces unifiqué las tres aristas que disfrutaba: la danza, el teatro y la música.
Durante esos años aproveché cuanto taller había y no me perdí ni un solo programa televisivo de Un palco en la ópera. Empecé a interiorizar el método actoral de Konstantín Stanislavski, desarrollado en su obra Cómo se prepara un actor. Otro momento de aquella etapa de aprendizaje fue cuando comencé a prepararme para la interpretación de la música de concierto, que es una línea diferente a la ópera, la zarzuela o a una puesta en escena. Así fue creciendo ese «bichito» o «diablito» que tenía dentro por el canto en su expresión más amplia.
Cuando llega el momento de actuar ante el público, habiendo estudiado previamente la música y el texto de la obra escogida, entonces canto como si volviera a revivir una experiencia vivida, poniendo en carne y hueso mis emociones. Ocurrió así al prepararme para interpretar la canción Te vas de mí, con música de José María Vitier y letra de su esposa Silvia Rodríguez Rivero, en la presentación del número 50 de Opus Habana. En esa ocasión, al estar en escena, me remití a una situación que experimenté en el pasado, visualizándola. Fue como si esa hermosa canción habanera me hubiera hecho rememorar una foto e, inspirado en ella, yo cantara.

Foto: Yadira Calzadilla

Muchos te reconocen por haber ganado el máximo galardón en el primer certamen de contratenores del Festival Les voix humaines en 2015. Pero realmente tu formación ha sido como tenor… ¿cómo llegas a incorporar el estilo vocal de contratenor?

De naturaleza y formación, soy tenor. Sin embargo, cuando solo cantaba en esa tesitura me costaba mucho trabajo. Hasta que un día, al escuchar a María Callas y tratar de imitarla, comencé vocalizando como tenor, pero llegó un momento en que no pude seguir. Entonces adopté el timbre femenino mediante la técnica de la «voz de cabeza» y descubrí que tenía la facilidad del falsete. Indudablemente ya estaba cantando como un contratenor y me resultaba más cómodo. A partir de ese momento comprendí que así podría cantar con una mayor seguridad y relajación en el escenario.

¿Cómo surge tu relación con Ubail Zamora y la Camerata Vocale Sine Nomine?

Durante mis visitas como actor a La Habana, un día me atreví a cantar como contratenor en un concierto de música sacra. Al público le gustó y sentí que se me abría un universo de posibilidades. Ya sabía del Conjunto de Música Antigua Ars Longa y de Sine Nomine por un amigo. Este me dijo: «Te voy a llevar a conocer a la persona que más sabe de contratenores en Cuba, porque además es el primer y único graduado de contratenor del Instituto Superior de Arte». Cuando Ubail me escuchó, enseguida me propuso incorporarme a Sine Nomine, pero entonces todavía yo vivía en Pinar del Río. No obstante, él me dejó las puertas abiertas y en 2012 me incorporé a la agrupación que dirige la maestra Leonor Suárez Dulzaides. A ella le reconocí que nunca había cantado en una agrupación vocal y, por tanto, no sabía lo que era «empastar». También le pedí que tuviera paciencia conmigo. Ese fue un año intenso, pasando mucho trabajo y adaptándome a las nuevas circunstancias. Desde esa fecha, Sine Nomine ha sido escuela y familia. Leonor ha sido madre y maestra al mismo tiempo… Gran parte de los éxitos de los que me puedo regocijar en el día de hoy, se los debo a Sine Nomine.

¿Siendo actor de teatro, influyes en las coreografías de Sine Nomine?

La maestra Leonor me dio la posibilidad de encargarme de las coreografías. Ella quería hacer movimientos escénicos diferentes para que no fuera una agrupación coral tradicional. Y a mí me pareció bien romper un poco con eso. En este sentido, la primera propuesta la hice para un concierto de música antigua con obras de Esteban Salas. Creé una especie de performance, basándome en la composición de un cuadro renacentista con personajes de esa época. El concierto tuvo buena acogida y, desde aquel momento, yo soy quien concibe las coreografías y los movimientos escénicos en el grupo.

Como parte del Festival Les voix humaines, la Oficina Leo Brouwer invitó a la agrupación vocal norteamericana Take 6, que también se caracteriza por la originalidad de su proyección escénica. ¿Qué te aportó haber asistido a ese concierto?

El nivel musical, el trabajo vocal exquisito y la calidad de las voces se unieron para mantenerme en vilo durante todo el concierto. Tienen unas voces maravillosas, aunque —en efecto— su proyección escénica fue lo que más me impresionó.

Un año después de celebrado el  primer certamen de contratenores de Cuba, realizado en el marco del Festival Les voix humaines, aquel se convierte en el Primer Festival de Contratenores del Mundo. ¿Cómo valoras tu participación en el concierto de clausura, dedicado a Manuel de Falla y que dirigirá el maestro Leo Brouwer?

Trabajar junto al maestro Leo Brouwer es siempre un honor y un desafío. De hecho, cuando me planteó el proyecto solo le dije: «Es difícil». Reconoció que era un reto complicado, porque Manuel de Falla no escribió para contratenores, sino para sopranos y mezzo-sopranos. Cuando una música está escrita para una voz específica, se hace difícil por un problema de intervalos, tesituras y tonalidades. A mí siempre me han  encantado las Siete canciones populares españolas para voz y orquesta. Mi preferida es la quinta canción, titulada Nana, aunque las siete son maravillosas y cada una tiene su particularidad.

Miremos ahora un poco después de ese concierto… ¿Cuál es tu proyección hacia el futuro?

Por el momento quiero seguir estudiando. Aprovechar toda oportunidad e invitación a cantar. A nada le diré que no. De ahí partirá la posibilidad de ensanchar mis horizontes, tener mejor técnica, repertorio, currículum e, inclusive, poder estudiar en el extranjero, además de estudiar en el ISA. Tengo el sueño de visitar Europa, específicamente la ciudad de Basilea; allí la escuela de contratenores es antigua y de gran prestigio. Cuba es una potencia musical fuerte, pero ahora es que los contratenores estamos alcanzando un poco de reconocimiento.

Foto: Yadira Calzadilla

 

Argel Calcines, Viviana Reina Jorrín y Ana Lizandra Socorro
Opus Habana

 
Xavier Sabata: Un mosaico sonoro en la escena

«En cada interpretación se crea una atmósfera con el objetivo de que al final, la obra acabe siendo un mosaico que, desde lejos, se pueda apreciar una parte más azul, una roja, otra negra… Todo forma un conjunto equilibrado», asegura Sabata.

Total silencio… el Teatro Martí ha quedado absorto al no escuchar el perenne susurrar del aire acondicionado. Ante aquella acústica aplastante, sale a escena el contratenor español Xavier Sabata, lo acompañan el clavicembalista francés Ronan Khalil y el cellista cubano Alejando Martínez. Tras una simple mirada, comienzan los acordes y la repetición, una y otra vez de la frase « ¿A quién me quejaré?», obra anónima del siglo XVII español que permite al público admirar por vez primera la magistralidad, con que técnica y dramaturgia se unen en la interpretación de quien es considerado una de las estrellas de la ópera en España.

¿Cuál considera que sea el principal reto de un contratenor?

El gran reto para un contratenor joven, o los contratenor en general, es la credibilidad interpretativa. Uno no debe planteársela como un hecho que ocurre rara vez, algo excepcional. Hay que lograrla trabajando con la misma seriedad y rigor que puede hacerlo cualquier soprano, mezzo-soprano o barítono del mundo: interpretar un papel operístico con la técnica suficiente para estar dos o tres horas, cantando ocho arias y dos dúos. No solo debemos ser esas voces angelicales que cantan muy bien, tenemos que ser algo más. Es también necesario incorporar un performance más completo, ver a ese cantante de ópera ya dentro de lo que es la paleta de registros vocales.

Durante este concierto un elemento trascendental que dejó a todo el público extasiado fue el vínculo entre dramaturgia y técnica vocal que posee su interpretación… ¿cómo surge este talento?

Surge del teatro... Fui actor hasta los 27 años, por lo que empecé a cantar muy tarde. Entonces, el texto es fundamental para mí. El hecho de que los músicos cantantes tengamos la palabra, nos da esa fuerza y, casi como la obligación de entremezclarlo y proyectar una especial energía. Tal razón hace que sea imprescindible trabajar desde el teatro las piezas. Aunque, ya no solo teatral, sino también a nivel de ambiente. En cada interpretación se crea una atmósfera con el objetivo de que, al final la obra acabe siendo un mosaico que, desde lejos, se pueda apreciar una parte azul, una roja, otra negra… Todo forma un conjunto equilibrado.

En estos días ha podido compartir con los contratenores cubanos, ¿qué valoración haría de ellos?

Ha sido una grata sorpresa conocer el nivel que hay tanto técnico como interpretativo de los alumnos que tuve en las clases magistrales. Quedé muy asombrado y me gustaría que pudieran tener los recursos necesarios para desarrollar sus estudios en torno a la música barroca. Hay en ellos una semilla de lo que yo reconozco como contratenores no prejuiciados. Superaron las preocupaciones sobre cómo se debe cantar, pues ya son contratenores. Realmente esta ha sido una experiencia gratísima y les deseo todo lo mejor.    

En el centro, el contratenor español Xavier Sabata, acompañado, a su izquierda, por el intérprete francés Ronan Khalil quien interpretó el clavicémbalo; y a su derecha, el cellista cubano Alejandro Martínez.

Viviana Reina Jorrín
Revista Opus Habana

 
Isabel Hernández: «un concepto genuino de programación»

«Este es un proyecto que empezó con la música del maestro Leo Brouwer, y mira ahora por donde vamos. El festival de Contratenores del Mundo será una propuesta musical de nuevo tipo, que no existe y eso también personaliza nuestra línea de trabajo», explica Isabelle Hernández en esta entrevista.

La oficina Leo Brouwer, desde su fundación en 2005, ha trazado un horizonte en la promoción musical, siempre en busca de «un maridaje perfecto de músicas inteligentes». Con estos pilares, el público cubano pudo disfrutar de los festivales Leo Brouwer de Música de Cámara y Les Voix Humaines (Las voces humanas). En cada cita los intérpretes, convidados por la admiración que sienten hacia el maestro Brouwer, han llevado a la escena repertorios disímiles, donde novedad o recuerdo han convertido en experiencias sublimes cada uno de los instantes.
Tras el disfrute total que en pasados años vivimos, casi al culminar el mes de septiembre la Oficina del maestro trajo una propuesta nueva: el festival de Contratenores del Mundo. Para quienes no lo recuerdan, la raíz del evento se halla en el encuentro de voces que en el 2015 sacudió las calles habaneras. Una de las novedades de aquel momento fue el Certamen, dedicado a ese registro de voz; donde jóvenes de Colombia, México, Estados Unidos y Cuba midieron sus cualidades interpretativas ante el contratenor cubano Ubail Zamora, presidente del jurado internacional que integraron los contratenores Darryl Taylor, Sytse Buwalda y Rodrigo Ferreira, además del propio Brouwer.    
Hoy, el impacto del Certamen de contratenores es una realidad incuestionable. Por primera vez asistimos a un evento dedicado íntegramente al registro que logra un varón adulto mediante la técnica de falsete o la voz de cabeza. Con el paso curioso de las páginas del programa general, aparecen figuras reconocidas internacionalmente por su fortaleza vocal, tal es el caso de Arthur Stefanowicz (Polonia), Daniel Taylor (Canadá) y Xavier Sabata (España), por solo citar algunos ejemplos.
Se descubre entonces, la madurez del proyecto que comenzara hace once años. Conciertos aislados y festivales son un resultado de la gestión acertada que lleva a cabo la Oficina Leo Brouwer. Su directora, Isabelle Hernández conversó con Opus Habana…

¿Qué características cree que debe tener un gestor para lograr el nivel de convocatoria de los Festivales que organiza esta Oficina?

A partir de la experiencia que significa trabajar desde hace 19 años junto al maestro Leo Brouwer, considero que lo primero es enamorarse de lo que haces. Tras el compromiso y el interés, se debe pensar en el aporte futuro del proyecto, tanto desde una perspectiva personal como colectiva, ambos deben estar imbricados. Nada se puede hacer solo, todos son importantes. Brouwer me enseñó a trabajar con rigor, dar respuestas rápidas, imbricar todo como una cadena y estar pendiente de los detalles. El director o quien tiene el trabajo de materializar la idea inicial, necesita manejar un amplio campo de conocimiento, codearse de personas o de proyectos que funcionen y seguir los mejores modelos; si no, el resultado puede alejarse de lo proyectado en un inicio. Un gestor debe pensar en una inmediatez, a medio y a largo plazo. Aunque siempre habrán muchas interrogantes con las que tendrá que lidiar: ¿Qué repercusión va a tener mediáticamente?; ¿a qué público va dirigido todo tu trabajo?, etc.
Los proyectos del maestro siempre fueron dirigidos a ese tipo de música inteligente que a mí me apasionan. Desde los tiempos en que él estaba en Córdoba, me mostró cómo conectar varias realidades de gestión; no es lo mismo gestionar en Europa, Estados Unidos, Asia o Cuba. Actualmente, los criterios de él siempre están presentes y son los que nos guían, aunque yo organice y diseñe la programación.

¿Cómo valoraría el desarrollo de las propuestas realizadas por la Oficina Leo Brouwer desde sus inicios hasta la fecha?

Veo muy orgánico el desarrollo que han tenido nuestros eventos. Como te decía, una propuesta ha engendrado a la otra… son transiciones. Hemos mantenido el eslogan que aboga por imbricar, fusionar y dar una diversidad. Digamos que partimos desde un concepto de programación que no tiene prejuicios. También podríamos catalogarla como transgresora.
Cuando uno estudia —aunque reconozco que no lo he analizado tanto— esa trayectoria de lo que empezamos a hacer en el 2009 hasta ahora en 2016, pienso que ha tenido una evolución realmente positiva. De hecho, las personas conocen en el trabajo que hacemos y eso también aporta a esa colectividad, de la que hablaba al inicio. Nuestro grupo de trabajo ha variado mucho, cada año la Oficina se convierte en un taller para los nuevos, lo cual aunque un poco desgastante, también es positivo. Este es un proyecto que empezó con la música del maestro Leo, y mira ahora por donde vamos. El festival de Contratenores del Mundo será una propuesta musical de nuevo tipo, que no existe y eso también personaliza la línea de trabajo de la Oficina.

El Festival promueve la interpretación de voces excepcionales… ¿se ha pensado promover la creación para este timbre?

En estos momentos, no tenemos pensada ninguna línea que incite la creación para estas voces. Aunque el mismo trabajo que se desarrolla a través de los Certámenes de contratenores, desde el año pasado, es una forma de que los jóvenes compositores se acerquen a estas voces. Es necesario que sepan que existen, y que trabajen pensando en una voz más.  

¿Cuál piensa que es el principal aporte de este Festival a la música cubana?

Valorarlo desde dentro es complicado... Nuestra primera proyección es pensar que estamos aportando una programación inusual. Es un reto hacerlo y por tanto cuando lo valoramos, pensamos que lo importante es que el espectador ha tenido acceso a repertorios que no se programan en Cuba habitualmente.
Reconozco que no me gusta valorar esas cosas...
Estamos ofreciendo un concepto genuino de programación, lo enjuiciarán otros. El público ya lo está haciendo desde hace tiempo, es lo que nos permite continuar.
Como te dije, un festival engendró a los otros... y este es un resultado de todo este tiempo de trabajo... ya la historia dirá.

Viviana Reina Jorrín
Revista Opus Habana

 

 

 

Este semanario digital de Opus Habana se complementa con la página web www.opushabana.cu y sus artículos salen publicados en la versión impresa de dicha revista.
Si recibió este semanario a través de otra persona (forward) y quiere suscribirse personalmente,
envíenos un e-mail a la dirección boletin-alta@opus.ohc.cu
Si quiere dejar de recibir este servicio informativo, envíenos un e-mail a la dirección boletin-baja@opus.ohc.cu
En ambos casos el contenido del asunto, así como del cuerpo del mensaje, es irrelevante; puede dejarlos en blanco.

Reciba un saludo del colectivo de la revista Opus Habana (Oficina del Historiador de la Ciudad)
que, fundada por Eusebio Leal Spengler, Eterno Historiador de la Ciudad, integran:

Argel Calcines (Director y Editor general fundador); Celia Maria González (Editor Ejecutivo);
María Grant, Lidia Pedreira, Mileny Zamora Barrabi, Susell G. Casanueva,
Olivia Rodríguez García y Teresa de Jesús Torres Espinosa (Redacción);
Lizzett Talavera (Diseño gráfico);
Omar Sanz (Fotografía)
Osmany Romaguera (Programación y Web
).

Palacio de Lombillo, Esquina de Empedrado y Mercaderes, Plaza de la Catedral, La Habana Vieja
Teléfonos: (53) 78669281 / 78639343 / 78660777
E-mail:
redaccion@opus.ohc.cu