«Pero se Grabaaa» es el título de la exposición colectiva que, hasta el 21 de noviembre, se presenta en la galería del Taller Experimental de Gráfica de La Habana, ubicado en el Callejón del Chorro, en la Plaza de la Catedral. De la autoría de reconocidos jóvenes grabadores y otros noveles, las obras, piezas únicas con un sentido instalativo, son el resultado del uso de la matriz grabada y no de la estampa. Resulta sui generis, además, que la muestra este en un entorno donde «las paredes están sucias, las prensas son tan viejas y pesan tanto que no tiene sentido moverlas, en el piso pueden encontrar manchas de tinta», según expresa Madríguez en las palabras al catálogo.

En la galería Luz y Oficios continúa la exposición «Cambios de lugar», del joven artista Claudio Sosa, quien combina la pintura con la instalación. Siete cuadros (acrílico sobre lienzo) coexisten con viejos objetos aparentemente intrascendentes, que reflejan el regusto de algunas personas por preservar su historia afectiva acumulando los más diversos materiales. La peculiaridad es que dichos objetos fueron trasladados al recinto expositivo en su estado original. Con curaduría del historiador y crítico de arte Antonio Fernández Seoane, esta es la primera muestra personal de Sosa, egresado en 2010 de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro.

La exposición «Viajero anónimo», del joven Gabriel Sánchez Toledo (Cabaiguán, 1979), será inaugurada el próximo viernes, 4 de noviembre, a las 4:00 p.m., en la galería exterior del Palacio de Lombillo, en la plaza de la Catedral. Conformada por 14 cuadros, realizados en técnica mixta sobre tela, la muestra permite acercarse a la obra paisajística de este artista, la que ofrece «evidencias muy claras sobre la consumación de un procedimiento técnico, sobre el hallazgo y perfeccionamiento de un grupo de alternativas conceptuales y formales derivadas de un arduo período de indagaciones técnicas», al decir de David Mateo en las palabras al catálogo.