A las labores de rescate de la preciada carga de la nao almiranta Nuestra Señora de Atocha estuvo dedicado la continuación del II Ciclo de Cine Arqueológico Subacuático que cada martes, a las 2:00 p.m., tiene lugar en el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador. En esta oportunidad, el arqueólogo español Antoni Fonollà disertó sobre las considerables diferencias existentes entre el estudio de la arqueología subacuática y los procederes efectuados por el equipo de buzos de Mel Fisher en el pecio del galeón construido en La Habana en 1620 y naufragado en las costas de la Florida dos años después debido a los azotes de un huracán.

La segunda edición del Ciclo de Cine Arqueológico Subacuático que desde el pasado año organiza la Sección Naval del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador dio inicio el martes, 3 de febrero, con la proyección del material audiovisual El mar de los naufragios (2001), del director cubano Ernesto Daranas. En 39 minutos, el documental aborda varios trabajos de prospección subacuática desarrollados por la empresa Carisub, en particular los pecios Inés de Soto y Nuestra Señora del Rosario. Tras la exhibición, el capitán de barco Alessandro López Pérez compartió con los asistentes algunas vivencias sobre el apasionante universo del buceo subacuático.

«Un encuentro para la reflexión y el debate en torno al rescate del patrimonio. Patrimonio industrial al sur de la bahía» dio título a la conferencia impartida por la arquitecta Isel María Guerrero, especialista de la Dirección General de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo de la Oficina del Historiador de La Habana. Efectuada el miércoles, 4 de febrero, en el habitual espacio Ateneo Cultural que acoge el Museo de Arte Colonial, la disertación puntualizó aspectos sobre la labor de valoración y protección de las construcciones fabriles dentro del amplio programa de revitalización del eje marítimo portuario y las urbanizaciones aledañas.

Castillos de Panamá, Colombia y los célebres San Salvador de la Punta, del Morro en La Habana y Santiago de Cuba, los reductos de Cojímar y la Chorrera, entre otros pueden ser apreciados en los 27 paneles que conforman la exposición «Las fortificaciones de los Antonelli en Cuba. Siglos XVI-XVII». Expuesta en las verjas del Museo Castillo de La Real Fuerza hasta el próximo 5 de diciembre, la muestra ofrece elementos históricos de la citada familia de ingenieros militares que contribuyeron al proceso de construcción del complejo defensivo americano en respaldo a las colonias hispanas y al sistema de flotas de la Carrera de Indias.