Guido Daniele (Soverato, CZ,1950)

A fines de febrero, Guido Daniele estuvo brevemente en La Habana, pero no dejó pasar la oportunidad para compartir su obra más reciente con el público cubano, la cual esta vez fue acogida en la galería de arte del Palacio Lombillo (sede del Historiador de la Ciudad), donde exhibió 20 imágenes fotográficas que integraron la exposición «Manos y cuerpos pintados». A fines de febrero, Guido Daniele estuvo brevemente en La Habana, pero no dejó pasar la oportunidad para compartir su obra más reciente con el público cubano, la cual esta vez fue acogida en la galería de arte del Palacio Lombillo (sede del Historiador de la Ciudad), donde exhibió 20 imágenes fotográficas que integraron la exposición «Manos y cuerpos pintados».

Al inaugurar la muestra, Eusebio Leal Spengler consideró a Daniele no sólo amigo de Cuba y de la capital cubana: «Puede decirse que es hijo adoptivo de La Habana por lo mucho que la quiere, por lo que él ha realizado a favor de esta ciudad, por lo que le dejó al círculo infantil de la calle Teniente Rey, cuyos niños están muy alegres desde entonces con el regalo de sus pinturas», expresó.
El Historiador de la Ciudad manifestó su satisfacción por contemplar una creación tan bella e imaginativa que, en su opinión, reúne dos de los elementos esenciales de la modernidad: primero, la capacidad de la fotografía de eternizar la imagen y la realidad del mundo; y segundo, la fantasía renacentista de Guido, que hace posible trasmutar la belleza del cuerpo humano (manos, cuerpo, rostros...) en admirables, maravillosas y ensoñados criaturas.
En un aparte y con palabras en las que mezcla expresiones en español e italiano, el artista explicó que se trata de diez manos transformadas en animales e igual número de cuerpos pintados de mujeres, cinco de ellas cubanas y el resto nacidas en otras partes del mundo.
Precisó que, como en otras ocasiones, su quehacer fue más allá de la labor de fotógrafo –por la que se le identifica en muchas partes del mundo–, pues antes de fotografiarlos, pintó esos cuerpos y esas manos trasmutadas.
Estas últimas son transformadas por la magia de su arte en diferentes animales; así podemos claramente distinguir las cabezas de un elefante, un ganso, un perro, un águila..., obras que fueron mostradas en 2006, primeramente en Salvador de Bahía (Brasil) y, luego, en Italia.
Ésta es la tercera vez que el artista italiano expone en la capital cubana. Anteriormente, lo había hecho en 2005 y 2004 en la Casa Guayasamín, institución de la Oficina del Historiador de la Ciudad que tributa homenaje permanente al creador ecuatoriano, uno de los más altos exponentes de la plástica universal.
No obstante, la huella de Guido Daniele en La Habana se mantiene de manera permanente en el círculo infantil Los Camilitos, ubicado justo en la esquina de Teniente Rey y Habana, en uno de cuyos muros pintó hace unos años exóticas jirafas que se combinan con motivos alegóricos a Elpidio Valdés, el personaje de historietas cubanas más popular entre los pequeños de la Isla.


 

 

 

MARÍA GRANT
Opus Habana

 

 

 

 


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