Aunque no es la primera vez que trovadores y poetas cantan a La Habana, pues ello es tan antiguo como sus columnas, en esta ocasión la presencia de Gerardo Alfonso con sus versos: Habana... si la vida me desterrara a un rincón de la tierra. Yo te juro que voy a morirme de amor y de ganas, de andar tus calles..., y de Ireno García: Vamos a andar La Habana amor, pegándonos al mar, el día alumbra y la ciudad se quiere levantar..., alcanzó una significación especial al cerrar la ceremonia de entrega del premio Pablo al Dr. Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.
La sede de este Centro, ubicada en un inmueble restaurado del Centro Histórico (Muralla 63 entre Oficios e Inquisidor), acogió, como tantas otras veces, a un nutrido grupo de amigos que se reunieron para homenajear a quien «es capaz de descubrir la maravilla de la cultura entre las piedras en ruina..., y nos demuestra, andando La Habana, que el trabajo cotidiano es un territorio indispensable para la utopía», afirmó Víctor Casaus, director de la institución.
Creado en 1996, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau se ha encargado en los últimos tiempos, entre otros empeños, de fomentar y estimular la obra de los jóvenes, y a su vez, laurear a aquellas figuras que han realizado una labor meritoria en pro de la cultura. El premio Pablo, establecido por la institución desde 1998, se otorga a personalidades e instituciones que se hayan destacado «en investigaciones, obras de creación y acciones encaminadas a promover y defender los valores de la identidad cultural y la solidaridad entre los pueblos; y también a aquellos relacionados de alguna forma con la vida y la obra de Pablo de la Torriente Brau».
El homenaje al Historiador de la Ciudad incluyó la inauguración, en la sala Majadahonda del propio Centro, de una exposición fotográfica titulada «Pablo: con el filo de la imagen». Las fotos exhibidas recorren la azarosa vida de Pablo de la Torriente Brau, de Puerto Rico a España, pasando por Cuba y el exilio neoyorquino. En la muestra, presentada en Madrid a principios de este año con el auspicio de la Asociación Cultural Pablo de la Torriente Brau de San Sebastián de los Reyes y Alcobendas, se incluyen fotos originales tomadas en Nueva York y dibujos realizados para regalar a familiares o amigos.
La ocasión sirvió además para lanzar el último número del cuaderno Memoria que edita el Centro con el fin de difundir las novedades de la producción artística más reciente. Dedicado en esta oportunidad al arte digital, el boletín reúne información y trabajos sobre esta forma de creación, además de la convocatoria para el segundo Salón de Arte Digital, previsto para el primer semestre del año en curso.
Con el propósito de rescatar los valores que integran el acervo cultural de la nación cubana, el Centro ha emprendido un amplio repertorio de actividades, entre las que se incluye el enriquecimiento de El fondo de la palabra con las grabaciones obtenidas, y el Programa «Memoria», que financia proyectos de investigación de testimonio e historia oral sobre tres temáticas: la historia republicana, la vida y la obra de artistas y escritores cubanos, y la historia del país desde 1959, a partir de sus protagonistas conocidos o anónimos.
Como parte de este trabajo se organizan talleres, concursos, eventos teóricos, filmación de documentales y videos, además de la publicación de materiales informativos para promover el espíritu investigativo y el intercambio entre los estudiosos del testimonio y la historia oral, tanto de Cuba como de instituciones culturales extranjeras.