El próximo martes 20 de octubre será presentará en el Memorial José Martí, de esta capital, el proyecto «Este hombre es mi amigo», en conmemoración al 120 aniversario de la publicación del primer número de la revista La Edad de Oro.  Alrededor de esta iniciativa se reúnen veintinueve importantes artistas de la plástica cubana  contemporánea.  El objetivo del proyecto, promovido por el grupo La Escalera, ha sido reinterpretar cada cuento desde una visualidad más reciente y apegada a los códigos de la cotidianidad cubana.
 También en conmemoración al Día de la Cultura Nacional y al 60 aniversario del triunfo de la Revolución China, el próximo 20 de octubre la artista de la plástica Crisel Lo celebrará un homenaje a la inmigración de ese país asiático, tomando como pretexto a su propio abuelo, en la Casa de Artes y Tradiciones Chinas de esta capital. En la actividad se proyectará un video realizado por la artista, basado en la vida de Julio Lo Seng, titulado «Alegoría de una descendiente a su antepasado chino». Asimismo, acompañarán a Crisel sus tías Milagros, Gladys y Lis Elena Lo, violinista y chelistas, respectivamente, de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba.
 La edición 354 de la revista cultural El Caimán Barbudo  fue presentada este 14 de octubre en el patio-bar de los estudios Areito de la EGREM (San Miguel 410 e/ Campanario y Lealtad, Centro Habana). Esta entrega propone artículos sobre la telenovela «Diana», la música y el turismo, la historia y la literatura, entrevistas y reportajes al trovador Raúl Torres y al grupo Enfusión, que estará en la descarga habitual junto a Ihosvany Bernal, Diego Cano, Sadiel Madrazo y Etien Fresquet. El momento fue propicio para la actuación, en el espacio «Trovando», del invitado especial de la tarde: el también cantautor  Samuel Águila.
 La exposición «¡Kikirikí!» de Jorge Martell será inaugurada mañana sábado 17 de octubre en la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez como un homenaje al Día de la Cultura Nacional y al pintor cubano Mariano Rodríguez. Con una propuesta en la cual confluyen la pintura y la música, Martell incorpora en sus obras los símbolos mágicos del Reiki «energizando a la pieza y esta, a su vez, a los seres vivos y al ambiente donde esté desplegada».