Como testimonio de respeto y admiración por la obra realizada le fue entregada la medalla conmemorativa de los Cien años de la Revista Bohemia, al Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal Spengler.
En un ambiente íntimo la tarde del viernes sirvió para un reconocimiento mutuo. La Dirección de la Revista Bohemia otorgó al Historiador Eusebio Leal, una medalla conmemorativa por los cien años de fundada la publicación, en 1908. La Moneda, pieza artesanal de plata realizada en seis copias únicas por el maestro orfebre Cecilio Tejeiro, presidente de la Congregación de Plateros San Eloy de La Habana, distingue a Leal por su vasto currículum por la justicia social y la cultura, por sus méritos personales y sus enseñanzas de una historia viva y actuante.
En sus palabras de agradecimiento Leal se refirió brevemente a la historia de la Oficina del Historiador fundada por su predecesor Emilio Roig, y de qué forma se fue introduciendo y asumiendo el papel que el tiempo le encomendó: «Recuerdo un grupo pequeñito, cuya memoria siempre me acompaña, en las labores de tratar de explicar aquellos legados de la ciudad histórica, partiendo de un edificio apenas dejado unos días antes por los 518 empleados del gobierno municipal de la Ciudad de La Habana. Entonces creí que todo sería relativamente fácil, pero no lo fue: primero aquellos once años, en el palacio, en cada sala, en cada salón. Recuerdo aquellos primeros diálogos con las familias, con los descendientes de los libertadores que vivían todavía. Lo hijos de muchos de los fundadores: el nieto de Máximo Gómez, el hijo de Flor Crombet, los nietos de José Maceo, y conversar con ellos, tener sus recuerdos y comenzar así esa cultura que precedió como aquí se ha dicho a cualquier titulación universitaria. (...) Después, ya todo más o menos es conocido, grandes batallas, necesarias discordias, necesarias rectificaciones, búsqueda de un camino propio para mí y para otros, y finalmente una obra inmensa, en la cual por suerte hoy marcha un pueblo entero».
Leal realizó un elogio a Bohemia, revista que se ha mantenido al tanto de las labores realizadas por la Oficina, y rememoró su primer acercamiento a la publicación: «Recuerdo mucho que como exergo en un periódico importante de Cuba, decía: la palabra no se hizo para encubrir la verdad, sino para decirla, y esta sentencia era de Martí. Yo de muy joven, de adolescente, llegaba a aquella bella y lujosa revista, que se vendía en los estanquillos y de la cual algunas personas en el barrio eran suscriptores y me encantaba mirar las páginas, y los grabados y las imágenes de Cuba que salían, las noticias de los grandes acontecimientos, -muchos de los cuales viví- los grandes crímenes de la época, los atentados del tiempo gansteril, los años azarosos que precedieron al Triunfo de la Revolución, el golpe de estado, el crimen silencioso y diario de la tiranía y finalmente las primeras imágenes de la Revolución de los artículos de Bohemia, el antes y después».
El Historiador agradeció a la Dirección de Bohemia por la condecoración y por los años de experiencia que dignifican su labor, por saber llevar la historia sin omisiones -como cuando se narraron en ella los hechos de la muerte de Eduardo Chivás, o el número que reflejó la victoria de la Revolución- y de esta manera ganar el respeto y admiración de las futuras generaciones.
Finalmente como es menester en todo buen historiador, Leal narró los detalles de la restauración de la Iglesia de San Francisco de Paula, creando un ambiente de luz y poesía, que dio paso a la actuación del conjunto Ars Longa, como regalo de la Oficina del Historiador a los cien años de Bohemia.
Las celebraciones por este aniversario de una revista que testimonia la historia de nuestro país, no han concluido. Testigo casi única de nuestro devenir histórico, Bohemia atesora en sus páginas una verdad que representa el recuerdo de muchos y que ha ilustrado a las generaciones posteriores a través de la pluma de los verdaderos protagonistas de la Historia.
La donación de Ernest Hemingway de su novela El viejo y el mar, que por primera vez vio la luz en este revista, traducida al español por Lino Novás Calvo, los artículos de grandes martianos como Lizaso y Mañach, los estudios sociales de Emilio Roig, han prestigiado a través de los años a esta publicación que en su centenario ha creado una medalla para premiar al talento.
Los primeros condecorados fueron Fidel y Raúl Castro Ruz «como máximos exponentes actuales de la cubanía y el patriotismo que siempre ha defendido Bohemia», luego el doctor Armando Hart Dávalos «representante de la más importante institución martiana del país cuyo pensamiento ha estado constantemente presente en la revista». En esta ocasión se escogió al doctor Eusebio Leal, y próximamente se entregará a Alicia Alonso y a la doctora Concepción Campa Huergo, por sus aportes respectivos a la cultura y al desarrollo de la ciencia.
Euda Luisa Toural
Fotos: Pedro Luis Díaz
Tomado de Habana Radio