Como parte de la temporada de conciertos Septiembre Barroco mañana sábado 13, a las 7:00 pm, en la iglesia de Paula se presenta la violonchelista del Conjunto de Música Antigua Ars Longa Elis Regina Ramos junto a un grupo de invitados. La novedad del concierto consiste en el empleo de un instrumento original construido en el siglo XVIII en Austria para la interpretación de un repertorio virtuoso.

 Durante todo el mes de septiembre, en la Sala Transitoria del Museo de la Ciudad, permanecerá abierta al público una exposición de cámaras e imágenes fotográficas, organizada por la Fototeca de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Según las palabras al catálogo, «a través de esta muestra se sugiere un breve recorrido por la evolución de las técnicas (daguerrotipo, colodión húmedo, plata sobre gelatina, entre otras), y equipos fotográficos, que han conservado para el futuro momentos únicos, trascendentales en diversas esferas, captados por los lentes».
 La Casa de la Poesía acoge la muestra «Los secretos extintos de Octavia», de la artista Estela Estévez. Se trata del cierre de una trilogía de series que alterna la pintura y la instalación. Según explica la especialista en Artes Plásticas, Onedys Calvo Noya, en su texto Estela entre los sueños y trasmutaciones de Octavia, «esta reciente propuesta de Estela, ha sido la resultante de un largo proceso creativo y de producción, pues cada pieza ha exigido una minuciosa y lenta elaboración que articula procedimientos manuales diversos –a veces más tradicionales y otras más alternativos–, que testimonian la vocación de su autora por el buen hacer».
 La galería Carmen Montilla acoge hasta el día 13 una exposición de pintura de cinco artistas de Soria. Titulada «Pintores sorianos», esta muestra que también podrá apreciarse en Holguín, es parte de la segunda fase del primer intercambio cultural entre artistas cubanos y de esa región española. La primera parte de este intercambio se llevó a cabo del 18 de julio al 18 de agosto en Soria, donde se exhibió una muestra de pintura y otra de fotografía de artífices cubanos. Asimismo dos escultores donaron cada uno una pieza de su autoría que fueron erigidas a ambos lados del río Duero como símbolo de la presencia cubana en esa ciudad.