La Casa de Asia rememoró el 3 el marzo una antigua tradición japonesa llamada Hina Matsuri o fiesta de las muñecas. En presencia de niños de aulas museos del Centro Histórico fue presentado el hina ningy, un altar de siete niveles decorado con pequeñas figurillas representativas de la corte imperial cubiertas por una tela roja sobre el fondo dorado de un biombo. Con el tiempo la celebración comenzó a dedicarse a las niñas en bien de su salud, al tiempo que se rogaba lograsen la máxima felicidad en el matrimonio.

 Ámenas, instructivas e impactantes resultaron las VI Jornadas Técnicas de Arquitectura Vernácula que organiza cada año la Cátedra Gonzalo de Cárdenas, bajo el auspicio de la Oficina del Historiador de la Ciudad y la Fundación Diego de Sagredo de España. Dedicadas en esta ocasión al 105 aniversario del natalicio de Gonzalo de Cárdenas, sesionaron del 2 al 5 de marzo en la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena donde, apoyados en elocuentes imágenes, un buen número de participantes de distintas partes de Cuba se refirieron al impacto de la reciente temporada ciclónica sobre inmuebles emblemáticos y viviendas de diferentes regiones de la Isla.

 Como un adelanto de la próxima Semana de la Francofonía, el 3 de marzo se inauguró la exposición «Un siglo de historietas francófonas» en el otrora Convento de San Francisco de Asís. Organizada por la Alianza Francesa y las embajadas de Francia y Suiza, la muestra exhibe 51 plaquetas de dibujantes galos, suizos y belgas que engrosan las colecciones originales del Centro Internacional de la Historieta en Francia y la exposición «Suiza, país de cómics», de la Fundación Pro Helvetia. Este bosquejo del llamado noveno arte, llegará también a diversas instituciones como la Alianza Francesa, el Instituto Superior de Arte, la Academia San Alejandro, entre otras.
 La Casa Simón Bolívar acoge, desde la tarde del 4 de marzo, la primera exposición internacional del pintor y profesor panameño Cesáreo Young. «Fruto de luna», una muestra que marca su evolución desde la figuración, propone una estética respaldada en el azar de la interrelación entre el color y el lienzo, fruto de la creación nocturna, con un expresionismo que, como afirma su coterráneo Héctor Miguel Collado, «nos hace volver al gusto por la pintura cruda (…) hurga en la hondura y nos salva porque nos enseña a mirar con otro paisaje y nos hace sentir con él un descubrimiento como quien vuelve de la ceguera».