Con el tema Vulnerabilidad, riesgos y mitigación en situaciones de emergencia, el Plan Maestro para la Revitalización Integral de La Habana Vieja convoca al VIII Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos. Este evento busca una plataforma conceptual orientada hacia América Latina, con un marcado interés integrador, destacó la arquitecta Patricia Rodríguez Alomá, directora del Plan Maestro y presidenta de Comité organizador de la cita.
Este encuentro trata sobre la vulnerabilidad de los Centros Históricos en cualquiera de sus dimensiones. Los eventos naturales, por supuesto, son un factor de riesgo importante, sobre todo en nuestra zona geográfica con los huracanes y en otras, como América del Sur, con los terremotos y erupciones volcánicas, dada la antigüedad de las construcciones o algunas complejidades estructurales que pueden ser afectadas de manera especial.
¿Además de la vulnerabilidad —digamos, arquitectónica— el evento prevé debatir, dialogar... sobre aspectos sociales que influyen en esta vulnerabilidad como la violencia, la marginalidad, el hacinamiento poblacional...?
La antigüedad de las edificaciones se considera un riesgo ante el peligro de los azotes de la naturaleza. |
¿Por qué Zona de emergencia?
Cuando un gobierno establece una Zona de emergencia adopta medidas especiales para ese lugar; las legislaciones y acciones son diferentes. Y nosotros pensamos que la complejidad de los Centros Históricos, ya no sólo en las estructuras físicas, sino sociales, la composición y el tipo de relaciones sociales que funcionan en ellos, pude conducir a que se considere una Zona de emergencia desde los puntos de vista social y físico. Ambos son coincidentes, pues se trata de estamentos sociales que viven en espacios con riesgos de derrumbe, hacinamiento... y concentran generalmente a las capas sociales más marginadas, de menores ingresos que constituyen un caldo de cultivo para acciones delictivas. A estos problemas, se le puede añadir otro subjetivo: estos lugares en malas condiciones constructivas donde campea la marginalidad, son percibidos de forma negativa a los cuales no se debe acceder. Esto genera un mito, que puede tener o no su base real, que influye en la poca inversión, coartando su desarrollo y provocando un círculo vicioso. Por eso, hay que revertir esos mitos, revirtiendo esas condiciones de marginalidad.
¿A partir de la declaración de Zona de emergencia, existirían alternativas para palear esas situaciones de conflictividad que se generan en los Centros Históricos?
La vinculación de los habitantes en las labores de rehabilitación los convierte en actores de su propio desarrollo. |
¿Existe algún referente internacional de este proyecto de manejo de Centros Históricos como Zonas de emergencia?
Bueno, no igual que nosotros. De ahí la importancia de este evento. Pensamos que hay un tratamiento incompleto de la emergencia a nivel mundial, pues los organismos internacionales que atienden este tema tienen un enfoque de post-desastre y de pre-desastre que sólo se limita a la información. Pero los Centros Históricos padecen de permanentes situaciones de emergencia de baja intensidad; o sea, que todos los días enfrentan pequeños desastres: derrumbes, sobrepoblación proveniente de la emigración interna y externa; problemas con el suministro de agua... Lo que nos proponemos es estudiar los mecanismos para mitigar y revertir esos factores cotidianos de riesgo, con lo que llamamos Emergencia preventiva, para que no ocurra el desastre. Este concepto no es manejado por los organismos internacionales y nosotros queremos hacerlo valer.
CONVOCATORIA
El antiguo Convento de Belén, sede de uno de los primeros observatorios meteorológicos del continente, es un ejemplo de restauración arquitectónica. |
El Plan Maestro para la Revitalización Integral de La Habana Vieja, adscrito a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, convoca al VIII Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos, considerado un espacio de reflexión singular y necesario para aquellos que hemos emprendido el reto de rehabilitar los Centros Históricos de manera responsable.
El evento cuenta en esta edición con el respaldo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), la Agencia Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo (AECID), el Programa de Desarrollo de la Naciones Unidas (PNUD) y la UNESCO, entre otras agencias de Naciones Unidas, que nuevamente manifiestan su voluntad de ser parte activa de este espacio de pensamiento con claras muestras integradoras para la región.
También se incorporan como auspiciadores del evento la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) y la Generalitat de Catalunya, a través de las empresas públicas REURSA e INCASOL, pues durante el evento se realizará la convocatoria para el curso virtual: ‘Rehabilitación de los Centros Históricos y Barrios Degradados: planeamiento y gestión’, organizado de manera conjunta entre la UOC y la Oficina del Historiador de la Ciudad, a desarrollarse durante el año 2010, culminando con un módulo presencial en La Habana.
Conceptualización
La intervención rehabilitadora de las estructuras en riesgo conserva el patrimonio cultural y mejora las condiciones de vida de los habitantes en los Centros Históricos. |
Con una historia común de abandono, marginalización y vulnerabilidad ante desastres naturales, los Centros Históricos de Latinoamérica y el Caribe han corrido diversa suerte. Existen centros tradicionales donde sólo quedan muestras aisladas de algún edificio significativo; otros donde el proceso de gentrificación ha acabado con la vitalidad que los caracterizó en épocas precedentes; los que no han sido intervenidos y continúan el camino hacia el degrado y la desaparición; y aquellos donde se hacen ingentes esfuerzos para una rehabilitación responsable que haga sobresalir sus potenciales socioeconómicos enfocados desde la perspectiva cultural.
¿Por qué los Centros Históricos son vulnerables? El deterioro de las edificaciones patrimoniales en las áreas tradicionales ha sido un proceso progresivo, que obedece a causas económicas y sociales. El incontrolado crecimiento urbano trajo consigo movimientos diversos de las clases sociales y viceversa. Las de mayor poder adquisitivo emigraron a suburbios cada vez más elitistas; las clases populares ocuparon las periferias menos cualificadas o se instalaron en los centros tradicionales, para vivir o comerciar. O sea, aquél que resultó el núcleo fundacional devino zona cada vez más marginal.
Muchos edificios se incluyen en los proyectos constructivos del Plan Maestro para la Rehabilitación Integral de La Habana Vieja. |
Un primer factor de riesgo podría asociarse al carácter de ‘Zona de emergencia permanente’ que padecen los centros históricos, pues dada la marginalidad del hábitat, están sometidos como ningún otro lugar de la ciudad al peligro de las epidemias, la pérdida sistemática de inmuebles por razones de sobreuso o abandono, a la violencia y la inseguridad ciudadana, a conflictos sociales complejos.
Una segunda vulnerabilidad de los Centros Históricos muy relacionada también a la marginalidad socioeconómica, resulta del interés que sobre él existe, pautado por diferentes puntos de vista. Con el desarrollo de imaginarios contradictorios de violencia y degrado en contraposición a la concentración de importantes hitos simbólicos de la cultura y de su privilegiada localización en una ciudad exageradamente extendida, el retorno al Centro Histórico ha estado caracterizado por dos tendencias divergentes: un enfoque de mercado, por naturaleza excluyente, o uno de carácter inclusivo, con un protagonismo significativo del sector público.
Una tercera fragilidad podría estar asociada a la permanente amenaza de fenómenos naturales, en ocasiones impredecibles. Los grandes desastres se deben a terremotos y explosiones volcánicas que provocan el derrumbamiento de edificios e infraestructuras; a los huracanes tropicales que, con sus fuertes vientos y lluvias, traen inundaciones, desprendimientos o flujos de lodo; a la sequía, con las consiguientes migraciones masivas a las ciudades, poniendo bajo presión las posibilidades de empleo, de alojamiento, y los servicios básicos. En nuestra región latinoamericana están vitalmente presentes todos estos fenómenos, incrementados por el cambio climático. También se producen catástrofes debidas a incendios, por alta densidad de las construcciones, hacinamiento y concentración humana, así como desastres tecnológicos, debidos a averías en infraestructuras, accidentes químicos y explosiones industriales, entre otros efectos.
Las viviendas populares provisionales han sido una solución para los ciudadanos mientras se restaura su morada o se le asigna una nueva. |
Ante los retos del deterioro urbano y los desastres, tanto físicos como ambientales, se imponen la sensibilidad colectiva y los compromisos políticos capaces de prevenirlos, reducirlos e incluso evitarlos. Podrían generalizarse acciones como la de planeamientos estratégicos, modelos de desarrollo integral, participativo y descentralizado y acciones de emergencia ante desastres, o acciones progresivas que mitiguen los riesgos. La difusión, a través de los medios de comunicación, sobre los peligros a los cuales están sometidos los centros históricos, también minimizarían los efectos de tales fenómenos. Las fortalezas podrían surgir, además, de sinergias entre instituciones científicas, de ordenamiento territorial, de defensa civil y universidades, el apoyo de organismos internacionales, la existencia de sistemas de predicción temprana, monitoreo y vigilancia de las amenazas y la formulación de planes de disminución de desastres.
Contribuir a reducir los riesgos, minimizar vulnerabilidades, salvar vidas humanas y proteger las propiedades, se inscriben entre los mayores desafíos de las ciudades antiguas de Latinoamérica y el Caribe, sometidas históricamente a amenazas tan diversas. Por tal razón, el comité organizador del VIII Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos, a celebrarse en La Habana, entre el 1 y el 3 de diciembre de 2009, invita a profesionales relacionados con la gestión de los centros históricos a encontrar consensos sobre la temática de la emergencia ante desastres.
Dinámica del evento
Los proyectos culturales diversifican las opciones de la población y las acercan al conocimiento, además de instrumentar un soporte profesional al trabajo restaurador. |
El evento tendrá una duración de tres días y su dinámica se desarrollará a partir de la presentación, el primer día, de una serie de conferencias magistrales ofrecidas por prestigiosos expertos en la materia, seguidas de un panel de discusión en plenario. Durante el segundo día se realizarán en paralelo tres talleres temáticos, referidos a los tres riesgos o vulnerabilidades definidas en la conceptualización. En estos talleres serán presentadas comunicaciones que ilustren el acercamiento a dichos problemas. El VIII encuentro culmina con la discusión en plenario de los resultados y recomendaciones que aporten los talleres temáticos realizados.
En la semana precedente, del 23 al 27 de noviembre, tendrá lugar un curso pre-evento, donde se tratará la manera en que la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana aborda la rehabilitación integral del Centro Histórico, que contempla recorridos temáticos y entrevistas con los principales protagonistas del proceso de recuperación.
Por la importancia estratégica del evento, se convocan especialmente a él, a todos aquellos profesionales que tengan relación directa con la gestión del desarrollo de los centros históricos, así como a los representantes de las municipalidades que administran desde el gobierno local tales zonas de la ciudad. También resultaría de gran interés a aquellos sujetos de la academia que se especialicen en la formación profesional de pregrado y postgrado en materia de gestión urbana integral de centros históricos.
Arq. Patricia Rodríguez Alomá.
Directora del Plan Maestro para la Revitalización Integral de La Habana Vieja.
Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Presidenta de Comité Organizador
VIII Encuentro internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos
DATOS DE INTERÉS
Cuota de inscripción
Participantes nacionales: 200.00 CUP Participantes extranjeros: 200.00 CUC *
Ponentes nacionales: 200.00 CUP Ponentes extranjeros: 200.00 CUC *
Participantes nacionales en el evento y en Participantes extranjeros en el evento y en
el curso: 250.00 CUP el curso: 250.00 CUC*
CUP: moneda nacional cubana CUC: Pesos convertibles cubanos
* Los participantes extranjeros que contraten el paquete de hospedaje de la Agencia San Cristóbal tendrán un 15% de descuento en la cuota de inscripción: 170.00 CUC (participantes y ponentes de los talleres en el Evento) y 213.00 CUC (Para los que participen en el evento y se inscriban en el curso)
Los interesados en participar deberán enviar la boleta de inscripción antes del 15 de noviembre del presente año al Grupo de Eventos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana
Carta de Invitación
El Comité Organizador podrá emitir una carta de invitación, que no representa la cobertura de los gastos de participación, a nombre del especialista extranjero que así lo requiera para la realización de los trámites pertinentes en su institución, con fines de gestionar recursos y/o autorizaciones para su viaje.
Para la inscripción y mayor información puede contactar con: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Redacción Opus Habana