Con una exposición dedicada a Ana Pávlova, el Museo Nacional de la Danza rindió homenaje hoy a la legendaria bailarina rusa, en ocasión de conmemorarse el centenario de su debut en Cuba. También como tributo a esta figura insigne —quien regaló al mundo momentos inolvidables con su peculiar manera de interpretar la danza—, el Ministerio de Comunicaciones puso en circulación un sello postal que reproduce la imagen de la danzarina en una de sus interpretaciones, y que tuvo cancelación de Primer Día en la Sala Noverre del museo. Pávlova estudió en el Ballet Imperial de San Petersburgo y después de crear su propia compañía —1910—, llevó con esta la danza clásica a diversas partes del mundo, incluyendo la capital cubana.

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