Como un reconocimiento a la familia Vitier-García Marruz, baluarte de la cultura cubana, el 15 de septiembre fue presentado el número 50 de la revista Opus Habana (Volumen XVI, No. 3) por el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. Asistió a la velada el músico José María Vitier, a quien se dedica la sección «Entre cubanos», y su madre, la gran poeta Fina García Marruz, así como otros destacados intelectuales. La portada de este número refleja la obra del reconocido artista Tomás Sánchez. Descargar video de palabras de presentación del no. 50 de Opus Habana

«Hoy es un día muy especial, sobre todo porque está con nosotros Fina (…) Ella es la encarnación viviente de los dos elementos fundamentales que nutren el espíritu de una familia y también de una nación, que son la memoria y la poesía», expresó el Historiador de la Ciudad durante la presentación del número 50 de Opus Habana.

Como un reconocimiento a la familia Vitier-García Marruz, baluarte de la cultura cubana, este jueves 15 de septiembre fue presentado el número 50 de la revista Opus Habana (Volumen XVI, No. 3) por el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. Asistió a la velada el músico José María Vitier, a quien se dedica la sección «Entre cubanos», y su madre, la gran poeta Fina García Marruz, así como otros destacados intelectuales.
«Hoy es un día muy especial, sobre todo porque está con nosotros Fina (…) Ella es la encarnación viviente de los dos elementos fundamentales que nutren el espíritu de una familia y también de una nación, que son la memoria y la poesía», expresó el Historiador de la Ciudad. Y agregó: «Me alegro mucho, Fina, que en ocasión del 95 natalicio de Cintio podamos hoy celebrarlo. También evoco la presencia de Sergio, mi amigo querido, que seguirá estando omnipresente entre nosotros».
Este número de Opus Habana tiene en portada la obra Roca bruja, fotografía de Tomás Sánchez, quien es entrevistado por la periodista Estrella Díaz en la sección «El artista y la ciudad». Al no poder estar presente por motivos de fuerza mayor, el gran artista plástico envió una carta manifestando sentirse muy honrado por haber sido seleccionado «para este significativo número de la publicación que ustedes impulsan y a la vez muy triste de no poderlos acompañar en este evento». Esa carta fue leída por Argel Calcines, editor general de la revista desde su fundación, a quien Leal Spengler cedió la palabra, no sin antes agradecerle su ingente labor de veinte años al frente de la revista.
«Cada número de Opus Habana es un destello de la obra de restauración del Centro Histórico. Al alcanzar 50 números —o sea, 50 destellos—, ya se ha producido un resplandor», expresó Calcines. Antes presentó a Daniella Santiesteban, niña autora del dibujo del reverso de portada, dedicado a la plantación de la nueva ceiba en El Templete. El editor general elogió su representación de la piña que adorna ese edificio neoclásico: «Ver tu dibujo de esa fruta deleitaría a Manuel de Zequeira, el autor de “Oda a la piña” y uno de los redactores del El papel periódico de La Habana», le explicó Calcines.
También se refirió a la influencia de Orígenes en la revista Opus Habana, como es la tradición de escoger para la portada de cada número un pintor contemporáneo. Ejemplificó con la edición dedicada al centenario del nacimiento de José Martí, con viñeta de Amelia Peláez y  el editorial de Lezama Lima titulado «Secularidad de Martí». «Pero el hecho que de verdad impulsó nuestra revista Opus Habana fue el arribo en calidad de incógnito de uno de los fundadores de Orígenes: el Padre Ángel Gaztelu, a quien le dedicamos un monográfico en 1997», reveló Calcines. «Además de entrevistar a Gaztelu, quien por primera vez en su vida concedía una entrevista, dialogué mucho con Cintio Vitier mientras editaba el trabajo de Fina sobre el sacerdote origenista», recordó.
Al referirse al número 50 de Opus Habana, Calcines expresó su satisfacción por haber contado con un trabajo expresamente escrito para la ocasión por la doctora Miriam Escudero, directora del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas. Salvadora e investigadora de la opera omnia de este gran compositor cubano del siglo XVIII, por primera vez ella publica la genealogía de Salas, de quien José María Vitier puede considerarse un sucesor en el tiempo. «De este modo los dos grandes músicos sacros, el antiguo y el contemporáneo, quedan en las páginas de nuestra revista como miembros de una misma genealogía de la cubanía, ratificando aquella frase de Martí:  “La música es el hombre escapado de sí mismo. Es el anuncio de la armonía constante y venidera…”».

Imagen superior: A la derecha, el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, junto a Argel Calcines Pedreira, editor general de la revista Opus Habana, durante la presentación del número 50. Imagen izquierda: Leal Spengler junto a Fina García Marruz, invitada especial. Imagen derecha: Calcines Pedreira junto a Daniella Santiesteban, niña autora del dibujo del reverso de portada. (Fotos: Nestor Martí)


Uno de los momentos más emotivos fue el concierto homenaje a la famila Vitier-García Marruz que, organizado por el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, acompañó la presentación del número 50. Su título, El surtidor silencioso, se basa en un poema del Padre Ángel Gaztelu e incluyó repertorios de música barroca y del propio José María Vitier. Inauguró el concierto el organista Moisés Santiesteban, quien interpretó Tiento XXIII de sexto tono por fe fa ut sobre la Batalla de Morales, de Francisco Correa de Arauxo. A continuación, intervino el recién formado Ensemble Cantabile, que dirigen Yulnara Vega y Roger Quintana, con las obras de Esteban Salas: Tædet animam meam; ¡Tú mi Dios entre pajas! y Como la Luz ha nacido.
La segunda parte del concierto estuvo dedicada íntegramente a la obra de Vitier. Con texto de su esposa, Silvia Rodríguez Rivero, la habanera Te vas de mí  fue interpretada por el contratenor Frank Ledesma, acompañado por Moisés Santiesteban. La pianista Lianne Vega ejecutó la obra Danza de Fin de Siglo. Siguió entonces  la Camerata Vocale Sine Nomine que, dirigida por la maestra Leonor Suárez, interpretó las piezas Bonito y sabroso, de Benny Moré, y I've been in the storm so long, ambas, con arreglos corales de Ernesto Herrera. Por último, Mario Cremata Ferrán, autor de la entrevista a José María Vitier, pidió al maestro interpretar una de sus piezas. «No estaba preparado, pero no puedo negarme», contestó y se sentó al piano para tocar su obra Ritual, dedicándola al Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler.  

Redacción Opus Habana

 
Imagen superior: Camerata Vocale Sine Nomine, dirigida por la maestra Leonor Suárez (Foto: Joel Guerra). Imagen inferior: Ensemble Cantabile —bajo la dirección de Yulnara Vega y Roger Quintana— que por primera vez interpreta la obra del compositor cubano Esteban Salas (Foto: Nestor Martí). Imagen izquierda: José María Vitier al piano (Foto: Joel Guerra).

PALABRAS AL PROGRAMA DE MANO DEL CONCIERTO EL SURTIDOR SILENCIOSO; DEDICADO A LA FAMILIA VITIER-GARCIA MARRUZ

En 2007, tras concedérsele el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, Fina García Marruz concedió una entrevista a la periodista y escritora Rosa Miriam Elizalde.1 Por primera vez —que nosotros sepamos— se obtuvo un testimonio directo de la integrante del grupo Orígenes, en conversación donde también participó Cintio Vitier. Como dos alas de un mismo pájaro, habiendo constituido una unión eterna en vida y obra, ambos expresan que su mayor orgullo son sus «hijos músicos»: Sergio y José María.
 «En mi caso hay una razón: yo quise ser músico y no lo fui, y mis hijos lo han cumplido», explica Cintio. Ella, por su parte, afirma: «La música quizás fue en nosotros la primera poesía», e incluso llega a confesar que «es más fuerte, casi, que la poesía. La música es mi madre, mis hermanos, mis hijos, mi familia».  
Ahora la revista Opus Habana ha dedicado la sección «Entre cubanos» al gran músico y compositor José María Vitier García Marruz.2 Y aprovechamos para rendir homenaje a toda esta familia que cultiva versos, imágenes, sonidos y silencios en una suerte de ósmosis para que lo cubano se exprese a través de todas las dimensiones del Arte: literatura, música, pintura...
Hace ya casi veinte años, en el segundo número de Opus Habana,3 dedicado a monseñor Ángel Gaztelu, tuvimos el privilegio de que Vitier nos revelara algunos secretos del misterio origenista. Así, al responder por qué su legado ha trascendido en el tiempo, a pesar de negaciones y escarnios, tranquilamente contestó el autor de Lo cubano en la poesía: «Hay ríos que se sumergen en la tierra y después reaparecen. Orígenes tuvo y tiene esa capacidad porque siempre trabajó con los secretos de la Isla».
Cual surtidor silencioso, la revista Opus Habana ha brotado de ese río o manantial. De conjunto con el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, sus páginas impresas se hacen imagen sonora al llegar a sus cincuenta números consecutivos como publicación institucional de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.

Argel Calcines y Miriam Escudero

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1. Rosa Miriam Elizalde. «Fina García Marruz: Me comunico mejor con el silencio», en Cubadebate, 19 de marzo de 2007.
2. Mario Cremata Ferrán. «José María Vitier: la música como una inmensa amante», en Opus Habana, Vol. XVI/no.3 ago. 2015/abr.. 2016, pp. 18-27.
3. Argel Calcines: «La memoria compartida», en Opus Habana, Vol. I/no.2 enero/marzo 1997, p. 14.

 


 

PALABRAS ENVIADAS POR TOMÁS SÁNCHEZ, CON MOTIVO DE LA PRESENTACIÓN DE OPUS HABANA

Estimados amigos de la revista Opus Habana,
Estimados amigos de la Oficina del Historiador,
Estimados amigos del público que asiste a esta presentación,
Querido Argel Calcines:

En primer lugar me gustaría decirles que me siento muy honrado por ser la portada de este significativo número de la publicación que ustedes impulsan, y a la vez muy triste por no poderlos acompañar en este evento.

Ha sido toda mi intención, durante este mes, viajar a Cuba y estar con ustedes, pero la logística de mi exhibición en el Museo de Arte Costarricense el próximo 22 de septiembre no me lo ha permitido.

En casi dos décadas de residir en este país, esta es la primera vez que tengo una exposición personal. Se trata de la misma que se exhibió en Cuba durante la Bienal de La Habana y estoy con gran expectativa como toda primera vez.

Reitero mi alegría y mi compromiso con todos los proyectos culturales que se impulsen en Cuba. Espero poder viajar pronto y agradecerles personalmente a cada uno de los implicados, el haberme tenido en cuenta. En especial al trabajo de Estrella Díaz.

Un abrazo enorme,

Tomás Sánchez

 

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