Cada proyecto es el resultado de un diálogo entre organizaciones o artistas cubanos y holandeses. Tomando como punto de referencia el agua, elemento natural común a ambas culturas, el programa de este evento se diseñó fluidamente para lograr un encuentro rico en varias disciplinas: historia, fotografía, cine, danza, música y video arte.
El Conjunto de Música Antígua Ars Longa recibió a los asistentes a la inauguración de la Semana de la Cultura Holandesa en La Habana. En la foto, el embajador Ron Muyzert y el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler. |
La primera Semana de la Cultura Holandesa en La Habana, que se celebró entre el 13 y el 18 de octubre de 2009 en el Centro Histórico, es, en opinión de sus organizadores, «una metáfora del intercambio. Cada proyecto es el resultado de un diálogo entre organizaciones o artistas cubanos y holandeses. Tomando como punto de referencia el agua, elemento natural común a ambas culturas, el programa de este evento se diseñó fluidamente para lograr un encuentro rico en varias disciplinas: historia, fotografía, cine, danza, música y video arte». Como dijera el embajador de los Países Bajos en Cuba, Ron Muyzert, este evento es el testimonio de los deseos de Holanda de profundizar y ampliar los nexos entre las dos naciones.
Cartel promocional de la importante exposición sobre el almirante Piet Hein |
La jornada comenzó con la inauguración, el martes 13 de la exposición «Piet Hein y la Flota del Tesoro». Organizada por el Museo Castillo de La Real Fuerza y el Museo Histórico de Rotterdam, representado por su curadora Ingrid de Jagger, es una muestra inédita en Cuba sobre una figura tan importante de la independencia holandesa. Para los enemigos, un pirata y para la historia, un almirante, Piet Hein conquistó la Flota de la Nueva España de los españoles en 1628, en las inmediaciones de la Bahía de Matanzas. Como resultado logró un alijo de caudales que costeó la resistencia holandesa frente a la ocupación española, hasta que se logró la independencia en 1668. Las piezas, interesantes reproducciones y originales de grabados holandeses, hablan de la presencia holandesa en el Caribe. Los objetos arqueológicos encontrados en La Habana y en la ciudad de Matanzas, entre los que sobresalen las pipas de caolín fabricadas en la ciudad de Gouda, son testimonios de un significativo comercio de contrabando. Se exponen asimismo dos grabados poco conocidos en Cuba: La captura de la Flota Española del Tesoro en la Bahía de Matanzas. Año 1628, del importante grabador Claes Janszn Visscher (II), y La conquista de la Flota Española del Tesoro en la Bahía de Matanzas, 1628 por el general Piet Hein. Como piezas excepcionales han llegado a La Habana: el sello para lacrar utilizado por el propio Hein cuando fue representante en 1622 de la corona de la ciudad de Rotterdam, y tres platos de mayólica de Delft —de una serie de doce—, cuyos diseños decorativos son alegóricos a la industria arenquera.
El Conjunto de Música Antigua Ars Longa se integró a esta exposición para introducir al público en el mundo del siglo XVII, gracias a un performance sonora en vivo entonando la canción que aún hoy recuerda sus hazañas: Piet Hein, su nombre es pequeño, pero su proeza es grande, porque apresó la flota de la plata…Los fondos de la muestra provienen del Museo Histórico de Rotterdam, la Colección Atlas van Stolk y el Museo Marítimo, así como del Gabinete y Museo de Arqueología, el Archivo Histórico y el Museo Numismático de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
El Conjunto de Música Antigua Ars Longa se integró a esta exposición para introducir al público en el mundo del siglo XVII, gracias a un performance sonora en vivo entonando la canción que aún hoy recuerda sus hazañas: Piet Hein, su nombre es pequeño, pero su proeza es grande, porque apresó la flota de la plata…Los fondos de la muestra provienen del Museo Histórico de Rotterdam, la Colección Atlas van Stolk y el Museo Marítimo, así como del Gabinete y Museo de Arqueología, el Archivo Histórico y el Museo Numismático de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Una de las fotos habaneras de la exposición de Roberto Salas. |
Al decir del propio Salas, « 'Nostalgias', más que el propio significado de este vocablo, es un título o nombre que le he aplicado a una forma muy personal de interpretación de las escenas o paisajes que de una forma u otra provocan en mi mente composiciones de visualizaciones en variedad de texturas, luces y por qué no decirlo, recuerdos de otros momentos, conscientes o inconscientes e incluso imaginarios. Uso el color, o la falta del mismo, para llegar a mis objetivos emocionales. Podrán tener bellezas evidentes a todos, o bellezas que sólo veo yo exclusivamente. Siempre he creído que aún en la desgracia o la miseria o las ruinas, existen composiciones de una sutil y rara belleza, algunos las ven, otros no, lo cual no me altera mis selecciones ya que estoy mostrando mi visión, a mi forma, nunca he creado para complacer a los demás».
Las exposiciones, las proyecciones de audiovisuales y los conciertos se combinaron en el diálogo cultural cubano-holandés. |
La música tuvo su representación en el concierto que ofreció el Conjunto de Música Antigua Ars Longa en la Iglesia de San Francisco de Paula, el 15 de octubre. En esta oportunidad ofreció un repertorio de música europea y latinoamericana de la época en que vivió el almirante holandés Piet Hein. Cantos de mar y de batalla. La música en tiempos de Piet Hein (1577-1629) y la Armada de Plata fueron las canciones que ejecutó el conjunto que dirige Teresa Paz. Ensaladas, tonos humanos, chanson, piezas instrumentales de las escuelas franco flamenca y española de los siglos XVI y XVII, recrean el ambiente sonoro de la época en que holandeses y españoles se enfrentaron en la costa norte de la Isla de Cuba. Se trata de obras de compositores representativos de la música polifónica como Jacob van Eyck, Josquin des Prez, Henricus Isaac y Mateo Flecha el viejo, elegidas por la temática alusiva al mar y sus batallas.
El grupo Waterproof ha traido a Cuba lo mejor de su trabajo. |
Esta primera semana de la cultura holandesa en Cuba fue posible gracias al trabajo mancomunado de la Embajada de los Países Bajos en Cuba, el Ministerio de Relaciones Exteriores y de Cultura de Cuba, así como de las diversas instituciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad, a quienes el propio diplomático agradeció su trabajo y denuedo. Como dijera el propio embajador Muyzert, este es el primer paso. Esperamos que se puedan dar muchos más en pos del acercamiento cultural de Cuba y Holanda.
Rodolfo Zamora Rielo
Redacción Opus Habana
Redacción Opus Habana