La célebre poetisa, novelista y dramaturga cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda volvió a La Habana, no para ceñirse la corona de laurel, sino para develar aspectos trascendentales de su vida y su obra. De la mano del investigador Gabriel Vasconcellos, La Peregrina regresó en el tiempo, junto a la también poetisa Luisa Pérez de Zambrana, en un retablo de la vida y las costumbres del siglo XIX. Protagonistas del mural que recrea la fisonomía de 67 miembros del Liceo Artístico y Literario de La Habana (1844-1869), ubicado en la calle Mercaderes entre Empedrado y O’Reilly, ambas féminas enriquecieron la tradición poética cubana.

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