«Desde 1794, los Estados Unidos, como nueva nación, comenzó a desarrollar su primer programa de construcciones defensivas para la protección de sus comunidades costeras de ataques navales. Este fue el primero de una serie de programas de defensas de bahías que continuarían sin interrupción hasta poco después de la II Guerra Mundial», afirmó Jorge Echeverría Cotelo, especialista principal del Museo Castillo de La Real Fuerza, en conferencia impartida el jueves 17 bajo el título Las fortificaciones de la Norteamérica de los siglos XVIII y XIX. La intervención tuvo lugar en la propia institución que cada mes acoge el espacio Superficies y profundidades.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar