«A diferencia de otras literaturas latinoamericanas, la cubana no se caracterizó en los años 70 y 80 por el desarrollo de una narrativa escrita por mujeres. Sin embargo, en los 90, mientras el país experimentaba una contracción económica que repercutía en todas las esferas, se produjo el paradójico mini-boom de una narrativa femenina que, a través de antologías, pronto encontró espacio en los mercados nacional e internacional», sostuvo la doctora Luisa Campuzano en la introducción al postgrado Narradoras cubanas de entre los siglos XX y XXI iniciado el martes 15 en el Centro Hispanoamericano de Cultura, que auspicia el curso junto a Casa de las Américas.
 Este martes 15 quedó inaugurada la exposición personal del joven grabador Osmeivy Ortega y tuvo lugar el encuentro «Belkis: propuesta para salvar el silencio», a cargo del artista y profesor puertorriqueño Antonio Martorell, que devino cotejo y diálogo intimista de Martorell y Ortega con la impronta de Belkis, quien fuera colega del primero y profesora del segundo. Ambas forman parte de las actividades colaterales a la muestra antológica «Nkame» por el décimo aniversario del fallecimiento de la artista cubana Belkis Ayón la que, instalada en el tercer piso del otrora Convento de San Francisco de Asís, permanecerá abierta al público hasta el 28 de noviembre.
 Auspiciadas por la embajada de Guatemala, las conmemoraciones por las fiestas patrias de Centro América incluyeron la presentación el lunes 14 del libro Canche Peroles de Rubén Chavén en la Sociedad Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente, y la apertura de la muestra fotográfica «Guatemala en el tiempo» de Rita Villanueva en el Hostal Conde de Villanueva.También el martes 15, el director del Museo Nacional de Historia de Guatemala, Miguel Álvarez Arévalo, ofreció una conferencia en la Casa de la Amistad. Ese mismo día, sendas ofrendas florales fueron colocadas ante las estatuas de José Martí y de Francisco Morazán, en los Parques Central y de la Fraternidad.
 El venidero viernes 18 de septiembre a las 4:00 pm en la galería del Palacio Lombillo se inaugura la exposición personal «La traición de las imágenes» del artista Leonardo Cuervo, quien —según explica— en esta oportunidad rompe con parte de su trabajo anterior, por ejemplo, por primera vez exhibe dibujos. «Son 15 piezas, casi una muestra antológica para que las personas puedan hacer una especie de paneo entre lo que había hecho y lo que estoy haciendo en este momento. La iconografía también ha cambiado: hay cosas más contemporáneas, aunque el trabajo sigue siendo muy rigoroso casi fotográfico, realizado sólo a pincel y lápiz sin otro recurso», precisó.