Colocan modelo de navío de S.M. Santísima Trinidad

Detalles: Escrito por Fernando Padilla; Publicado: 15 Enero 2009; Visto: 6917

A 240 años de su botadura en la rada habanera y salido del aserradero del Real Arsenal de La Habana, regresa al Centro Histórico de la Ciudad, el mayor bajel de su tiempo. Construido por un equipo de modelistas navales de la Oficina del Historiador, el modelo de navío Santísima Trinidad permanecerá a partir de hoy al amparo de los baluartes del Museo Castillo de la Real Fuerza.

De la mano de Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, y Juan Carlos Zuloaga, modelista naval historico, entró el modelo de navío Santísima Trinidad al Museo Castillo de la Real Fuerza.

En brazos de los modelistas y colaboradores del proyecto, auspiciado por la Oficina del Historiador y la Organización No Gubernamental (ONG) canadiense Amigos del Santísima Trinidad, en horas de la tarde del jueves 15 de enero, se efectuó la peregrinación desde San Salvador de la Punta hasta el Museo Castillo de la Real Fuerza, tras dos años y tres meses en la construcción del modelo de navío Santísima Trinidad.
Con las palabras de Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad; Jean-Pierre Juneau, embajador de Canadá en Cuba, y Ken Woods, presidente de la ONG Amigos del Santísima Trinidad dio inicio el acto de colocación en la explanada del Museo Castillo de la Real Fuerza, en presencia de representaciones diplomáticas de las embajadas de Canadá, Francia y España, especialistas del Museo Naval de Madrid y de la Academia Naval de Cuba.
Minutos antes, a ritmo de campanadas y tambor, custodiado por el grupo de ceremonia militar de la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, se procedió a la colocación del modelo del Santísima Trinidad en el recibidor de la Fuerza, espacio donde permanecerá en los próximos días hasta su ubicación definitiva en la sala número siete, para la conclusión de las obras de la cubierta corrida y el aparejo.
En la segunda planta del museo, otro navío, Le Juste, fue presentado por Eusebio Leal y Jean-Pierre Juneau, fruto de la colaboración entre la nación canadiense y la Oficina del Historiador. El modelo realizado por los modelistas hermanos Bouza Miranda, recrea con minuciosidad el mascaron alusivo a la libertad del bajel que trajo a La Habana al héroe de Canadá, Pierre Le Moyne D’Iberville.
Modelo Naval del navío Santísima Trinidad.
Fruto de la cooperación entre la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y la ONG Amigos del Santísima Trinidad, comenzó a gestarse a partir del 2 de octubre de 2006, la construcción del mayor modelo naval con una sección en despiezo, del único navío con cuatro puentes de la era de las velas.
Al frente de la realización de la maqueta del Santísima Trinidad, a escala 1:25, se encuentra el modelista naval histórico Juan Carlos Zuloaga; asistido por Nelson García Guanche, encargado de la artillería del bajel; Lázaro García Driggs, artífice de las figurillas; la artista Duchi Man y Luisa María Pérez en la confección del velamen, y Vladimir Torres, ingeniero eléctrico en la iluminación interior.

De izquierda a derecha Jean-Pierre Juneau, embajador de Canadá en Cuba; Ken Woods, presidente de la ONG Amigos del Santísima Trinidad y Eusebio Leal Spengler, quienes pronunciaron las palabras centrales del acto de colocación de la maqueta.

Zuloaga, modelista de consolidada trayectoria, tiene en su haber la realización de la maqueta de la Almiranta Nuestra Señora de Atocha; cuatro despiezos y un corte transversal de las diferentes secciones que integran un navío; piezas apreciables en las salas cinco y seis del Museo Castillo de la Real Fuerza. Asumió desde el inicio el reto de construir el modelo basado en los procedimientos y técnicas ejecutadas en los astilleros navales de los siglos XVII y XVIII. El proceso comenzó con la colocación del eje vertebrador de todo navío, la quilla, a la que seguirían: varengas, genoles, ligazones, sobrequilla, palmejares, hasta ir edificando las secciones definitivas de la bodega, sollado, las tres cubiertas y el cuarto puente.
La labor estuvo antecedida por largas jornadas de investigación y lectura de documentos proporcionados por el Museo Naval de Madrid, en especial de los planos actualizados del Santísima Trinidad. La consulta bibliográfica de los textos: Álbum del Marqués de la Victoria; 140 razones para la historia, de Juan Carlos Mejías; Santísima Trinidad, un coloso de su tiempo y Mártir en Trafalgar. La estela de un gran navío, ambos de Marcelino González y El Real Arsenal de La Habana de Ovidio Ortega; fueron de vital importancia en la ejecución minuciosa del proyecto.
A escala de 1:25, la maqueta posee una quilla de dos metros, dos metros y medio de eslora, 42 centímetros de manga, mientras el palo mayor se eleva a 2,70 metros sobre la obra muerta del bajel. Curiosamente el tiempo de su realización, algo más de dos años, coincide con el que precisaron los carpinteros y calafates del Real Arsenal de La Habana en la construcción (1767-1769) del Santísima Trinidad.
El cuarto puente es coronado por la arboladura y el velamen, integrados por el bauprés, con velas cebadera alta y baja, foque, contrafoque, petifoque; el palo trinquete con vela trinquete, velacho, juanete, sobrejuanete trinquete; el palo mayor con vela mayor, gavia, juanete mayor, sobrejuanete; y el palo de mesana con vela mesana, cangreja, juanete de mesana además de vela estay entre el mayor y trinquete, entre mayor y mesana.

El modelo de navío Santísima Trinidad en las próximas jornadas dará la bienvenida a los visitantes en el recibidor de la Fuerza, junto a la giraldilla.

El despiezo, situado a babor, deja ver la estructura integrada en la obra viva (parte del navío sumergida bajo la línea de flotación) del sollado y la bodega, con la recreación de la vida a bordo de algunos de sus espacios como la sentina, el pañol de leña, la santabárbara, los cabrestantes a proa, bombas de achique y agua, los pañoles de calafates, carpinteros y faroleros.
La estructura de la obra muerta (parte sobre la línea de flotación) se compone de tres cubiertas donde se ubican la misma cantidad de baterías con cañones de 36, 24, 16 y ocho libras, y el cuarto puente o cubierta corrida del castillo de proa, alcázar y toldilla con obuses y esmeriles sobre las amuras. Integrada además por los camarotes de los oficiales hacia el espejo de popa, la enfermería y la cocina.
El Santísima Trinidad llegó a tener a bordo 140 bocas de fuego en Trafalgar, sin embargo, el modelo solo cuenta con 120 piezas de artillería para otorgar mayor espacialidad al despiezo y su recreación de cómo era la vida a bordo de un navío de línea. Sin lugar a dudas, uno de los aspectos singulares de la maqueta es que no se corresponde con un período histórico específico de sus 36 años al servicio de la Real Armada, sino la sumatoria de las características adquiridas durante las tres grandes reformas que experimentó.
Precisamente uno de los mayores desafíos fue el de alcanzar una visualidad fiel a su historia de más de tres décadas. En la disposición del color sobresalen las cintas y los galones rojos sobre el blanco de la línea de flotación; en cambio el espejo de popa parece justipreciar su nombre al dominar el azul, como si reflejase en su navegar el cromatismo de la mar oceana.
Casi la totalidad de los elementos que componen el modelo son de madera (cedro, cedrín y caoba), aunque también se usó la baquelita en la confección de algunas piezas de artillería. En tanto las velas fueron cortadas en tela (algodón con poliéster, teñidas con café) además de las cuerdas de cáñamo.

Santísima Trinidad. I parte

Santísima Trinidad. II parte

Santísima Trinidad. III parte

Santísima Trinidad. IV parte

Santísima Trinidad. V parte

Santísima Trinidad. VI y última parte

Fernando Padilla
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Opus Habana

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