Los académicos fueron convocados para el venidero martes 8 de marzo cuando se reunirán en la sede permanente, ubicada en el edificio del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.

Para dar continuidad a la labor comenzada en agosto de 1910, la Academia de la Historia de Cuba reanudó sus sesiones durante una velada que se celebró en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. El presidente de la Academia, Eduardo Torres Cuevas, y el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, coincidieron en resaltar la importancia de la Institución para los estudios historiográficos nacionales y el significado de la fecha escogida: el 24 de febrero.


Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado. En la presidencia también estuvieron, entre otras personalidades, Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; el vicepresidente del Consejo de Ministros, José Ramón Fernández y el ministro de Cultura, Abel Prieto.

Anteriormente habló el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, quien recordó el Acuerdo adoptado en 2010 por ese órgano referido a tal restablecimiento que se hizo público el 9 de octubre del pasado año en el Museo de la Ciudad (Palacio de los Capitanes Generales), luego de lo cual se constituyó de manera oficial una Comisión que analizó el nombramiento del resto de los integrantes que «hoy tomarán posesión y comenzarán su importante labor», precisó.
Encabezado por Torres Cuevas, el grupo que examinó las propuestas estuvo integrado por los historiadores María del Carmen Barcia Zequeira, Olga Portuondo Zúñiga, Sergio Guerra Vilaboy, Jorge Ibarra Cuesta, Oscar Zanetti Lecuona, Pedro Pablo Rodríguez López, Eusebio Leal Spengler y Rolando Rodríguez García, todos también miembros de número los que, en total, suman 22.

Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana.

Leal Spengler calificó de gran día la fecha escogida para restablecer la Academia de la Historia, al evocar que el 24 de febrero de 1895 se reinició la contienda por la independencia cubana que fue la realización de los ideales de nuestros libertadores.
«Fundar es fácil, perseverar es lo difícil. Aunque interrumpida por un tiempo debido a acontecimientos que fueron más allá de los propios sueños, la Academia regresa hoy con el espíritu creador y renovador que animó a sus fundadores, con el propósito de constituirse, no en una élite, sino en una vanguardia para unir, fundar y solidificar», agregó el Historiador de la Ciudad de La Habana.
Según sus palabras, el objetivo principal de la renovada Institución es convocar, apoyar y, sobre todo, erigirse en instrumento para que la política cultural y educacional que tiene a la historia como motivación, sea realmente interpretación correcta y sabia, así como el principio de saber buscar los orígenes y, a la vez, respetar la evolución del pensamiento en el tiempo.

Eduardo Torres Cuevas, presidente de la Academia de la Historia de Cuba.

Luego de resaltar el significado del 24 de febrero, Torres Cuevas preponderó que la Academia de la Historia de Cuba fue la primera de un grupo que se crearon en el país a inicios del recién concluido siglo XX, entre otras, en octubre de ese mismo año, la Academia Nacional de Artes y Letras, además de la Academia Cubana de la Lengua, en 1926.
En cuanto a América Latina, sólo nacieron con anterioridad a la cubana, Academias de la Historia en Venezuela (1884), Argentina (1893), Colombia (1902) y Perú (1905).
Aquellos 30 académicos de la Isla, cuya edad promedio era de 40 años —sostuvo— tuvieron la misión de investigar, adquirir, coleccionar, clasificar, redactar y presentar ante las autoridades competentes todo lo que tuviese que ver con preservar la historia cubana, en medio de una situación de República intervenida.
Entre otros destacó la labor de Fernando Figueredo Socarrás, el que, con sus 64 años, era el más veterano, en tanto, Fernando Ortiz, con 29, el más joven, precisó.
Para el también Premio Nacional de Ciencias Sociales y director de la Biblioteca Nacional José Martí (BNJM) y de la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, merece especial elogio Domingo Figuerola Caneda quien consultó, elaboró y trabajó en parte de los documentos que le dieron vida a la Academia de la Historia, y —por demás— fundador de la BNJM.

Ante la presidencia, violinistas del Conjunto de Música Antigua Ars Longa cuando interpretaban La bayamesa de Sindo Garay, como colofón de la velada que iniciaron integrantes de dicho colectivo, perteneciente a la Oficina del Historiador, al entonar el Himno Nacional de Cuba.

Al reiniciar el trabajo, la Academia, señaló, lo hace en condiciones muy distintas y con el reto de enfrentar una época histórica extraordinariamente compleja, y con una historiografía que ha avanzado respecto a sus métodos. También con una gran ventaja: contar con 50 años de trabajo historiográfico revolucionario, con una Escuela de Historia —nacida en 1962 como resultado de la Reforma Universitaria—, que ya ha formado máster y doctores, enfatizó.

Finalmente, el presidente de la Academia de la Historia de Cuba, declaró el 24 de febrero de 2011 como día de reanudación de sus labores y convocó a los académicos para una reunión el venidero martes 8 de marzo en la sede permanente ubicada en el edificio del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana donde también radican algunas otras instituciones tales como la Academia Cubana de la Lengua.
Historiadores cubanos de distintas épocas, entre los que se destacan Enrique José Varona, Juan Gualberto Gómez, José Martín Félix de Arrate y Emilio Roig de Leuchsenring, primer Historiador de la Ciudad de La Habana, nutrieron con sus contribuciones la labor de la ahora refundada Academia de la Historia de Cuba.


Miembros actuales de la Academia de la Historia de Cuba

1. María del Carmen Barcia Zequeira.
2. Miguel Ángel Barnet Lanza.
3. Ana  Andrea Cairo Ballester.
4. Lourdes Sarah Domínguez González.
5. Alejandro García Álvarez.
6. César García del Pino.
7. Mercedes García Rodríguez.
8. Jesús Guanche Pérez.
9. Sergio Guerra Vilaboy.
10. Ibrahim Irenio Hidalgo de Paz.
11. Jorge Ramón Ibarra Cuesta.

12. Zoila Mercedes Lapique Becali.
13. Eusebio Leal Spengler.

14. Áurea Matilde Fernández Muñiz.
15. Gustavo Placer Cervera.  
16. Alberto Prieto Rozos.
17. Rolando Jesús Rodríguez García.
18. Pedro Pablo Rodríguez López.
19. Olga Sarina Portuondo Zúñiga.
20. Arturo Sorhegui  D’ Mares.
21. Eduardo Moisés Torres Cuevas.
22. Oscar Adolfo Zanetti Lecuona



Momentos cuando los académicos recibían sus respectivos carnets y medallas que los acreditan como actuales miembros de número de la Academia de la Historia de Cuba.

Maria Grant
Editora ejecutiva de Opus Habana

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