Un importante suceso editorial es el libro Cuba para guardar la memoria, de Juan de las Cuevas Toraya, que compendia un amplio patrimonio visual centrado en ciudades y pueblos de antaño. Las imágenes empleadas en este volumen, que fuera presentado el 23 de enero en el Palacio de Lombillo, forman parte del Archivo Iconográfico del Ministerio de la Construcción.
El libro Cuba para guardar la memoria resume de manera sintética un patrimonio de algo más de un millón de fotografías antiguas que se preservan en el Archivo Iconográfico del Ministerio de la Construcción de nuestro país.

 Imágenes de antaño que informan cómo eran algunos puntos urbanos y suburbanos de nuestro país, caracterizan al medular libro Cuba para guardar la memoria, recién presentado en el Palacio de Lombillo, sede de la Oficina del Historiador.
Este volumen de más de 200 páginas ha sido el resultado de una tesonera labor de su autor, Juan de las Cuevas –con el auxilio de su esposa–, quien ha procesado en los últimos años un grueso importantísimo de fotografías que procedían del antiguo Ministerio de Obras Públicas. Ese archivo fotográfico fue el punto de partida de la salvaguarda editorial ahora realizada sobre un pasado que nos compete, en el cual colaboraron por España, la Junta de Andalucía y la Agencia Española de Cooperación Internacional; y por Cuba, la Biblioteca Nacional, la Oficina del Historiador y, por supuesto, el Centro de Información de la Construcción de La Habana, donde se hallan todas estas imágenes.
Por consiguiente, la publicación de Cuba para guardar la memoria. Archivo Iconográfico del Ministerio de la Construcción. Selección fotográfica y textos Juan de las Cuevas Toraya (Junta de Andalucía y Centro de Información de la Construcción, Sevilla, 2006) además de constituir un significativo suceso editorial, devela para una gran mayoría la valía histórica y artística de un archivo fotográfico poco conocido. Archivo de grandes valores y con una historia propia, como se aprecia con este libro que agrupa interesantes instantáneas fotográficas de sitios de toda Cuba.
Allá por los años 20 «Carlos Miguel de Céspedes, el secretario de Obras Públicas del mandato de Gerardo Machado, adquirió para controlar la ejecución de las obras de ese gobierno, y también con fines publicitarios, el mejor laboratorio fotográfico existente en ese momento en el mercado. Lo que no podía imaginar Carlos Miguel era que con ello estaba contribuyendo a salvar la memoria histórica de las construcciones en nuestro país. Tampoco pudo pensar que servirían algunas de aquellas imágenes para conformar un libro 80 años más tarde», refirió Juan de la Cuevas durante la presentación.
 Este laboratorio fue el resultado de una estrategia gubernamental, que con los años, sus fondos llegarían a ser una memoria visual de amplia trascendencia. El hoy llamado Archivo Iconográfico del Ministerio de la Construcción ha sufrido en alrededor de 80 años de existencia varias vicisitudes: mudadas, pérdidas inevitables... A su implementación, contribuyeron numerosas personas como «aquellos que tomaron las imágenes, aquellos que tuvieron la visión del futuro, que ya no son recordados y están solamente como páginas de la historia», expresó Eusebio Leal Spengler, quien habló también en la presentación del libro Cuba para guardar la memoria. Luego vendrían otras personas que ayudaron a darle un mejor sentido y significado a este archivo visual, como es el caso de Humberto Michelena, «el hombre que custodiaba, que trataba de evitar que las cosas del Ministerio de Construcción (MICONS) se fuesen», precisó Leal.
De acuerdo con Juan de las Cuevas durante casi medio siglo Michelena fue fotógrafo, organizador y un intransigente defensor de este archivo fotográfico, declarado Patrimonio Nacional en 1998. Tiempo después, en octubre de 2002, De las Cuevas sería otro infatigable trabajador de esta institución. Desde entonces, junto a su esposa, acometió «la tarea de organizar, clasificar y seleccionar las imágenes de mayor valor desde el punto de vista constructivo e histórico, con el propósito de digitalizarlas. Para ello, hemos contado con la colaboración y el apoyo de Eliades Acosta, director de la Biblioteca Nacional José Martí, donde han sido procesadas las imágenes en el Laboratorio Digital», expresó el autor del libro. Este importante patrimonio visual de nuestras ciudades ha tenido una socialización primera en forma de libro. Según contó el autor, su materialización resultó muy fácil, porque las personas involucradas con este proyecto sopesan demasiado el rescate, la divulgación y la conservación de nuestra historia. Todos se identificaron con esta iniciativa en forma editorial, como es el caso de Dora Nisenbaum, de quien «obtuvimos la aprobación de hacer un libro que mostrara cómo eran nuestras ciudades y pueblos hace 60 o más años. Hablamos también con Eusebio Leal, dedicado enteramente a guardar nuestro patrimonio, y calorizó el proyecto con beneplácito. Más tarde intercambiamos con el arquitecto español Francisco Gómez Díaz, a cargo de Cuba por la Junta de Andalucía, institución que por más de diez años ha mantenido una estrecha y valiosa colaboración con la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y otras provincias», explicó Juan de las Cuevas.
El libro ahora publicado está estructurado por provincias, desde Pinar del Río hasta Guantánamo, y cuenta con tres textos a manera de preámbulo, escritos por Concepción Gutiérrez del Castillo, Consejera de Obras Públicas y Transportes (Junta de Andalucía), Leal y el autor del volumen, respectivamente. Además, incluye una bibliografía y una «Breve reseña de las ciudades y pueblos del álbum».
Este valioso material resume de manera sintética un patrimonio preservado por décadas, conformado por algo más de un millón de fotografías antiguas.
Redacción Opus Habana

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