Una exhortación a los jóvenes arqueólogos a seguir los pasos de sus maestros y continuar desentrañando la historia de nuestra Habana, fue la premisa del Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, al dejar inaugurada la exposición «Hallazgos arqueológicos en el antiguo convento de Santa Teresa de Jesús», este miércoles 14 de abril en la sala transitoria del Museo Castillo de la Real Fuerza.
La muestra «Hallazgos arqueológicos en el antiguo convento de Santa Teresa de Jesús» propone al público un acercamiento a la vida conventual, a partir de objetos encontrados en las excavaciones arqueológicas realizadas en esa edificación religiosa del Centro Histórico.
 
Una exhortación a los jóvenes arqueólogos a seguir los pasos de sus maestros y continuar desentrañando la historia de nuestra Habana, fue la premisa del Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, al dejar inaugurada la exposición «Hallazgos arqueológicos en el antiguo convento de Santa Teresa de Jesús», este miércoles 14 de abril en la sala transitoria del Museo Castillo de la Real Fuerza.
En presencia de destacados historiadores, arqueólogos, estudiantes de las escuelas-taller y trabajadores de la restauración, quedó abierta la muestra que, por primera vez, exhibe el resultado de varios años de labor multidisciplinaria en la edificación que otrora ocupara el convento de Santa Teresa de Jesús. Valiosas piezas —la mayoría en excelente estado de conservación— permiten al visitante acercarse a objetos de uso cotidiano que matizaron la vida conventual de estas mujeres que —con las más disímiles razones— optaron por el retiro espiritual.
 
Platón. Pieza realizada en Sevilla con influencia de los modelos decorativos de la Real Fábrica de Alcora. Segunda mitad del siglo XVIII 
Durante tres meses, el público podrá visitar la muestra en la planta alta del Museo Castillo de la Real Fuerza. Se prevé tambien un amplio programa de carácter educativo con niños de escuelas del Centro Histórico, así como también con personas de la Tercera Edad. De igual manera se organiza un ciclo de conferencias sobre la temática con trabajos presentados en el II Seminario Internacional de Arqueología, celebrado en La Habana, en 2007.
Organizada por Gabinete de Arqueología, la Empresa de Restauración de Monumentos y el propio Museo Castillo de la Real Fuerza, la exposición «Hallazgos arqueológicos en el antiguo convento de Santa Teresa de Jesús», ha sido el fruto de tres excavaciones arqueológicas realizadas durante año y medio en las unidades estratigráficas de tres basurales a una profundidad de 3,10 metros, ubicadas en una de las galerías del convento de Santa Teresa de Jesús.
 
 Panel infográfico que muestra la ubicación de las piezas exhibidas cuando fueron halladas por los arqueológos.
Antecedida por las labores arqueológicas llevadas a cabo en el barrio de San Isidro —que tuvieron como colofón una muestra expositiva en abril de 2004— en esta ocasión, la intervención de arqueólogos e historiadores sirvió para devolver la verdadera fisonomía estructural a dicho convento, considerablemente alterada por el tiempo y sus moradores (al convertirse en casa de vecindad, una vez que las monjas se mudaron a otra edificación en el Vedado). Los trabajos de prospección constituyeron una verdadera escuela para los alumnos de las escuelas-taller, quienes a través de las evidencias pudieron conocer las técnicas y materiales originales empleados en la construcción de la edificación de tipología religiosa.

Redacción Opus Habana
 
 
 
 
 Hallazgos arqueológicos en el antiguo convento de Santa Teresa de Jesús.

La sala de exposiciones transitorias del Museo Castillo de La Real Fuerza acoge una significativa muestra de objetos —hallados en un contexto arqueológico fechado entre la segunda mitad del siglo XVIII y 1830 aproximadamente—  de la vida cotidiana en el convento de Santa Teresa de Jesús, institución fundada el 28 de enero de 1702 por el ilustrísimo obispo Diego Evelino de Compostela, para acoger a la orden religiosa de las Carmelitas Descalzas, quienes permanecieron allí hasta 1928, cuando se trasladaron a una nueva sede en El Vedado.
 
 Fachada del convento de Santa Teresa de Jesús, por  la calle Compostela, esquina a Teniente Rey. Tomada en enero de 2010.
Las piezas proceden de las investigaciones histórico-arqueológicas que desde el año 2005 realiza el Equipo de Arqueología de la Empresa de Restauración de Monumentos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, complemento indispensable para  la restauración multidisciplinaria que se ejecuta en está emblemática edificación, incluida en el año 2000 por la UNESCO en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro y que hoy se recupera minuciosamente.  
Pueden apreciarse platos, tazas, botes para ungüentos, tazones y otros objetos de mayólicas, todos manufacturados en importantes centros alfareros como Puebla de los Ángeles en México; Alcora y Sevilla en España. De los Países Bajos e Inglaterra está presente la cerámica Delf, con sus motivos decorativos inspirados en la porcelana china, y de Francia, una preciosa jarra del tipo Seine Policromo con cronología de 1690 a 1765.  Se expone, asimismo, una muestra de la cerámica ordinaria pintada con superficie bruñida, tipo México Pintado de Rojo, con una cronología de producción desde 1550 hasta 1750, y que se encuentra, en gran variedad de formas, profusamente en nuestra ciudad.   
 
 Cruz de túmulo situada en las enjutas de los arcos del primer claustro del convento de Santa Teresa de Jesús.
Particular importancia revisten algunas piezas de vidrio, como un pequeño jarrón encontrado en una de las enjutas de los arcos del primer claustro, posiblemente colocado como ofrenda constructiva, o una botella de probable manufactura andaluza con decoración chinesca grabada a la rueda y cierre de peltre. Integran además la exposición significativos objetos devocionales como medallas religiosas —alegóricas a Santo Tomás de Aquino, San José, la virgen María y Jesús—  y una Cruz de Caravaca, junto a elementos de cierre para misales o devocionarios. Relacionadas con una delicada industria artesanal desarrollada por las religiosas durante la segunda mitad del siglo XVIII, aparecieron un conjunto de preformas y formas talladas en mica, a las cuales posteriormente, se les pintaban imágenes religiosas y se colocaban en relicarios.
Antecedente de la que se situará definitivamente en el interior del convento una vez concluida las labores restaurativas, esta exposición, es un ejemplo de la información que brinda la arqueología sobre el pasado colonial de nuestra ciudad y su aporte al conocimiento de edificaciones altamente transformadas, pues permite dilucidar antiguas técnicas constructivas y las funciones de espacios hoy en día inexistentes, como fueron en este caso el área ocupada por la cocina, las bañeras y la letrina.
 
 Trabajos arqueológicos en la galería divisoria de la capilla-huerta (basural 1).
También han salido a la luz restos de pinturas murales que embellecieron la edificación o la colmaron de simbolismo, como las enigmáticas cruces de túmulo situadas en las enjutas de los arcos del primer claustro.
Las labores investigativas continúan y nuevos hallazgos se suceden y enriquecen esta colección, tal es el caso del reciente descubrimiento de una gran jofaina de mayólica de pasta dura —de posible manufactura cubana— debajo de las losas de mármol de la iglesia del convento y que lo visitantes pueden apreciar en la muestra. 
 
Antonio Quevedo Herrero, director del Museo Castillo de La Real Fuerza
Yoao Hidalgo Navarro, jefe del Equipo de Arqueología que interviene en el convento, perteneciente a la Empresa de Restauración de Monumentos (OHCH).
   

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