La antigua Casa del Marino, epicentro de unos de los claustros del Convento de Santa Clara, abrió sus puertas como parte de los festejos por el medio milenio de La Habana. Convertida en Museo de sitio, la edificación revela lo que era el inmueble y lo que podía encontrarse en ese convento que alojó a las hermanas Clarisas durante siglos, y tuvo diferentes funciones a lo largo de la historia. En ese recinto se exhiben parte de las piezas encontradas por las excavaciones arqueológicas; otras que pertenecieron al propio Convento o tuvieron relación directa con él y se hallaban en distintos museos e instituciones de la OHCH.

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