Concebida hace unos diez años, acaba de ser publicada la esperada Antología visual. José Martí en la plástica y la gráfica cubanas, obra del profesor y crítico Jorge R. Bermúdez, quien contribuye con esta obra a subrayar una de las constantes de nuestra iconografía.Durante más de un siglo, la figura del Apóstol se ha tratado sostenidamente en la plástica cubana y americana, de ahí que una antología visual sobre el tema sea un verdadero regalo con motivo de conmemorarse el 152 aniversario de su natalicio.
Cerca de 50 creadores integran esta antología, que tiene –entre otras particularidades– la de mostrar ejemplos pertenecientes a distintas manifestaciones visuales: desde la pintura hasta el cartel político, además de situarlos en tres galerías o etapas: de 1891 a 1957, de 1960 a 1982, y de 1986 a 2003.
«Soy consciente de la responsabilidad que entraña cualquier selección sobre todo, porque el número obliga y el motivo de ella corresponde con la figura política y literaria de mayor permanencia en la cultura visual cubana», expresó José R. Bermúdez al presentar su obra este viernes 28 de enero en el Palacio de Segundo Cabo, donde radica la Editorial Letras Cubanas, bajo cuyo sello se ha publicado.
Profesor de Arte y Comunicación en la Universidad de La Habana, Bermúdez publicó en 2000 el libro La imagen constante: el cartel cubano del siglo XX, de obligatoria consulta para los estudiosos de esa manifestación gráfica y su relación con el decurso histórico de la Isla.
Su dedicación por más de 30 años a la docencia especializada del diseño y el arte, así como su ejercicio de la crítica sobre la pintura cubana contemporánea, le han permitido —como él mismo manifestara— «entrar en relación con la forma de ser y pensar de los jóvenes creadores por varias generaciones de cubanos…»
«Comprendí que había un Martí para cada cubano y para cada época importante de Cuba. Asimismo, para cada pintor, para cada grupo de pintores, para cada tendencia de la pintura. También para cada momento difícil, personal o nacional», afirmó el ensayista en presencia de varios de los creadores antologados.
El autor estuvo acompañado de Daniel García, director de Letras Cubanas, e Iraida Sánchez Oliva, editora y correctora del libro. El diseño del mismo pertenece a Alfredo Montoto Sánchez, mientras que la reseña de solapa la firma el especialista en temas martianos Luis Toledo Sande.
Cerca de 50 creadores integran esta antología, que tiene –entre otras particularidades– la de mostrar ejemplos pertenecientes a distintas manifestaciones visuales: desde la pintura hasta el cartel político, además de situarlos en tres galerías o etapas: de 1891 a 1957, de 1960 a 1982, y de 1986 a 2003.«Soy consciente de la responsabilidad que entraña cualquier selección sobre todo, porque el número obliga y el motivo de ella corresponde con la figura política y literaria de mayor permanencia en la cultura visual cubana», expresó José R. Bermúdez al presentar su obra este viernes 28 de enero en el Palacio de Segundo Cabo, donde radica la Editorial Letras Cubanas, bajo cuyo sello se ha publicado.
Profesor de Arte y Comunicación en la Universidad de La Habana, Bermúdez publicó en 2000 el libro La imagen constante: el cartel cubano del siglo XX, de obligatoria consulta para los estudiosos de esa manifestación gráfica y su relación con el decurso histórico de la Isla.
Su dedicación por más de 30 años a la docencia especializada del diseño y el arte, así como su ejercicio de la crítica sobre la pintura cubana contemporánea, le han permitido —como él mismo manifestara— «entrar en relación con la forma de ser y pensar de los jóvenes creadores por varias generaciones de cubanos…»
«Comprendí que había un Martí para cada cubano y para cada época importante de Cuba. Asimismo, para cada pintor, para cada grupo de pintores, para cada tendencia de la pintura. También para cada momento difícil, personal o nacional», afirmó el ensayista en presencia de varios de los creadores antologados.
El autor estuvo acompañado de Daniel García, director de Letras Cubanas, e Iraida Sánchez Oliva, editora y correctora del libro. El diseño del mismo pertenece a Alfredo Montoto Sánchez, mientras que la reseña de solapa la firma el especialista en temas martianos Luis Toledo Sande.