Hoy, viernes 10, en el Palacio del Segundo Cabo quedó abierta al público la exposición itinerante «Naturalezas del Art Nouveau». A través del acercamiento al estilo a partir de su especial relación con la naturaleza, esta exhibición presenta algunos ejemplos de su desarrollo en nuestra Isla. «La muestra colateral que inauguramos en nuestra ciudad se pudiera catalogar como una de las más importantes», aseguró Orlando Inclán, jefe del Taller de Urbanismo de la Dirección General de Proyectos, Arquitectura y Urbanismo.

Fuera del continente europeo, La Habana ha sido la única ciudad invitada para formar parte de esta muestra que según expresó Eusebio Leal, «agudiza en nosotros el sentimiento de luchar por el patrimonio y la arquitectura contemporánea».

Hoy, viernes 10, en el Palacio del Segundo Cabo quedó abierta al público la exposición itinerante «Naturalezas del Art Nouveau». A través del acercamiento al estilo a partir de su especial relación con la naturaleza, esta exhibición presenta algunos ejemplos de su desarrollo en nuestra Isla. «La muestra colateral que inauguramos en nuestra ciudad se pudiera catalogar como una de las más importantes», aseguró Orlando Inclán, jefe del Taller de Urbanismo de la Dirección General de Proyectos, Arquitectura y Urbanismo.

A continuación reproducimos las palabras al catálogo de «Naturalezas del Art Nouveau»:

Hablar de Art Nouveau o Modernismo Catalán en La Habana es referirse a un tema lleno de interrogantes y contradicciones. Es marcar el inicio del siglo XX y de la República en Cuba. La renovación, los deseos de modernidad y cambio, marcaron este movimiento que a pesar de su corta duración —1905-1919 aproximadamente— produjo un fenómeno que hasta hoy se torna polémico e interesante.
A pesar de que el Art Nouveau —o Modernismo Catalán— entra  a La Habana de la mano de los arquitectos que se formaban en París y Bruselas, y mayormente de la fuerte comunidad de emigrantes catalanes, no viene acompañado del desarrollo y progreso tecnológico correspondiente. Lo que sí es evidente es que llega con él un fuerte referente simbólico y en ocasiones, un marcado carácter nacionalista, que se pone de manifiesto en las edificaciones.
Este modernismo, apoyado por una fuerte industria constructiva, se dio principalmente a nivel de las fachadas de los edificios, sin que irrumpiera al interior en la mayoría de los casos. Muchos de los ejemplos de este patrimonio se encuentran en la zona del Centro Histórico y fueron realizados como una «actualización» de edificaciones existentes. Algunos de los comercios o viviendas de alquiler se adaptaron a los códigos Art Nouveau utilizando los muros y la distribución espacial interior existente, en un intento de «poner a la moda» sus instalaciones.
Esto nos dejó un grupo de edificios, salvo raras excepciones, donde el Art Nouveau o Modernismo Catalán fue aplicado de manera epidérmica, sobre todo en las fachadas. Fachadas en las cuales pueden identificarse un grupo de elementos constructivos traídos por los catalanes, como las columnas y las bóvedas, cuyas estructuras han resistido el paso del tiempo y las complejidades del clima en Cuba.
Abundan los ejemplos de puertas, lucetas, balaustradas y otros elementos funcionales y ornamentales de los edificios, que constituyen prueba de la presencia de este movimiento durante este período de inicios de siglo. Lo cual evidencia además un desarrollo y perfeccionamiento de los oficios, lo cual generó una producción Art Nouveau de elementos individuales que va más allá de los edificios identificados bajo esta tendencia.
Si bien el Art Nouveau fue severamente atacado por los intelectuales cubanos de comienzos del siglo pasado, esta mirada ha sido superada y revertida. La academia y los principales teóricos contemporáneos han dedicado espacios para destacar los valores y la importancia de este patrimonio, que se identifica además con el proceso de conformación de la República. Sin embargo, aún no existe una práctica de intervención en las edificaciones de este tipo, que avale la puesta en valor del patrimonio Art Nouveau en La Habana ni una producción teórica que lo ubique en su verdadera dimensión.
Es elemental profundizar en el basamento teórico que fundamente el valor de nuestro patrimonio Art Nouveau o Modernismo Catalán, y en el trabajo de promoción de estos valores.
Esta muestra provoca la mirada cruzada entre La Habana y varias ciudades de Europa para reflexionar sobre los orígenes del Art Nouveau y los aspectos que lo identifican como tal. Una puesta en valor de este «estilo alegre» que mucho tiene que mostrarnos de su relación con lo natural y del empeño por recuperar oficios abre las puertas del Palacio del Segundo Cabo para continuar tendiendo puentes.
Del 10 de julio al 8 de agosto, el Centro Histórico acogerá la exposición itinerante «Naturalezas del Art Nouveau» —Natures de I'Art Nouveau / Notures Art Nouveau—. La muestra, que se exhibe en el Palacio del Segundo Cabo en el marco del proyecto de cooperación «Gestión integral participativa y sostenible para el desarrollo local del Centro Histórico y la Bahía de La Habana», recorre ampliamente el estilo desde su particular relación con la naturaleza.
«Naturalezas del Art Nouveau» es promovida por la Réseau Art Nouveau Network, institución internacional encargada de la documentación, investigación y protección del Patrimonio Art Nouveau Mundial. La Habana es la única urbe de la región que conforma esta red que reúne a otras 20 ciudades europeas distintivas por la presencia de este estilo. De esa suerte, también podrá recorrerse como parte de esta propuesta, algunos exponentes del estilo en nuestro país.
La exposición viene así a cerrar el período de trabajo Art Nouveau & Ecologie 2010-2015, y procedente de Milán, después de su paso por La Habana, continúa su recorrido hacia Glasgow.

Palabras al catálogo de la exposición «Naturalezas del Art Nouveau»

Imagen superior: Inauguración de la exposición «Naturalezas del Art Nouveau», a cargo del Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, y de Orlando Inclán, jefe del Taller de Urbanismo de la Dirección General de Proyectos, Arquitectura y Urbanismo. Sobre estas líneas: detalles de los paneles que reproducen importantes exponentes del Art Nouveau en el orbe, como Incandescenza a gás Brevetto Aver, de G.M. Mataloni (1895) (imagen izquierda) y Airplane, de Lluis Masriera (1905) (imagen derecha).

 

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