En el centro geográfico de La Habana se encuentra la manzana 148, delimitada por las calles Teniente Rey, Habana, Muralla y Compostela. Ese fue el sitio escogido para construir el Centro de Referencia de los Adolescentes en La Habana Vieja, un espacio para su desarrollo social e integral dentro del ambiente en que viven. Este 20 de noviembre, Día Mundial de los Niños, cientos de adolescentes descubrieron por primera vez el centro, que se ha podido levantar con el financiamiento de la Unión Europea, y el trabajo constante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.

«Una antigua fábrica, ya desolada, se convierte hoy en un bello proyecto; y se trae, como a pájaros, a los niños y adolescentes del Centro Histórico», dijo el Doctor Leal Spengler.

En el centro geográfico de La Habana se encuentra la manzana 148, delimitada por las calles Teniente Rey, Habana, Muralla y Compostela. Ese fue el sitio escogido para construir el Centro de Referencia de los Adolescentes en La Habana Vieja, un espacio para su desarrollo social e integral dentro del ambiente en que viven. Este 20 de noviembre, Día Mundial de los Niños, cientos de adolescentes descubrieron por primera vez el centro, que se ha podido levantar con el financiamiento de la Unión Europea, y el trabajo constante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
«Una antigua fábrica, ya desolada, se convierte hoy en un bello proyecto; y se trae, como a pájaros, a los niños y adolescentes del Centro Histórico», dijo el Doctor Leal Spengler.

«Hemos edificado en esta manzana un museo, una farmacia, una Escuela Primaria, un centro para la atención de los enfermos de Alzheimer, una residencia protegida de la tercera edad, un conjunto de viviendas y ahora un Centro Juvenil dotado gracias a esa voluntad de la Unión Europea, y de todos los que han participado en la creación de algo muy bello», añadió el Director de la Red Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba.
Antes de concluir su intervención, mencionó el conjunto de obras emprendidas por el 498 aniversario de La Habana, y de cómo los estragos que ocasionó recientemente el huracán Irma en la parte más antigua de la ciudad significaron un motor impulsor de la acción restauradora.

El Centro está instalado sobre el terreno donde antaño se desarrolló un importante negocio farmacéutico de La Habana, por lo que conserva parte del patrimonio industrial empleado en la época, y con el cual estarán en constante intercambio los adolescentes. La obra civil en que se edificaron los dos edificios de tres plantas cada unos que acogen los servicios, se desarrolló con el financiamiento de la Unión Europea, como parte de su programa «Invertir en las personas».

El embajador de la UE en Cuba, Alberto Navarro, elogió el trabajo que realiza el equipo de la Oficina del Historiador por su «enorme e importantísima labor social» porque «no se trata solo de recuperar patrimonio y obras de arte». Aprovechó la oportunidad para poner en valor el apoyo de la cooperación internacional en iniciativas fuera de Europa, y que esa ayuda se mantendrá constante en proyectos que pongan a las personas en primer lugar.
«La Union Europea va a estar dentrás impulsándolos, queremos poner en marcha un proyecto con el instrumento que tenemos para abogar por los derechos humanos y la democracia y sería un sueño maravillloso poder llevar este instrumento que tiene Europa a otros rincones de Cuba», manifestó el diplomático. «Estamos aquí para mejorar las relaciones entre Cuba y Europa. Creo que compartimos los mismos valores, vemos el mundo prácticamente con los mismos ojos y lo que queremos es que este centro tenga una larga vida», afirmó Navarro, quien estuvo acompañado por otros embajadores de países de la UE.

La representante de UNICEF en la isla, María Machicado, señaló que todas las instituciones involucradas en el proyecto del Centro de Adolescentes han encontrado «dedicación, pasión y oportunidad» en los niños y adolescentes del barrio, a los que invitó a apropiarse de este espacio a través del arte y la interacción con la comunidad.
La embajadora aprovechó la ocasión para expresar preocupación por los resultados del último informe de UNICEF sobre el estado actual de la infancia a nivel global, el cual revela que «uno de cada doce niños no va a tener una vida mejor que sus padres», principalmente por culpa de la pobreza, la guerra y la violencia.

Múltiples son los servicios que encontrarán los adolescentes del municipio, y de toda La Habana, en los dos edificios que componen el Centro: talleres de creación, nuevas tecnologías y medios de difusión, laboratorio de ciencias; estudios dedicados a la radio y a la televisión, a las artes plásticas, el teatro y la danza; además de la programación de actividades culturales, un espacio de información y documentación, y servicios consejería para los adolescentes y sus familias.

La construcción del Centro de los Adolescentes es el tercer resultado de un Proyecto más conocido como «a+ espacios adolescentes», que cuenta con aristas de formación vocacional y la inclusión en la vida social y económica del país de los niños y niñas comprendidos entre los 12 y los 18 años. La iniciativa está en marcha en el territorio desde el año 2012 con la realización de talleres y la conformación de una red de colaboradores, recordó en su intervención la directora del Centro de los Adolescentes, Lisset Ametller, una de las fundadoras de la iniciativa por la Oficina del Historiador.

Estuvieron presentes en la actividad miembros del cuerpo diplomático radicado en el país e importantes actores de la Cooperación Internacional que han dotado de equipamiento el Centro; además de representantes de instituciones y organismos cubanos muy ligados al trabajo con este grupo etario, como el Ministerio de Educación y su homólogo de Cultura, la Organización de Pioneros José Martí, entre otros. Junto a la representación de adolescentes se hallaban también maestros y familiares, y muchos de los talleristas que han mantenido activo el proyecto en los últimos cinco años.


La villa de San Cristóbal de La Habana, luego de su aniversario número 498 se complace de ser la primera ciudad del país que cuenta con un Centro Adolescente. Un sueño largamente acariciado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y que desde su puesta en marcha contribuirá a que los adolescentes desarrollen una visión personal del mundo, y en su sentido más amplio, el interés hacia la cultura y el patrimonio de su país.

Thays Roque Arce
Habana Radio

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