Los cuerpos de bomberos de La Habana en el siglo XIX, tanto los Municipales como los del Comercio, poseían una organización militar, con autorización a portar enseñas marciales. Estaban divididos según sus oficios en las cinco funciones principales: Salvamento, Obreros, Pitoneros, Mangueras y Maquinaria; eso sin contar la retaguardia de mecánicos, cuidadores de caballos y técnicos que mantenían la «técnica» en perfecto estado.
 Un trascendental acontecimiento de la historia habanera lo es, sin duda, el incendio acaecido la noche del 17 de mayo de 1890 en el almacén de la Sres. Isasi y Cía, ubicado en la esquina de las calles Mercaderes y Lamparilla, La Habana Vieja. Tras una explosión nunca vivida en la vetusta ciudad, más de 36 personas perecieron bajo los escombros. ¿Por qué ocurrió aquello? ¿Qué provocó que el incendio de un almacén de ferretería se convirtiera en un caso judicial? ¿Qué sucedió con el responsable? Responder estas y muchas otras preguntas es el objetivo de este trabajo.
 El título Por esas mismas calles. Emilio Roig y Eusebio Leal, editado por Extramuros (La Habana) en 2008, dedica sus páginas a dos hombres que han liderado la Oficina del Historiador de la Ciudad: Emilio Roig de Leuchsering y su discípulo Eusebio Leal Spengler
 Como aclara el subtítulo, se trata de un compendio de «crónicas históricas, juicios y testimonios» sobre las relaciones ruso-cubanas, escrito por el periodista y diplomático Alexánder Moiséev, y la Doctora en Historia Olga Egórova.