Con el título «El norte ruso», este jueves 26 fue inaugurada una exposición fotográfica del artista Guenadiy Smirnov en una sala adjunta a la Sacra Catedral Ortodoxa Nuestra Señora de Kazán en La Habana Vieja. Esta muestra forma parte de las iniciativas culturales programadas por la Embajada de la Federación de Rusia en saludo a la próxima Feria del Libro en esta ciudad, la cual tendrá a ese país como invitado.
                      GUENADIY SMIRNOV, «EL NORTE RUSO»
El autor de la exposición, miembro de la Unión de los Periodistas de Rusia y de la Asociación Internacional Unión de los Diseñadores, es famoso por sus exposiciones, artículos y reportajes sobre el Norte de Rusia. Utilizando los recursos artísticos de la fotografía, el autor nos muestra la belleza de las ciudades rusas con sus incomparables perfiles históricos y arquitectónicos. Viendo la exposición, se puede realizar una apasionante gira al Norte, visitando las más antiguas ciudades rusas, tales como Sérguiev Posad, Yaroslavl, Vólogda, Dmítrov, Kirílov, Ferapóntovo y, finalmente, adentrarse en la tierra sagrada del archipiélago de Solovkí.
 
 La muestra fue inaugurada por el Padre Viacheslav, abad de la Sacra Catedral Nuestra Señora de Kazán, y el Sr. Alexey A. Polikin, agregado cultural de la Embajada de la Federación de Rusia en Cuba. Asistieron también el embajador de ese país, Sr. Mikhail L. Kamynin, y la embajadora de Ucrania, Sra. Tetiana Saienko.
En sus trabajos el autor reflejó las construcciones de los antiguos monasterios, únicos por su belleza, como ejemplo real del atrevimiento del ingenio humano. La armonía y majestuosidad de ellos se destacan, de manera inherente, por el marco de la peculiar naturaleza septentrional.
Los organizadores expresan la seguridad de que la exposición servirá de buen pretexto para atraer la atención hacia la historia y cultura de Rusia, al igual que hacia los destinos de los países y de los pueblos que se vuelven más y más unidos en el contexto del proceso de la globalización.
Durante muchos siglos, el Norte Ruso —que mostró al mundo entero su experiencia espiritual única— fue para Rusia uno de los más importantes centros de la historia, la espiritualidad y la religión ortodoxa.
El Norte Ruso siempre sirvió de prototipo, de símbolo de toda Rusia, de la Sagrada Rusia y de aquella tierra prometida, en la busca de la cual se precipitaba el alma de un hombre ruso: monje y campesino, explorador de mares y tierras. Por lo tanto, el descubrimiento y la colonización del Norte, la trasformación de las salvajes extensiones boscosas, ante todo, es la proeza espiritual del pueblo ruso, un paso importante en el camino de su autoconocimiento, que transformó el Norte de un concepto puramente geográfico en uno religioso-espiritual...
Debido a sus peculiaridades naturales —su poca accesibilidad, su desfavorable clima y escasez de los bienes naturales—, el Norte ruso siempre ha sido el lugar de pruebas; le exigía al hombre los esfuerzos de más allá de los límites y una firmeza interior excepcional. Enfrentar al Norte siempre significa renunciar el confort habitual. El Norte se revelaba sólo a aquellos quienes fueran capaces de sacrificar las cosas momentáneas y perecederas (incluyendo la vida misma) en honor a los valores eternos.
En distintas épocas, las tierras vedadas del Norte se volvían refugios para los buscadores de la verdad. Ellos se alejaban cada vez más al norte para proteger de las tergiversaciones las tradiciones espirituales y preservar su pureza. Y cada vez, cuando en la historia del país llegaban los momentos trágicos y revueltos, las miradas de las personas se volvían hacia allá en espera de volver a encontrar la fuerza y los puntos de referencia morales, necesarios para hacer frente al caos y la existencia quebrantada. Nosotros conocemos muchos ejemplos de las proezas espirituales de los sagrados conventos. Muy a menudo, de su forma de enfrentar a los retos del destino —de cómo ellos preservaban su firmeza y la humildad— dependía el futuro de nuestra Rusia.
El Norte Ruso, en el día de hoy, representa su parte más vedada, su milagroso y vivificante manantial.
Reseña a  la muestra «El Norte Ruso».
Cortesía de la Embajada de Rusia.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar