Con la meta de fortalecer el trabajo con los niños y adolescentes, para propiciar una relación creativa con el patrimonio histórico-cultural e introducir el conocimiento de la fotografía como recurso expresivo para sensibilizar a los niños con los valores patrimoniales, el fotógrafo Jorge García Alonso (Guanabacoa, 1957) y sus colaboradores, los jóvenes Enrique Bejarano y Jorge García, emprenden cada semana una labor educativa con 15 niños de diferentes escuelas de La Habana Vieja, con edades cmprendidas entre los 9 y los 11 años.
El trabajo con los niños conjuga el aprendizaje del arte fotográfico y el cuidado de los valores patrimoniales del Centro Histórico |
La práctica en el terreno ha sido un elemento importante del taller. |
Como parte del proyecto cultural de la Oficina resaltan las actividades de creación y orientación vocacional, que tienen también como objetivos fundamentales sensibilizar a niños y adolescentes con los valores del patrimonio histórico-cultural del Centro Histórico y propiciar el desarrollo de sus habilidades físicas e intelectuales. Por eso, muchos centros adjuntos a la Oficina han desarrollado una amplia gama de talleres con diversas temáticas como pintura, literatura, artesanía, muñequería, arqueología, idiomas extranjeros, apreciación musical, bibliotecología, ecología, museología, restauración y otras.
Esta propuesta de un taller de fotografía patrimonial tiene sus antecedentes en el taller que abrió sus puertas en el Centro Estudiantil José de la Luz y Caballero en octubre de 2007, con niños de 5to grado de la Escuela Primaria Ángela Landa, que recibían diversos temas de fotografía. Actualmente, con el mismo espíritu y una mayor extensión etaria, también se realizan actividades prácticas, en las que se pretende captar esa visión infantil sobre los sitios históricos y los diferentes acontecimientos culturales que se desarrollan en el Centro Histórico, como las jornadas martianas, el Festival Internacional de Danzas en Paisajes Urbanos, los aniversarios del escritor danés Hans Christian Andersen y varios tipos de exposiciones.
Por su parte, diferentes espacios de la ciudad evocan informalmente el espíritu de una época. A través de varias generaciones, la fotografía ha calado en el alma de los habaneros. En la actualidad, los fotógrafos ambulantes ubicados en el Capitolio Nacional y la Plaza de Armas transmiten un encanto especial, sobre todo para los niños. La fotografía patrimonial constituye una temática como la fotografía astronómica, submarina y épica. Esta definición considera el conocimiento de la fotografía desde una visión amplia que integra su valor como patrimonio en términos históricos y además la significación de captar el momento actual.
El trabajo con las nuevas tecnologías amplía el horizonte cognocitivo de los niños y perfecciona los métodos de los instructores. |
Por algunas de las obras apreciadas, el proyecto ha brindado muy buenos resultados, los que se podrán apreciar en la exposición con la cual se prevé cerrar el ciclo que transcurre en la actualidad. Lo más loable es el perfeccionamiento y la evolución, estética y axiológica, que han descrito tanto los alumnos como sus instructores. Preguntando a quemarropa parece que no pretenden formar fotógrafos profesionales, pero no sería extraño que, en unos años, algunos, sino todos, de los alumnos de este taller sean vistos reportando una catástrofe meteorológica o deteniendo en el tiempo una estampa de esa ciudad que los acuna e inspira.
Rodolfo Zamora Rielo
Redacción Opus Habana.